El gobierno de Estados Unidos anunció hoy la implementación de nuevas regulaciones destinadas a restringir las inversiones estadounidenses en sectores tecnológicos específicos en China, alegando preocupaciones de seguridad nacional. Las normativas, que entrarán en vigor el 02.01.2024, se centran en inversiones en inteligencia artificial (IA), semiconductores y microelectrónica, así como en tecnologías de información cuántica que podrían suponer una amenaza para los intereses de seguridad de EE.UU.
Estas normas, propuestas inicialmente por el Departamento del Tesoro de EE.UU. en junio, son el resultado de una orden ejecutiva firmada por el presidente Joe Biden en agosto de 2023. La recién creada Oficina de Transacciones Globales del Tesoro será la encargada de supervisar la aplicación de estas regulaciones.
El Tesoro ha identificado estas tecnologías como cruciales para el futuro de las aplicaciones militares, de ciberseguridad, vigilancia e inteligencia. Paul Rosen, alto funcionario del Tesoro, subrayó la importancia de evitar que las inversiones estadounidenses contribuyan al avance de las capacidades militares, de inteligencia y cibernéticas en países considerados de riesgo.
Las nuevas normativas incluyen una excepción específica que permite la inversión estadounidense en valores cotizados en bolsa. No obstante, los funcionarios han señalado que las órdenes ejecutivas vigentes ya restringen las transacciones que involucran valores de ciertas empresas chinas identificadas por el gobierno de EE.UU.
El objetivo general de estas medidas es impedir que el conocimiento estadounidense ayude a China a desarrollar tecnologías avanzadas y ganar dominio en los mercados globales. La Secretaria de Comercio, Gina Raimondo, había destacado previamente la importancia de estas normas para frenar el desarrollo de tecnologías relacionadas con el ámbito militar en China.
Esta evolución se produce tras las críticas del comité selecto de la Cámara sobre China, que ha cuestionado a los principales proveedores de índices estadounidenses. El comité ha señalado que estos proveedores han canalizado miles de millones de dólares de inversores estadounidenses hacia acciones de empresas chinas que se cree están respaldando el desarrollo de las capacidades militares de China.