En un mundo completamente digitalizado, la ciberseguridad es una cuestión prioritaria. Empresas y servicios con todos sus procesos en soportes digitales deben asegurarse de que sus intereses están debidamente protegidos. Es tal la importancia de esta seguridad, que más de la mitad de las pequeñas empresas que sufren un ciberataque se ven abocadas al cierre. En lo que va de año, grandes organizaciones como el Ibex35, el Banco Santander, Telefónica o Iberdrola han sufrido ciberataques masivos.
Todas estas compañías cuentan con una horda de técnicos que ejercen de muralla contra estos ataques. La formación de estos profesionales es cada vez más exigente, y uno de los centros que se encarga de ello está en Donostia.
Zubiri Manteo inauguró en el curso 2022/23 el grado de Especialización en Ciberseguridad en entornos de las tecnologías de la información, con una duración de un año y en formación dual. El buen hacer del centro donostiarra se vio recompensado el pasado mes de septiembre, cuando recibió el oro en el World Federation of Colleges & Polytechnics 2024, cuya gala de entrega de premios se celebró en Jamaica.
El proyecto presentado por el grupo de profesores del grado fue todo un éxito en el campeonato, pero también entre los alumnos. «No podían parar de usarlo», reconoce Jesús Mari Cuesta, uno de los docentes del programa. «Llevamos trabajando en esta especialización desde el curso 2016/17, cuando no había ningún centro en todo el Estado que abordara el tema de la ciberseguridad».Cuando andamos por la calle llevamos los billetes en una cartera. En internet es igual, también tenemos que protegernos»
Aunque sea un sector «con una importancia creciente» en la actualidad, muchos desconocen su función. «Es una mezcla de lo técnico de la ciberseguridad y los valores. Los principios y la técnica aplicadas en este caso a la ciberseguridad para protegerse de aquellos que quieren hacer daño. Una especie de contraataque a aquellos que quieren dañar», detalla Iñigo Aramendi, otro de los docentes del programa.
Respecto al proyecto desarrollado para el campeonato en Jamaica, los expertos tratan de ofrecer una explicación más simplificada. «Hemos creado un cyber-range, que por decirlo de una forma sencilla, es un sistema de ataque-defensa entre dos grupos. La diferencia del nuestro es que nosotros les decimos cuál es el objetivo y ellos son los que tienen que considerar todo el camino.
Es como una resolución de problemas. Pero nosotros no le damos una información inicial. Les decimos cuál es el objetivo, qué es lo que tienen que conseguir, y la manera de hacerlo la tienen que buscar ellos».
En un entorno completamente digitalizado, «muchas personas corren el peligro de sufrir ciberataques por puro desconocimiento», apunta Maite Alonso, docente también del grado de especialización. Señala que «evitar compartir datos personales de manera pública, especialmente en redes sociales, es una buena forma de prevenir hackeos».
Evitar compartir datos personales de manera pública, especialmente en redes, es una forma de prevenir hackeos
Jesús Mari Cuesta abunda en que «el eslabón más débil es la persona, el usuario. Si no es consciente de dónde está y de qué es lo que está haciendo, va para adentro y será una presa más fácil para los ciberdelincuentes».
A su juicio, «la concienciación es lo más importante. Concienciarte de que cuando estás dentro de internet, de la misma manera que cuando estás por la calle de manera física, no puedes andar de cualquier manera. Andamos todos con un cierto cuidado. Yo no voy con mis billetes colgando del bolsillo, a la vista. Los tienes guardados en la cartera. Esto es exactamente igual».
Base para todos los alumnos
El departamento de informática de Zubiri Manteo trata de mantener concienciados a todos los alumnos del centro. Para ello, también trabaja con estudiantes de otros ciclos. «Intentamos que todos nuestros alumnos tengan unos conocimientos mínimos, una base. Preguntamos a los estudiantes del grado de ciberseguridad por lo que deberían saber alumnos de secundaria o bachillerato y, a raíz de sus respuestas, preparamos la formación básica», explican los docentes.
«Entonces, utilizamos los puntos que salen de los debates entre los alumnos del grado para establecer un programa para estudiantes de ciclos inferiores. De este modo, mantenemos unos conocimientos informáticos mínimos en todas las escalas de nuestro centro y, además, utilizamos prácticas con nuestros alumnos».