La sentencia de cadena perpetua dictada a Alex Barraza, alias “Smiley”, marcó un hito en la lucha contra el narcotráfico. Barraza, identificado como líder de una red criminal vinculada al Cártel de Sinaloa, fue declarado culpable de liderar operaciones de tráfico de metanfetamina desde México hacia EE.UU., distribuyendo la droga en distintas ciudades, principalmente en Albuquerque, Nuevo México.
Este caso es una pieza clave en el combate al narcotráfico por su impacto tanto en EE.UU. como en México, pues ilustra los tentáculos transnacionales del cártel, que ha dejado una huella devastadora en la sociedad.
Alex Barraza fue arrestado en abril de 2021 como resultado de una investigación llevada a cabo por la Agencia para el Control de Drogas (DEA) y el Departamento de Justicia de EE.UU.
Las autoridades lo capturaron después de seguir su red de distribución, la cual enviaba más de 720 kg de metanfetaminas a los EE.UU., una operación de grandes dimensiones que también involucró el envío de más de 1.7 millones de dólares en ganancias ilícitas hacia México.
En 2022, “Smiley” se declaró culpable de varios cargos graves, entre ellos tráfico de drogas, lavado de dinero y portación de armas durante sus actividades delictivas.
El fiscal Jaime Esparza, del Distrito Oeste de Texas, calificó esta sentencia como un logro significativo en la lucha contra el narcotráfico.
“La condena de Barraza envía un mensaje claro de que no toleraremos el tráfico de drogas ni sus terribles consecuencias en nuestras comunidades. Cada arresto es un paso en la dirección correcta para reducir el flujo de drogas que afecta a nuestras familias y amigos”, expresó Esparza en un comunicado, destacando la importancia de estas medidas para prevenir el avance de redes criminales internacionales.
La organización criminal a la que Barraza estaba vinculado ha sido señalada no solo por traficar metanfetaminas sino también por la crisis del fentanilo, un opioide que ha devastado comunidades en Estados Unidos.
La DEA y otras agencias federales han advertido que el Cártel de Sinaloa mantiene una influencia significativa en áreas fronterizas y ha expandido su operación a lo largo del territorio estadounidense. Los reportes muestran cómo este grupo criminal ha logrado establecer una red de distribución en casi todos los estados, principalmente en las áreas fronterizas como Texas y Nuevo México.
En octubre pasado, la policía estadounidense confiscó un cargamento millonario de metanfetaminas oculto entre cebollas en la frontera, ilustrando la creatividad y audacia con la que estas organizaciones intentan burlar las medidas de seguridad. Sin embargo, el arresto y condena de “Smiley” demuestra que los esfuerzos conjuntos entre agencias pueden tener un impacto real en el combate contra el narcotráfico.