Keiko Fujimori, hija del fallecido expresidente de Perú, Alberto Fujimori, y posible candidata en las elecciones presidenciales de 2026 por la coalición conservadora Perú Libre, volvió a quedar en el centro de un escándalo por corrupción y tráfico de influencias.
La nueva investigación de la justicia se inició con el descubrimiento de grabaciones que datan de 2015 que demuestran su intervención directa en el nombramiento de la exfiscal de la unidad antilavado Elizabeth Peralta y la posterior «intromisión» de esta última en una investigación por lavado de dinero contra Fujimori.
Los audios en cuestión, informó el diario La República, fueron encontrados en una memoria USB incautada durante el registro en el despacho de Peralta.
La hija del expresidente también está en el centro de una investigación de la justicia por la financiación ilícita de las campañas electorales de 2011 y 2016 en las que Keiko fue candidata presidencial.
En el marco del juicio abierto sobre esta investigación, el fiscal solicitó en julio una pena de prisión de 30 años por haber recibido más de un millón de dólares del gigante constructor brasileño Odebrecht a cambio de la adjudicación de contratos públicos.
Los cargos que se le imputan incluyen los de blanqueo de capitales, delincuencia organizada, obstrucción a la justicia y falsificación declaración en un procedimiento administrativo.
