El magistrado venezolano Alejandro Rebolledo señaló que el mundo no debe olvidar que “la delincuencia organizada tiene el control de Venezuela” y se va a “resistir a perder un territorio tan vital. La situación de Venezuela es más compleja” que un problema político. Hay que decirle al mundo que el núcleo de la crisis no es “político”, es “la delincuencia organizada que tiene secuestrado a un país”.
Dicha aseveración la hizo el doctor Alejandro Rebolledo en la Universidad San Ignacio de Miami, durante el Foro: El Poder del Crimen Organizado que Gobierna en Venezuela”, donde explicó cómo el poder de las mafias, la tortura, el terrorismo y el terror controlan al Estado venezolano, planteando además algunas alternativas de cómo librarse de ellos para recuperar la democracia.
El especialista antilavado de dinero ha sido uno de los grandes luchadores contra el crimen organizado que azota a su país de origen, donde ha denunciado el robo de más de millardos de dólares por parte de la llamada revolución bolivariana.
“Calculamos que son más de 800 millardos de dólares los que se han lavado desde Venezuela en los 20 años del régimen chavista, a través de PDVSA y sus filiales, mediante sobrefacturaciones y subfacturaciones a empresas fachadas, con altos niveles de corrupción y lavado, en organismos como Cadivi y Cencoex, con los sistemas Simadi, Sitme, el convenio Aladi, la utilización del Sucre como moneda digital, el Arco Minero y la corrupción interna”.
Igualmente afirmó el record Guinness con la Clase Magistral más larga dictada en Miami sobre prevención de la delincuencia organizada transnacional, que: “Aunque lo que se vea es a Nicolás Maduro y Diosdado Cabello vociferando”, el país está controlado por una amplia red delictiva trasnacional integrada por la mafia rusa y la china, los traficantes de droga colombianos y mexicanos, contrabandistas, guerrilleros, células terroristas de organizaciones como Hezbollah y Hamas y corruptos, que están atornillados en Venezuela, desde donde extienden sus redes hacia otras partes del mundo”.
Como ejemplo menciona que del Callao, en el sur de Venezuela, parte una ruta de contrabando que lleva a Churaguara, también en Venezuela, y de allí a la isla holandesa de Aruba y a Italia. Entre 250 y 350 kilos de oro salen de Venezuela a bordo de pequeños aviones que hacen de 3 a 4 vuelos semanales, agrega.
La ruta está vigilada por guerrilleros colombianos y militares venezolanos en activo, y hay otras para drogas, por las que a la vez trafican con oro, coltán o petróleo, que luego se venden en el mercado negro, y que se complementan con redes de lavado de fondos.
Rebolledo indicó que PDVSA, que ha sido convertida en una lavadora de dinero sucio, que tiene acuerdos con la petrolera estatal cubana para burlar las sanciones impuestas por EE.UU. y vender ese petróleo de contrabando.
En uno de sus libros sobre el crimen organizado, “Así se lava el dinero en Venezuela”, el magistrado de la sala de casación penal del Tribunal Supremo de Venezuela, busca demostrar cómo la delincuencia organizada encuentra nuevas herramientas para poder ocultar el origen ilícito de sus recursos, financiar delitos y obtener ganancias. “Allí, asegura, en 19 años se lograron lavar en Venezuela billones de dólares a través de la corrupción y la creación de empresas fachadas”.
Señala que si finalmente el régimen de Nicolás Maduro cae y Juan Guaidó encabeza una transición hacia la democracia, las redes delictivas buscaran la manera de “desviar sus operaciones y abrir nuevas rutas para cumplir con sus compromisos”.
Enfatizó que “Es sumamente importante el apoyo internacional para que sea posible recuperar la democracia y la justicia, porque lo que hasta ahora está en el control de Venezuela repercute en el orden y la paz mundiales”.
En el foro participaron también Armando Valladares, ex preso político cubano y activista de Derechos Humanos, y Joseph Humire, experto en antiterrorismo y seguridad nacional.