Los delitos más rentables del crimen transnacional en América Latina

El crimen organizado «es un mercado con demanda y oferta», dice el francés Xavier Cousquer, codirector del Programa de Asistencia contra el Crimen Transnacional Organizado (PAcCTO), firmado entre la Unión Europea (UE) y América Latina.

En ese mercado —señala— los «grupos organizados tienen una tendencia a diversificar sus actividades» y buscan ahora «tráficos que son menos penados y que tengan menos presión de las fuerzas de seguridad y la justicia»; sin embargo, señala cuatro en particular que están entre los más comunes y rentables en América Latina: drogas, trata de personas, delitos medioambientales y productos falsificados, especialmente medicinas.

Paulina Garcés, Fiscalía Ecuador; Marianne Van Steen, UE; y Xavier Cousquer, codirector del PAcCTO. / El PAcCTO

1. Drogas

La principal droga que sale de Latinoamérica es la cocaína, que se elabora mediante procesos químicos, teniendo como base la hoja de coca, planta que ha sido usada desde tiempos ancestrales como medicina o estimulante natural.

El Informe Mundial de Drogas 2018 de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) señala que Bolivia, Colombia y Perú concentran los cultivos ilícitos de coca en el mundo, principalmente para la elaboración de cocaína.

Hasta 2016, según ese documento, Colombia tenía 146.000 hectáreas de cultivos ilícitos, Perú 43.900 y Bolivia 23.100, siendo este último el único país en reducir sus cifras desde 2010.

No obstante, se han detectado y desmantelado laboratorios clandestinos para la elaboración de cocaína y derivados, además de en esos tres países, en El Salvador, Honduras, Argentina, Brasil, Chile, Ecuador, Paraguay y Venezuela. «La cocaína tiene mucha demanda en EE.UU. y Europa», dice Cousquer.

Otras de las drogas que se producen en la región son heroína, metanfetamina, anfetamina y marihuana.

2. Trata de personas

El tráfico de humanos es un problema creciente a nivel mundial, según el Informe Global sobre Trata de Personas 2018 de la ONU. De los 225.000 casos registrados desde 2003 por el organismo, 24.000 de ellos en 2016, el mayor crecimiento ha sido en Asia y en el continente americano.

En Centro América y el Caribe, el 80 % de las víctimas de trata de personas es de sexo femenino. La cifra más alarmante es que 66 % de los casos se trata de niños, tanto varones como hembras.

Desde esta subregión, las víctimas tuvieron como destino principalmente EE.UU. y México. El 87 % de los casos fue para explotación sexual, 5 % para trabajo forzado, mientras que 8 % para otros propósitos.

Entretanto, en América del Sur, el 80 % de las víctimas son del sexo femenino: 51 % mujeres adultas y 37 % menores de edad. En esa subregión, 58 % son para casos de explotación sexual, 32 % trabajos forzados y 10 % para otras intenciones.

De acuerdo al informe de la ONU, la mayoría de los casos de trata de personas tiene como destino otros países de la misma región. Sin embargo, también son llevadas a Europa y EE.UU.

«Hay un fenómeno de trata importante que sale de Paraguay hacia Argentina, para trabajo forzado», dice Cousquer, quien señala que «cuando es para prostitución, que es en la mayoría de los casos, es más hacia países Europeos, EE.UU. y Canadá».

Dentro de este delito, está el «tráfico de migrantes«, menciona el codirector del PAcCTO, y señala que «era algo más limitado en América Latina […] pero, ahora, con la crisis venezolana esto también ha aumentado».

3. Delitos medioambientales

«Los delitos ambientales son una de las actividades criminales más lucrativas a nivel transnacional. El valor monetario de estos ilícitos alcanzó en 2016 entre 91.000 millones y 259.000 millones de dólares anuales», quedando ligeramente detrás de las drogas y la trata de personas, dice una nota de ONU Medio Ambiente.

Campamento de minería de oro ilegal en Puerto Maldonado, Perú, agosto de 2018. / Reuters

Cousquer señala que los crímenes ambientales pueden incluir «el tráfico de madera preciosa, especies protegidas, minería ilegal» y dice que, por lo general, «son tráficos fáciles, poco conocidos y las penas son mínimas».

Según el texto ‘El aumento del crimen ambiental’, publicado por la Organización Internacional de Policía Criminal (Interpol) y ONU Medio Ambiente en 2016, en América Latina hay un predominio de extracción ilegal de oro, que está relacionado con los carteles de la drogas.

Estimaciones revelan que, por ejemplo, en Perú el 28 % de la extracción de este metal precioso es hecho de manera ilegal, en Bolivia asciende al 30 %, en Ecuador a 77 %, en Colombia al 80 % y en Venezuela entre el 80 y 90 %.

De acuerdo al documento, esta actividad ilegal, a su vez, crea espacios para el tráfico de personas, la explotación laboral y sexual, y el trabajo infantil.

Área deforestada en el Amazonas, debido a la minería ilegal en Madre de Dios, Perú, febrero de 2019. / Cristobal Bouroncle / Reuters

Otro ejemplo es la tala ilegal. Según la organización Global Witness, que recoge datos del Organismo de Supervisión de los Recursos Forestales (OSINFOR) de Perú, en un texto que denominaron ‘El justiticero forestal’, señalan que en el territorio peruano, en la última década «se han talado ilegalmente al menos 2,5 millones de metros cúbicos de madera» y «los madereros han falsificado más de 133.300 ubicaciones de árboles en sus planes operativos a fin de hacer pasar como legal, es decir blanquear, madera talada ilegalmente».

4. Productos falsos, especialmente medicinas

Según datos de la Alianza Latinoamericana Anticontrabando (ALAC), ofrecidos en una reunión en agosto de 2018 en Brasil, la piratería, junto al contrabando, mueven unos 80.000 millones de dólares anuales en América Latina.

Cigarrillos, textiles, calzados, bebidas alcohólicas y audiovisuales son los sectores más afectados por las falsificaciones y piraterías; aunque ningún área escapa a ello.

Pero también están las medicinas. Desde 2013, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha recibido 1.500 notificaciones de casos de productos de calidad subestándar o falsificados; entre ellos, los antipalúdicos y los antibióticos son los más frecuentemente citados. «La mayoría de las notificaciones (42 %) proceden del África subsahariana, el 21 % de las Américas y el 21 % de la región de Europa», dice una nota del organismo.

Destrucción de desmalezadoras y motosierras falsificadas en Paraguay, octubre de 2018. / Ministerio Público de Paraguay

Uno de los casos más grandes de falsificación de medicinas en América del Sur se registró en Ecuador, según la Fiscalía de ese país. En julio de 2017, las autoridades incautaron 18 toneladas de medicamentos falsos, que incluían multivitamínicos, antibióticos, antiinflamatorios y otros. Por este delito, fue condenado, apenas a cinco años de prisión, Andrés Omar V. E., gerente de la empresa, que llevaba por nombre Mediveza.

El PAcCTO

El PAcCTO, que se comenzó a gestar en 2015, pero que se activó plenamente en 2017, surgió de las conversaciones entre la UE y la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), dijo en entrevista con RT la embajadora de la UE en Ecuador, Marianne Van Steen.

Según la diplomática, el programa está pautado para cinco años y se han destinado 19 millones de euros [poco más de 21 millones de dólares] para asistir a los países que lo quieran en materia de asistencia contra el crimen organizado transnacional. 

¿Cuánto se incauta al crimen transnacional?

Desde este miércoles 27 de febrero, hasta el viernes 1 de marzo, se realiza en Quito, capital de Ecuador, el taller regional sobre ‘Bienes procedentes del delito y cooperación internacional en la materia’, organizado por el PAcCTO.

En el taller participan representantes de fiscalías y órganos de justicia de Perú, Cuba, México, Costa Rica, Colombia, Ecuador e integrantes europeos del PAcCTO. «No se trata solamente de una capacitación de tres días, la idea, realmente, es establecer una red entre expertos que trabajan todos los días en estos temas», dijo Van Steen.

Cousquer, Van Steen y Garcés con participantes del taller del PAcCTO en Ecuador, febrero de 2019. / El PAcCTO

«Esta temática de los bienes procedentes del delito es un tema fundamental para luchar contra el crimen, porque si no privamos a los grupos organizados de sus beneficios van a seguir actuando y van a aumentar sus actividades», mencionó Cousquer.

La embajadora señaló, citando estudios y estimaciones de la ONU, que de las ganancias del crimen organizado en el mundo, apenas se recupera el 10 %.

La idea es «conseguir que los malos trabajen para nosotros«, manifestó, por su parte, Antonio Roma, coordinador del Componente de Cooperación entre Sistemas de Justicia del PAcCTO, y, con esa frase, explicó que el objetivo es que los fondos de las incautaciones al crimen organizado se utilicen para seguir combatiendo a estas actividades ilícitas.

«Los bienes están por todos lados, grandes grupos criminales tienen pertenencias en cualquier país del mundo […] hay inmobiliarios, carros, dinero, tanto en sus naciones de origen, como fuera», señaló Cousquer e indicó que ahí radica la importancia de la cooperación.

Incautación de droga, en Barranquilla, Colombia, 2 de abril de 2017. / Colombian Police / Reuters

El codirector de el PAcCTO, tomando como referencia la experiencia europea, señaló que en ese continente se estableció que cuando los bienes o activos incautados al crimen organizado no supera los 10.000 euros [poco más de 11.000 dólares] se los queda el país que los incauta; mientras, si es un monto superior, se divide en 50 % para el Estado que lo recupera y 50 % para el que lo ha requerido.

Cousquer mencionó que en los países de la región los procesos de incautación, extinción de dominio (mecanismo mediante el cual el Estado persigue y se adjudica bienes de origen ilícito) y cooperación internacional en esta materia son lentos.

«La realidad del funcionamiento de las autoridades centrales en América Latina hoy en día, corresponde más a la justicia del inicio del siglo XX, que a la realidad del siglo XXI», enfatizó.

ALD/Actualidad

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