Asesores Fiscales han coincidido con Valentín Pich, presidente del Consejo General de Economistas, en que todo este coste se va a producir además cuando los tiempos y la situación institucional hacen muy difícil que la reforma se aprueben en España.
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Es decir, elevado coste por el efecto anuncio de algo que muy probablemente no se haga o con impacto limitado. Pero el daño ya está hecho, han alertado.
En este sentido, Pich ha lamentado que en España se hagan anuncios de reforma fiscal al alza, sobre todo en impuestos patrimoniales, en aras del «relato» y para contentar a determinados partidos, cuando el vecino Portugal hace lo contrario y busca ser competitivo sin sospecha de tener menos sensibilidad social.
Rubio ha recordado la atracción que supone Portugal para grandes patrimonios y el efecto frontera que supone respecto a Extremadura, por ejemplo. El catedrático ha lamentado, con Durán, que buena parte de las distorsiones y cambios de residencia las produzca un impuesto que no existe en los países de nuestro entorno y que tiene una recaudación reducida.
Rubio y Durán son partidarios por lo tanto de suprimir Patrimonio y mantener Sucesiones y Donaciones, pero armonizándolo a la baja y eliminando elementos distorsionadores. En concreto, el catedrático de la Universidad de Castilla-La Mancha ha abogado por que los tipos se sitúen en un horquilla entre el 3% y el 10%. En este escenario, ha apuntado Durán, no serían necesarios los incentivos a la empresa familiar, que cree que ahora mismo suponen un régimen especial que podría ser cuestionado.
Subida fiscal a inmuebles
Así, Rubio, que fue miembro del comité de expertos de la reforma de la financiación, ha destacado que el Impuesto de Patrimonio ya produce un «efecto neto de pérdida de recaudación» por la salida de capitales e inversiones que ocasiona y porque impacta negativamente en los ingresos de otros impuestos como el IRPF.
A todo esto se suma la entrada en vigor en enero del nuevo valor de referencia de los inmuebles en Patrimonio, Sucesiones y Donaciones e ITP-AJD, que va a elevar la factura fiscal, han coincidido, además de introducir más distorsiones y elevar la litigiosidad, el asunto que precisamente se quería contener. «Se trata de un cambio de envergadura para que se mantengan los problemas ahora vigentes», han avisado sobre la reforma que ultima Hacienda a partir de la Ley de Lucha contra el Fraude Fiscal.
