La ley de amnistía fue pactada con los independentistas catalanes de ERC y de Junts a cambio de sus apoyos a la investidura de Sánchez
El Congreso de los Diputados ha aprobado este jueves la ley de amnistía definitivamente y ya la ha dejado en manos de los jueces, que serán los encargados de aplicarla una vez que la ley sea publicada en el BOE y entre en vigor.
Seis meses después de ser registrada en la Cámara Baja por el Partido Socialista en solitario, pero con el apoyo expreso de todos los socios de Gobierno y parlamentarios, la ley que prevé amnistiar a cerca de 370 encausados por el ‘procés’ ha visto la luz con el apoyo de 177 votos a favor frente a 172 en contra.
Una norma que el Ejecutivo aprueba «en favor de la normalización de la convivencia en Cataluña» y que fue pactada con los independentistas catalanes de ERC y de Junts a cambio de sus apoyos a la investidura del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez.
La vida sigue casi igual siete años después de que Cataluña declarara durante siete segundos la independencia. Pedro Sánchez ha consumado este jueves su pago al separatismo.
El Congreso de los Diputados ha aprobado definitivamente la ley de amnistía con 177 votos a favor y 172 en contra. Su siguiente destino es el BOE. Y ya queda en manos de los jueces, que serán quienes la apliquen.
l problema es que los secesionistas avisan: «la lucha continúa». Los aliados separatistas del Gobierno ya piensan en el referéndum que ven factible dada la debilidad del Ejecutivo. Incluso se han jactado de ello.
La deriva política de Sánchez, cercado por el caso Koldo y la vertiente que apunta directamente a su mujer, Begoña Gómez, le ha llevado a mimetizar su discurso agrio contra la judicatura con el del independentismo. El líder socialista y sus aliados de Junts y ERC tienen en las togas un adversario común.
El pleno -bronco, duro y plagado de gritos de ‘traidores’ de los diputados de Vox a la mayoría del Ejecutivo- que ha dado luz verde definitiva a la medida de gracia ha servido de cámara de resonancia contra los justicia «prevaricadora» que no se ha «democratizado» tras la dictadura y que practica «golpes» cuando la política no camina. Hasta la portavoz de Junts, Miriam Nogueras, ha usado el recurrido eslogan de «máquina del fango» para referirse a los jueces.