El expresidente maldivo Abdulla Yameen fue detenido hoy después de que un juez ordenase prisión preventiva para él por supuestamente tratar de sobornar a un testigo en su contra por un caso de malversación de 90 millones de dólares de una compañía estatal.
El juez Ahmed Hailam aceptó la petición de la fiscalía del archipiélago y ordenó el arresto de Yameen hasta que concluya el caso, que de ser demostrado supondría el mayor escándalo de corrupción en el archipiélago, comprobó Efe durante la audiencia del exmandatario.
El expresidente, que perdió las elecciones generales del pasado septiembre tras una grave crisis institucional y política, fue detenido por la policía al terminar la vista preliminar del juicio.
Yameen está acusado de beneficiarse de la malversación de unos 90 millones de dólares obtenidos por la Corporación de Mercadotecnia y Relaciones Públicas (MMPRC) a través del arrendamiento de islas y lagunas.
La cantidad robada fue presuntamente blanqueada por una compañía llamada SOF, dedicada a varios tipos de negocios relacionados con hostelería y organización de eventos, la misma que supuestamente transfirió un millón de dólares a la cuenta de Yameen en el Banco Islámico de Maldivas.
El expresidente, que ha negado todos los cargos, intentó sobornar a testigos clave de la investigación para que cambiasen sus declaraciones, de acuerdo con los cargos presentados por la procuradora general de Maldivas, Aishath Bisham.
El abogado de Yameen, Abbas Shareef, aseguró a Efe que apelarán la detención preventiva ante un tribunal superior.
La Comisión Anticorrupción, encargada de la investigación del caso, “ha sido incapaz de probar que el millón de dólares transferido por SOF a la cuenta de Yameen sea dinero público obtenido gracias a la corrupción”, dijo Shareef.
Hace un año, la decisión del Tribunal Supremo de rehabilitar en sus escaños a doce parlamentarios contrarios al Gobierno de Yameen y tumbar las sentencias contra nueve líderes opositores desencadenó una crisis institucional y política en el país.
El entonces presidente decidió no acatar el fallo del máximo órgano judicial y en febrero del pasado año declaró el estado de emergencia, al asegurar que el presidente del Supremo, Abdulla Saeed, y el exdictador Maumoon Abdul Gayoom habían orquestado un golpe de Estado para derrocarlo.
La situación dio un giro inesperado durante las elecciones de septiembre pasado con la victoria de la oposición, liderada por el actual presidente, Ibrahim Mohamed Solih.
ALD/EFE