En el marco del Foro Global del Comité Judío de Estados Unidos, el secretario general de la Organización de Estados Americanos, Luis Almagro, volvió a alertar sobre la presencia de grupos terroristas en la región, y sus vínculos con las dictaduras de Venezuela y Cuba.
El diplomático uruguayo fue distinguido en el evento como «Campeón de la Democracia». En su discurso frente a casi 2.500 personas, denunció que Venezuela funciona en la actualidad como una «sólida base de operaciones» para el grupo terrorista Hezbollah y el régimen de Irán, que en los últimos tiempos ha incrementado su presencia en la región.
«La base operativa que encontraron Hezbollah e Irán en el continente puede generar desestabilización en los sistemas políticos, operaciones de apoyo al terrorismo, más crimen organizado y actividades relacionadas», advirtió el ex canciller uruguayo.
«Que las dictaduras que tenemos en las Américas permitan y alienten una cabecera de puente para Irán y Hezbollah en la región es de una perversidad tremenda, no sólo porque afectan a la estabilidad y seguridad del continente, sino porque comprometen su futuro», agregó.
Almagro denunció que Venezuela funciona como base de operaciones de Irán, también hizo mención a la presencia en suelo venezolano del ELN, «disidentes de las FARC, carteles de la droga, traficantes de metales preciosos, bandas organizadas, maras y demás expresiones del crimen».
En esa línea, indicó que «situaciones como las de Venezuela y Cuba plantean desafíos gigantescos en una lucha que no podemos abandonar porque hoy tenemos en la región más de 40 millones de personas que viven bajo regímenes autocráticos».
Ante las constantes amenazas de Irán y sus vínculos con organizaciones extremistas, Almagro destacó a Israel como una democracia con la cual la OEA «comparte valores y un modo de ver la vida». Calificó al gobierno de Benjamin Netanyahu, asimismo, como «un socio fundamental del sistema interamericano».
También se refirió al antisemitismo y destacó la labor de la OEA contra esos casos: «Es uno de esos fenómenos tan odiosos que debe ser sofrenado desde sus formas más incipientes. Y es un trabajo constante, hay que permanentemente recordar y tener presente que el ser humano es capaz de gestos humanos de infinita grandeza pero también de la peor de las abyecciones».
«Las medidas concretas tienen que ver con eso, con transformar en norma jurídica las definiciones, con mantener vivo el recuerdo de la atrocidad y con trabajar con las generaciones jóvenes para evitar que el vértigo de las sociedades modernas nos impida pensar y recordar. Debemos tener presente que el antisemitismo puede tener la forma de discriminación cotidiana pero también de los atentados terroristas más grandes. Tenemos que estar permanentemente alertas respecto a sus expresiones en todas las dinámicas sociales pero también en la dimensión política más elevada», concluyó.
Infobae
