Una veintena de jugadores participaron en eventos promocionales de un fraude piramidal internacional a pesar de que los reguladores de diversos países, incluido España, habían advertido sobre la empresa
La fotografía haría las delicias de cualquier amante del futbol. Están Figo, Casillas, Kluivert… Aparentemente se disponen a disputar un partido de pachanga sin demasiada trascendencia, pero están participando en un acto de promoción de Omegapro, una de las mayores estafas piramidales de la historia.
Con una rentabilidad prometida de un 300% en 14 meses por invertir en criptomonedas, esta empresa estafó unos 3.000 millones de euros a casi tres millones de personas gracias a una agresiva campaña de marketing en la que participaron celebridades en grandes eventos por todo el mundo.
Jugadores y exjugadores como Vinícius, Ronaldinho, Figo, Hierro, Roberto Carlos, Casillas o Puyol, entre otros, participaron en actos de promoción de este fraude internacional. Algunos de ellos incluso lo llegaron a publicitar en sus redes sociales.
Este pasado verano, dos de los fundadores de la empresa fueron detenidos en Estambul: el holandés Robert Velghe y el sueco Andreas Szakacs, que residía en Turquía tras haberse cambiado el nombre. Ambos permanecen encarcelados desde entonces. En marzo de 2023 también fue detenido el gerente para Latinoamérica, Juan Carlos Reynoso. Los otros dos fundadores de Omegapro están huidos de la justicia.
La estafa, que ha tenido eco en todo el mundo pero no había aparecido en la prensa española, plantea la responsabilidad de las celebridades que participan en actos de promoción de fraudes financieros advertidos por los reguladores, apuntan diversas fuentes jurídicas consultadas.
“Todos los jugadores de fútbol que hayan sido vistos en actos de Omegapro serán demandados por nosotros en Londres”, avanza el abogado e investigador Lars Olofsson, que representa a centenares de víctimas del fraude.
Se celebraron en 2022, cuando casi media docena de reguladores internacionales (Francia, Bélgica, Colombia, Perú, España…) ya habían advertido del fraude. En España, la Comisión Nacional del Mercado de Valores lo había incluido en enero de 2020 a su listado de chiringuitos financieros.
En algunas demandas que se han presentado en Francia, donde hay miles de afectados, también se destaca la responsabilidad de estos futbolistas al considerar que contribuyeron a darle veracidad al fraude. Otros abogados expertos en estafas en criptomonedas opinan que esta vía no tiene recorrido judicial en España.
elDiario.es ha entrevistado a casi una veintena de víctimas de esta estafa repartidos por todo el mundo, media docena de ellas en España, así como a antiguos empleados de este esquema piramidal. Todos los estafados admiten que los rimbombantes actos de la empresa y la participación de celebridades en ellos les hicieron confiar en el proyecto.
“¿Cómo iba a ser un timo?”, se preguntaba a mediados de septiembre Dolores, 56 años, mientras le daba una profunda calada a su cigarro en el salón de su casa en Montcada i Reixac (Barcelona). “¡Si estaban metidos los futbolistas y el logo de la empresa se proyectó en el rascacielos ese de Dubai!”.
Dolores, que pide que no se publique su apellido, perdió los 18.000 euros que había logrado ahorrar durante lustros encadenando todo tipo de empleos: limpiadora, camarera, teleoperadora… Otros entrevistados explican que llegaron a pedir créditos o a involucrar a familiares en el esquema piramidal.
Los futbolistas: “Nos contrató el Gobierno de Emiratos Árabes”
Los eventos de Omegapro reunían a miles de personas en grandes estadios en los que la empresa hacía gala de sus buenos resultados financieros. La mayoría de los deportistas que participaron aseguran que fueron contratados por el Dubai Sports Council, lo que vendría a ser el Ministerio de Deportes de la ciudad emiratí.
“Dubai jugó un papel clave a la hora de darle legitimidad a la estafa”, sostiene Romain Muller, uno de los principales líderes del fraude en Francia que logró convencer a miles de clientes para invertir en Omegapro. “Igual que los futbolistas, ellos también fueron cómplices indirectos”, añade.
En estos eventos, el logotipo de Omegapro se llegó a proyectar tanto en el rascacielos Burj Khalifa como en la gran noria de Dubai, los principales reclamos turísticos de la ciudad. “Esto no lo puedes hacer si el Gobierno no te apoya”, concluye Muller. El príncipe heredero de Dubai, Hamdan bin Mohammed bin Rashid Al Maktoum, tambien participó en los eventos.
En enero de 2022 se celebró en Dubai la “Convención Global” de Omegapro en el estadio Coca Cola Arena, con 7.500 asistentes. Jugadores como Roberto Carlos y el también exseleccionador español Fernando Hierro grabaron vídeos anunciando su presencia en el acto. Una vez ahí, aparecieron en el escenario luciendo una camiseta de Omegapro.
Un portavoz de Hierro afirma que no cobró por participar en el evento y solo acudió a cambio de un viaje en business class y una estancia en un lujoso hotel para él y su esposa. También asegura que los billetes los emitió el propio Gobierno de Emiratos Árabes y eso les dio “seguridad”.
Roberto Carlos también se fotografió junto a los dirigentes de Omegapro en un despacho. Sus representantes han respondido a elDiario.es que el exmadridista “nunca fue un embajador de la empresa” y no han querido hacer más comentarios ni responder al cuestionario remitido por esta redacción.
En mayo de 2022 se celebró, también en Dubai, la “Copa de Leyendas”. El evento anunciaba un partido entre los amigos de Luis Figo y los amigos de Ronaldinho. En esta ocasión se juntó un gran elenco de exjugadores, entre los que también estaba Iker Casillas.
La agencia de representación de Ronaldinho no ha respondido a los reiterados correos de elDiario.es. En el caso de Figo, su portavoz asegura que fue contratado por el gobierno de Emiratos Árabes y que no conocían la actividad de la empresa organizadora. Ambos jugadores ofrecieron una rueda de prensa previa al partido y publicaron en sus redes sociales imágenes del evento.
La representación de Casillas asegura que el exportero madridista “ya estaba en Dubai” esos días y que el jugador no cobró por su participación. “No hubo ningún vínculo contractual con la empresa”, sostiene su representante.
Al cabo de un mes se celebró otra “Convención global” en Panamá. En esta ocasión, junto a otros futbolistas, participó el jugador en activo del Real Madrid ViníciusJr, que también salió al escenario con una camiseta de Omegapro.
Esta redacción ha mandado diversos correos a su agencia de representación sin obtener respuesta. El club en el que juega Vinícius, el Real Madrid, no ha respondido a la petición de elDiario.es de comentar este reportaje.
En noviembre de 2022, pocas semanas antes de la quiebra del esquema piramidal, se celebró un gran viaje a Maldivas al que fueron invitados los cargos intermedios de la estafa para conocer a los líderes de la empresa. En esta ocasión también se celebró un partido de “leyendas”, en el que participaron exjugadores como Carles Puyol.
Una portavoz del exdefensa culé sostiene que Puyol estaba en Maldivas de vacaciones con su familia y coincidió con la celebración del partido. Asegura que decidió jugarlo porque participaban amigos suyos como el también exjugador del Barça Eric Abidal. La representante asegura que Puyol ni cobró ni obtuvo ninguna contrapartida por su participación.
Una mezcla de marketing y mentiras
Con la promesa de generar grandes ingresos invirtiendo en el mercado Forex (donde se especula con las fluctuaciones de las distintas divisas internacionales), Omegapro permitía invertir desde 100 euros, siempre pagados en criptomonedas, que se iban a multiplicar de manera exponencial.
“La plataforma de marketing número 1 del mundo para navegar por los mercados financieros globales y explorar un ramo de servicios y soluciones exquisitamente diseñadas para educar, promover y guiar a la comunidad hacia el logro de la libertad financiera”, afirmaba la web de Omegapro, disponible en español, inglés, portugués, francés, japonés, y coreano.
La empresa, nacida en 2018, prometía inicialmente una rentabilidad del 300% en 14 meses. Posteriormente lo retrasó a 16 meses y, en febrero de 2022, se amplió el periodo a 26 meses y se redujo la rentabilidad. En noviembre de ese año se suspendieron los pagos alegando un ataque informático. Nadie ha vuelto a ver su dinero desde entonces.
La empresa prometía una rentabilidad del 300% en 14 meses. En noviembre de 2022 suspendió los pagos y nadie ha vuelto a ver su dinero
Para garantizar la entrada constante de nuevos clientes que permitieran sostener la estafa piramidal, Omegapro ofrecía pagos periódicos a quien trajera nuevos inversores. También distinguía distintos rangos de clientes en función de la inversión mensual que uno traía a la empresa.
Los “Associates” eran los que invertían hasta 550 euros, los “Builder” entre 5.500 y 8300, los “Silver” entre 27.500 y 50.000 euros… y así hasta llegar a la categoría más alta, solo reservada para los que habían traído más de 17 millones de inversión.
Los eventos de Omegapro, una de sus principales vías de captación de clientes, se utilizaban también para premiar a los inversores de la estafa que se dedicaban a traer a nuevas víctimas.
Podían ser rallies con coches de alta gama en Italia y Letonia, lujosos viajes a las Maldivas, convenciones en Panamá y Dubai… Una vez ahí, regalaban cheques de hasta un millón de dólares a estos “líderes” que se dedicaban a seguir captando clientes.
“Los viajes servían para motivar a los pequeños líderes a seguir construyendo volumen y traer clientes”, apunta Muller, que fue premiado con un cheque de 100.000 euros en uno de estos eventos.
Aparte de los grandes eventos con celebridades, la empresa se promocionaba con falsedades que reforzaban la imagen de una compañía que iba a revolucionar las finanzas y enriquecer a quien quisiera.
Los responsables de la empresa difundían falsas portadas de ‘Forbes’ para reforzar su credibilidad de cara a los inversores
Los responsables de Omegapro, por ejemplo, difundieron portadas falsas de la revista Forbes en la que salían los fundadores de la empresa. En realidad, el único contenido sobre la compañía que apareció en esa revista fue un artículo pagado en su versión india.
En septiembre de 2021, la empresa compartió imágenes de sus responsables recogiendo en Dubai un premio a la “Mejor plataforma de servicios financieros”. El galardón era verdadero, pero quien lo concedía era la academia de cine de Bollywood.
Un historial de estafas previas
El entramado societario de Omegapro es una madeja de empresas abiertas y cerradas en distintos lugares del mundo a medida que los reguladores estrechaban el cerco sobre la estafa.
La primera sociedad se registró en Reino Unido en 2018 y fue cerrada en octubre de 2020. En abril de 2020 se constituyó otra empresa en el pequeño país caribeño de San Vicente y Las Granadinas, considerado un paraíso fiscal.
En abril de 2020 se inscribió una nueva empresa en Reino Unido y paralelamente, en diciembre de 2020, se constituyó otra sociedad similar en Dubai, según los registros mercantiles de sendos países.
“Me consta que el holding empresarial se registró en Dubai por temas regulatorios”, rememora Muller. Este líder en Francia, responsable de captar a miles de clientes, explica que nunca tuvo acceso a la contabilidad real de la compañía. Cuando la solicitó, los fundadores se lo negaron de malas maneras.
El rastro de las personas detrás de las sociedades apunta hacia otra estafa piramidal llamada One Coin. Diversos dirigentes de Omegapro, incluidos dos de sus fundadores, participaron en este fraude de criptomonedas que acabó con su principal impulsor condenado a 20 años de cárcel en EE UU.
La otra fundadora de OneCoin, la búlgara Ruja Ignatova, tiene vínculos con Andreas Szakacs, uno de los líderes de Omegapro que fueron detenidos en Estambul el pasado verano.
Ignatova, una sofisticada delincuente educada en Oxford y conocida como “la reina de las criptomonedas”, está en paradero desconocido desde 2017. El FBI la incluyó en 2022 en el listado de las 10 personas más buscadas y ofrece cinco millones de dólares a quien aporte información que permita detenerla.
Algunos investigadores consultados creen que Ignatova se escondió en 2017 con unos 4.000 millones de dólares en criptomonedas procedentes de One Coin, que después sirvieron para pagar a los primeros clientes de Omegapro.
Una investigación de la BBC del pasado junio, sin embargo, apuntaba a la posibilidad de que Ignatova hubiese sido asesinada en 2018 por la misma mafia búlgara que la protegía.