Hace más de 10 años la población Candelilla de la Mar, municipio Tumaco fue tomada por una facción del grupo guerrillero del Ejército de Liberación Nacional (ELN). Hoy cuentan con el resguardo del Puesto Fijo de Avanzada de la Armada Nacional de Colombia, pero no tienen vigilancia policial, según Carolina Bone, moradora.
Unas 150 familias colombianas se desplazaron por Candelilla de la Mar a Palma Real, por un enfrentamiento armado entre los grupos Contadores y de Oliver Sinisterra. Estas familias regresaron a sus comunidades luego de recibir ayuda humanitaria, indicó Daisy Marquínez, presidenta del GAD parroquial de Ancón de Sardinas.
Según Marquínez las relaciones y movilidad se mantienen en expectativa por lo que pueda suceder con los grupos armados en Colombia. Por ello pide al Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur), Gobierno y autoridades de Esmeraldas la atención en servicios en caso de un nuevo flujo masivo de desplazados colombianos.
La preocupación en este poblado se origina ante un repunte de secuestros, atentados, extorsiones y el regreso de las FARC.
Esta situación generaría delitos en unos catorce municipios del departamento de Nariño, donde también el grupo irregular Águilas Negras, amenazó con hacer una ‘limpieza social’, dando un plazo de diez días para que renuncien varios funcionarios municipales.
Se le suma la injerencia de carteles mexicanos con candidatos a las elecciones regionales del próximo 27 de octubre, según la denuncia de la fundación Paz y Reconciliación.
Nelson Ahumada, comandante de la Infantería de Marina Nº 4 de Colombia, indicó que se mantiene en colaboración continua para contener las amenazas del crimen transnacional.
El despliegue de seguridad de ambos países ha logrado reducir el tráfico ilegal de químicos, combustibles, armas, municiones, explosivos, droga, por pasos clandestinos en vías terrestres y fluviales entre Ecuador y Colombia.
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