Normalmente se piensa que cuando un criminal obtiene ganancias por su actividad delictiva, va directamente a blanquearlas, por ejemplo, con la compra de artículos de lujo, para poder disfrutar de ellas; sin embargo, en realidad existen esquemas mucho más complejos, donde los delincuentes se apoyan en terceros, conocidos como gatekeepers, para poder disfrazar ese dinero ilícito como lícito.
En entrevista, Elisa de Anda Madrazo, presidenta del Grupo de Acción Financiera Internacional (GAFI, por su sigla en inglés) contra el lavado de dinero y financiamiento al terrorismo, reconoció que los grandes esquemas de blanqueo de capitales se apoyan en estructuras facilitadas por abogados, notarios, contadores, proveedores de servicios fiduciarios y asesores de bienes raíces, entre otros, que son conocidos como gatekeepers, es decir, que por su naturaleza, desempeñan un papel fundamental en la prevención de este delito.
“En muchas ocasiones es ahí (con los gatekeepers) donde encontramos a los profesionales de lavado de dinero, es decir, los grandes esquemas de lavado de dinero no necesariamente son realizados directamente por los criminales, sino que subcontratan a personas especializadas en esconder esos recursos y en lavar ese dinero, es el lavado de dinero autónomo que tiene esquemas más complejos”, declaró la funcionaria mexicana al frente del GAFI.
Recientemente, el GAFI publicó los resultados de una revisión horizontal sobre las normas antilavado aplicadas por 35 países al sector de los gatekeepers, donde México se encuentra por debajo del promedio (de 74%) en materia de regulación hacia estos actores con un puntaje de 48%; en Estados Unidos, la mayor potencia económica, el porcentaje es de 0 por ciento.
“Hay países y jurisdicciones muy relevantes, que tienen lagunas que dejan prácticamente fuera a este sector de la regulación. El ejercicio que se hizo fue publicarlos y delimitar a los países, precisamente para afianzar y presionar en materia legislativa a que se incluyan (a los gatekeepers) en estas leyes”, detalló De Anda Madrazo.
Según el documento, si bien México incluyó desde el 2003 en su regulación antilavado a abogados y notarios, contadores, proveedores de servicios fiduciarios y asesores de bienes raíces, las lagunas normativas se dan en cuestiones como obligaciones de debida diligencia y obligación al cumplimiento.De acuerdo con el documento publicado por el GAFI, si bien la mayoría de los gatekeepers actúan dentro de la ley y las normas éticas, es innegable que existen facilitadores profesionales que prestan servicios a criminales y corruptos para blanquear sus ganancias.
“Utilizan sus habilidades profesionales, su acceso al sistema financiero, a sus redes locales e internacionales y a la propia legitimidad de sus profesiones para facilitar la corrupción, por ejemplo, creando empresas fantasma para mover ganancias criminales y ayudando a los malos actores a adquirir silenciosamente activos de lujo con dinero robado”, se lee en el documento.
Asimismo, el organismo destacó que, si bien algunos gatekeepers no tienen intención de blanquear las ganancias del crimen, pueden proporcionar, sin saberlo, su experiencia para lograr este cometido.
Prioridades de la quinta ronda
Recientemente, el GAFI comenzó con la quinta ronda de sus evaluaciones mutuas a los casi 40 países miembros a este organismo; sin embargo, en este nuevo análisis la evaluación tendrá más peso en los resultados, es decir, más allá de la aplicación de sus 40 recomendaciones, se calificará el éxito que se tiene en la lucha antilavado en materia de investigaciones, sentencias, recuperación de activos, entre otros.
“Qué tantas sentencias hay, qué tantas investigaciones, qué tanta recuperación de activos tenemos, qué tantas sanciones y cómo está informado y actuando el sector privado, esos son los resultados que se van a estar evaluando”, comentó De Anda Madrazo.
En su labor, el GAFI ha priorizado el combate del financiamiento al terrorismo, donde los esquemas de crowdfunding han ganado terreno.