Así lo indicó Jay Clayton, presidente de la Comisión del Mercado de Valores estadounidense (SEC, acrónimo en inglés), este viernes en un foro en la Universidad de Fordham en Nueva York, donde analizó las iniciativas adoptadas por el regulador en 2018 y la agenda de este año.
Clayton explicó que autoridades e industria han tratado en diferentes encuentros los cambios que creen necesarios en la estructura del mercado de valores, haciendo hincapié en el desfasado sistema nacional de negociación de acciones (NMS), cuya regulación no se ha modificado en años. «Es la regulación fundamental que rige en la estructura del mercado de valores, pero ha estado casi sin tocar desde que se adoptó en 2005 (…). Algunos de los retos que enfrentamos hoy pueden, de hecho, ser consecuencia de la Regulación NMS y otras normas», señalo.
Ya se han tomado medidas
El año pasado se adoptaron ya, en ese sentido, varias medidas: un polémico programa piloto para reducir la «tasa de transacción» exigida por mercados como la Bolsa de Nueva York o el Nasdaq, que han litigado en su contra, o reglas de transparencia para las prácticas de los «brókers» privados, entre otros asuntos.
De cara este año, la SEC tiene como principios la misión de «proteger a los inversores» y, en concreto, «centrarse en los intereses a largo plazo» de los más pequeños, además de «revisar» a fondo su regulación para «comprobar si funciona como se pretendía, particularmente a medida que la tecnología» evoluciona.
Consideran facilitar sus intercambios en este segmento mediante restricciones a ciertos «privilegios» bursátiles
Las cuestiones más urgentes son actualizar la estructura de los mercados con poco volumen de negociación; combatir el fraude entre inversionistas y mejorar su acceso al mercado y a los datos que se generan, según desgranó Clayton «a título personal» junto al director de Negociaciones y Mercados de la SEC, Brett Redfearn.
Los altos funcionarios indicaron que a los inversores y pequeñas empresas les afecta la escasa liquidez de los mercados con poco volumen de negociación, que pueden resultarles costosos, por lo que consideran facilitar sus intercambios en este segmento mediante restricciones a ciertos «privilegios» bursátiles.
Mejorar el acceso a los datos
En cuanto al fraude, Clayton se mostró tajante en que la SEC debe proteger a los «inversores de Main Street» (minoristas) frente a malas prácticas que siguen tendencias y que en los últimos años han impactado a los sectores de la minería, la tecnología y los activos digitales, solución que pasa por mejorar la información disponible.
«También tengo una gran preocupación por los valores de muy bajo precio conocidos como ‘penny stocks’. Negociados en el mercado extrabursátil (OTC), parecen tener una atracción gravitatoria para los estafadores, que se aprovechan de los inversores minoristas que quieren ganancias sobredimensionadas», explicó el presidente.
En lo que respecta a los datos del mercado y su acceso, Clayton destacó que esta es el área donde la tecnología ha dejado más obsoleta a la regulación actual, ya que los paquetes de información que distribuye el propio sistema nacional «ya no son suficiente» para que los inversores negocien de manera «competitiva».
En Estados Unidos, explicó Redfearn, el sistema de datos se remonta a 1970, lo que lleva a cuestionar si está contribuyendo a un mercado discriminatorio, y más cuando instituciones e industria han alertado de que los datos públicos centralizados son «más lentos» que los de las firmas privadas, y no tienen los mismos contenidos.
En el acto también intervino Craig Philips, asesor del secretario del Tesoro, que destacó un «importante» descenso del 15% en el número de empresas cotizadas en los últimos 20 años y que, en la misma línea que los líderes de la SEC, reivindicó una mayor adaptación tecnológica y «protección» del inversor minorista.
ALD/Economiahoy