Un juez londinense asegura que el armador griego orquestó un plan para que hombres que se hacían pasar por piratas atacaron y prendieron fuego a su petrolero, en un elaborado fraude para obtener 77 millones de dólares en dinero de seguros.
En 2011, Marios Iliopoulos atrajo al capitán y al ingeniero jefe del buque, así como a siete guardacostas yemeníes, a una conspiración frente a las costas de Yemen que aún está siendo investigada por la policía de la ciudad de Londres, según dictaminó el juez Nigel Teare.
Poniendo fin a años de batallas legales, la sentencia desestimó una reclamación de Suez Fortune Investments, una empresa vinculada a Iliopoulos, y su banco griego para obligar a un sindicato de aseguradores a pagar.
«La pérdida total y constructiva del Brillante Virtuoso fue causada por la mala conducta deliberada del propietario, el señor Iliopoulos», dijo Teare. «Los motivos de los hombres armados no eran robar o rescatar el barco o robar a la tripulación, sino ayudar al propietario a cometer un fraude contra los aseguradores».
Teare dijo que Iliopoulos, que había comprado ocho petroleros entre 2004 y 2008, inició el plan porque el buque comenzó a perder dinero después de que el mercado de carga colapsara en 2008.
«Iliopoulos tenía un motivo para querer que el buque fuera quemado, a saber, la presentación de una reclamación fraudulenta por la pérdida total del buque por valor de unos 77 millones de dólares que, de tener éxito, resolvería las graves dificultades financieras en las que se encontraban él y sus empresas en ese momento», aseguró Teare.
El juez puso en duda la fiabilidad de Iliopoulos, algo que ya había hecho otro juez en audiencias anteriores. No testificó en estas audiencias y también trató de ocultar los archivos relevantes.
Los detalles espeluznantes del caso continuaron después del falso ataque pirata, que incluyó a los atacantes detonando una granada para iniciar el fuego. Iliopoulos había argumentado que los abogados de Talbot Underwriting Ltd., las aseguradoras, habían violado la ley al utilizar investigadores privados para tratar de obtener registros médicos, datos de pasaporte y manifiestos de vuelos para él y sus socios comerciales.
Los abogados de las aseguradoras lo acusaron de estar detrás del robo de esos correos electrónicos, lo que condujo a un intercambio hostil en el que Iliopoulos advirtió que los que hicieran acusaciones en su contra serían considerados responsables.
ALD/ bloomberg