Hugo Armando Carvajal, El Pollo Carvajal, seguirá encerrado en la prisión de Estremera (Madrid). El jefe de la contrainteligencia venezolana hasta 2014, capturado en 2021 tras permanecer dos años fugado de la justicia española, ha fracasado de nuevo en su intento de quedar libre.
Antilavadodedinero / Elpaís
La Audiencia Nacional ha rechazado este jueves la última solicitud del militar, que pidió la pasada semana que lo excarcelarán a la espera de que el Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH) resuelva el recurso que tiene pendiente sobre su extradición a Estados Unidos.
“El riesgo de fuga no solo persiste, sino que se ha incrementado”, han concluido los magistrados al negar su pretensión.
Los jueces no se fían de El Pollo, que ha puesto en práctica todo tipo de maniobras para tratar de impedir su entrega a EE UU, que lo reclama por narcoterrorismo. Persona de confianza de Hugo Chávez y Nicolás Maduro hasta su salida de Venezuela tras romper con el régimen, su historia lo delata como un hombre escurridizo. Aterrizó en España en 2019 con un pasaporte falso a nombre de Adolfo José Mouriño.
A las pocas semanas, la Policía lo detuvo, activando así el proceso de extradición, a la que la Audiencia Nacional dio luz verde ese mismo año. Pero no iba a resultar tan fácil. Entonces, aprovechando que se encontraba en libertad mientras se resolvía el asunto, el militar se fugó.
Carvajal permaneció dos años en la sombra. De 2019 a 2021, se mudaba con asiduidad de piso y apenas salía, según relataron fuentes policiales cuando lo volvieron a capturar en septiembre del pasado año.
Desde ese momento, se encuentra encarcelado y los magistrados han rechazado todas sus peticiones de quedar en libertad. Además, en ese tiempo, la Audiencia Nacional ha aprobado definitivamente su extradición a Estados Unidos, tras resolver toda una batería de alegaciones y maniobras, que ha incluido recursos ante el Tribunal Supremo y peticiones de asilo.
El tribunal lo ha llegado a acusar incluso de poner en marcha una estrategia “dilatoria”, que le ha permitido frenar hasta hoy su extradición. De hecho, esta se encuentra suspendida a la espera exclusivamente de que el TEDH resuelva su último recurso. Teóricamente, esta es la última bala que le queda para evitar su embarque hacia EE UU.
“La decisión de entrega es definitiva, tanto en vía jurisdiccional como gubernativa, habiéndose desestimado asimismo las peticiones de asilo y protección internacional interesadas, estando solo a la espera de la decisión del Tribunal Europeo de Derechos Humanos”, han recordado este jueves los magistrados de la Audiencia Nacional.
Esta situación genera, en opinión de los jueces, que el riesgo de fuga latente sea mayor que antes. Por ello, la prisión preventiva no es solo “necesaria”, sino “imprescindible”, destaca el tribunal.