El Centro de Focalización de Financiamiento del Terrorismo (TFTC) convocó esta semana un taller regional de creación de capacidad en Riad enfocado en los esquemas de financiamiento ilícito iraní y los riesgos que Irán plantea para el sistema financiero internacional.
El TFTC, lanzado en 2017, es un esfuerzo multilateral entre los Estados Unidos, Arabia Saudita, los Emiratos Árabes Unidos, Kuwait, Bahrein, Qatar y Omán para contrarrestar el financiamiento del terrorismo.
Durante el ejercicio, se presentó a los países miembros una serie de estudios de caso que resaltan los esquemas de financiamiento ilícito y evasión de sanciones relacionados con Irán. Irán implementa estas tácticas para eludir los esfuerzos para detectar, desalentar y prevenir el lavado de dinero y el financiamiento del terrorismo en países de todo el mundo. Los participantes trabajaron a través de las mejores prácticas y los pasos que sus gobiernos han tomado o podrían tomar para perturbar aún más las actividades malignas del régimen iraní.
Los estados miembros del TFTC también ofrecieron orientación de expertos para cumplir con las normas internacionales de Resoluciones del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas (UNSCR) y el Grupo de Acción Financiera Internacional (FATF). Las discusiones se centraron en los esfuerzos clave para contrarrestar la financiación de la proliferación de armas de destrucción masiva, las vulnerabilidades de las empresas comerciales en general y el fortalecimiento de la transparencia financiera en el sector privado mediante la diligencia debida con los clientes y otras medidas preventivas. Los participantes también discutieron la importancia de regular y supervisar de manera efectiva las actividades financieras de los activos digitales y los proveedores de divisas digitales relacionados para combatir el lavado de dinero y contrarrestar la financiación del terrorismo (ALD / CFT).
El taller de creación de capacidad ayuda a avanzar en la misión principal del TFTC de interrumpir el flujo de fondos ilícitos a terroristas y organizaciones terroristas. Los estados miembros llevarán las lecciones aprendidas a sus países para ayudarles a identificar formas en que puedan fortalecer sus regímenes de sanciones, cerrar vulnerabilidades y trabajar más eficientemente juntos para combatir el financiamiento del terrorismo.