Apocas horas de que las noticias confirmaran la captura de Ismael «El Mayo» Zambada, el nombre de Ovidio Guzmán López, conocido como «El Ratón», resurgió en el espectro de las sombras. Este enigmático personaje, hijo del famoso Joaquín «El Chapo» Guzmán, se ha convertido en una figura legendaria dentro del oscuro mundo del narcotráfico.
Un vistazo al Buró Federal de Prisiones reveló un enigma: su liberación, registrada el pasado 23 de julio, sigue envuelta en un manto de misterio. Nadie sabe a ciencia cierta si ha sido trasladado, liberado bajo alguna condición, o si ha ingresado al programa de protección de testigos.
La polémica relacionada con Ovidio Guzmán
El ascenso y la trayectoria de Ovidio Guzmán López en el narcotráfico están plagados de historias que rivalizan con las más épicas narraciones. Detenido el 5 de enero de 2023 en el poblado de Jesús María, Culiacán, su captura fue un golpe certero contra el Cártel de Sinaloa. Sin embargo, la sorpresa no se detuvo ahí.
El 15 de septiembre, día emblemático para México, el gobierno de Andrés Manuel López Obrador lo extraditó a Estados Unidos. Un movimiento estratégico y silencioso que lo llevó desde el penal del Altiplano, en un helicóptero que surcó el cielo hasta el Aeropuerto Internacional de Toluca, de donde voló hacia Chicago.
En tierras estadounidenses, Ovidio se encontró ante la justicia del país que acusa al Cártel de Sinaloa de ser la organización narcotraficante más poderosa del mundo. Allí, en el Centro Correccional Metropolitano de Chicago, compareció y se declaró «no culpable» de una serie de cargos que incluyen posesión de drogas con fines de distribución, conspiración, lavado de dinero, y participación en una empresa criminal. Su defensa, con una seguridad casi arrogante, desafió las acusaciones, dejando a muchos preguntándose sobre las verdaderas dimensiones de su poder y alcance.
¿Cuál es la situación actual de Ovidio Guzmán?
La historia de Ovidio no es solo la de un heredero del imperio de «El Chapo». Es la historia de un hombre que, tras la captura de su padre en 2016, asumió el control diario de una organización que se extiende como una sombra siniestra sobre gran parte del mundo.
Bajo su mando, toneladas de cocaína, marihuana y otras drogas fluyeron como ríos oscuros hacia ciudades como Chicago, alimentando una crisis de adicción que cobra vidas a diario.
Mientras el BOP marca su estado como «released», las especulaciones crecen. ¿Se trata de un traslado estratégico? ¿Ha sido movido para colaborar como testigo? ¿O es una jugada maestra de una mente criminal que siempre va un paso adelante? La incertidumbre solo añade a la leyenda de Ovidio Guzmán López, un nombre que resuena con la fuerza de una tormenta en el corazón del narcotráfico.
Así, en el vasto tablero del crimen organizado, Ovidio se erige como una figura casi mítica, cuya historia continúa desarrollándose entre sombras y destellos de verdad, en un juego mortal donde el poder y la astucia son las piezas clave.