“Si Biden puede, por qué yo no”, habrá sido el razonamiento de Aberto Fujimori. Es que el ex presidente, con 85 años y varios problemas de salud y legales a cuestas, volvería a ser candidato a dirigir el Perú, según informó esta semana su hija Keiko. “Mi padre y yo hemos conversado y decidido juntos que él será el candidato presidencial”, dijo la ex candidata del partido Fuerza Popular.
Fujimori abandonó en diciembre pasado la cárcel de Lima en la que cumplía una condena de 25 años por delitos de lesa humanidad, luego de que el Tribunal Constitucional le restituyera un indulto humanitario. El ex presidente fue condenado a 25 años de prisión por dos matanzas de civiles perpetradas por un escuadrón del Ejército en el marco de la lucha contra Sendero Luminoso a principios de la década de 1990. Cumplió 16 años y fue indultado.
Dudas. ¿Por qué Fujimori, que cumple 86 años en pocas semanas, padece un cáncer en la lengua y ha sido sometido a una operación de cadera, de la que está en proceso de recuperación, querría ser candidato? Se lo preguntamos a José Beteta, de la Asociación de Contribuyentes del Perú, y quien, mostrando su profundo conocimiento de la realidad política de su país, nos había adelantado hace poco que esto podría suceder.
Según José: “casi todos los constitucionalistas y especialistas en temas electorales han coincidido en que Alberto Fujimori no va a poder legalmente postular a la presidencia porque la constitución peruana lo prohíbe, y porque el indulto que él ha recibido no es una amnistía. Entonces, ¿por qué lo ha hecho? Se estima que lo ha hecho para mover un poco a la gente, motivar, generar un impulso positivo hacia Keiko, en un contexto en el cual un juicio oral la ha expuesto bastante”.
José nos explicaba que “Keiko, Alberto y el fujimorismo trabajan sobre la base de un 20% del electorado que les es fiel. Ese es el poder que tiene Keiko, que en los últimos años casi siempre ha aparecido como la mujer política más poderosa del Perú.
Por la capacidad que ha tenido de sostener una bancada, un partido que sin lugar a duda es el partido más fuerte del Perú, Fuerza Popular. Pero que además ha tejido una serie de redes empresariales, políticas y de bases que son muy sólidas. Y si lo pones en contexto frente a una presidenta como Dilma Boluarte, que es un meridiano desastre, débil, vulnerable, vacío, más aún la figura de Keiko se torna más importante”.