Así es la misteriosa isla de las orgías en el Caribe de Jeffrey Epstein

Aquí es donde Epstein, condenado por delitos sexuales hace una década en Florida y ahora acusado en Nueva York de abusos a menores, escapaba del trabajo duro de cortejar a ricos y poderosos.

El multimillonario usaba esta propiedad como retiro y también como paraíso fiscal. Los lugareños la bautizaron con otros nombres: Isla Pederasta e Isla de las Orgías.

Desde el puerto de Saint Thomas, el bote avanza hacia el este por el Caribe cristalino, gira y se encuentra con el paraíso rodeado de palmeras y otrora reducto privado de Jeffrey Epstein. Todo está muy tranquilo en la isla Little Saint James. Epstein la apodó Little Saint Jeff’s. Los lugareños la bautizaron con otros nombres: Isla Pederasta e Isla de las Orgías.

En la brisa flamea una bandera estadounidense encumbrada en un poste. Un edificio azul y blanco que se asemeja a un templo se ubica sobre una de las colinas. La piscina y las cabañas se pueden ver en la distancia. No hay tráfico en los sinuosos caminos de tierra, no hay personas en el muelle o en la playa.

Aquí es donde Epstein, condenado por delitos sexuales hace una década en Florida y ahora acusado en Nueva York de abusos a menores, escapaba del trabajo duro de cortejar a ricos y poderosos.

Durante años, Epstein, de 66 años, se relacionó con expresidentes y futuros jefes de Estado, además de figuras del mundo de los negocios y celebridades. En Saint Thomas siempre ha sido objeto de una enorme especulación. Los turistas todavía suben a botes para echar un vistazo a la isla donde, según un exempleado, Epstein recibió a mujeres jóvenes que viajaban a Saint Thomas con él y eran transportadas en grupos a bordo del barco Lady Ghislaine,aparentemente llamado así por su amiga Ghislaine Maxwell.

Un paseo junto al mar en la isla de Epstein, con esculturas de loros gigantes.
Un paseo junto al mar en la isla de Epstein, con esculturas de loros gigantes.

Epstein solía aterrizar en Saint Thomas a bordo de su jet privado antes de ser trasladado en helicóptero a su lugar de retiro, de unas 300 hectáreas. Invirtió una fortuna después de comprarla por 7,95 millones de dólares en 1998 para construir vías, plantar decenas de palmeras, instalar varias villas y la estructura tipo templo, que tenía una cúpula dorada hasta que el huracán Irma arrasó con ella, según los habitantes de la zona.

El tamaño y la fuente de la fortuna de Epstein son objeto de interrogantes tanto en la isla como en Wall Street. Banqueros y administradores de fondos se preguntan exactamente en qué consistía su negocio, con teorías que van desde ayudar a los ricos entre los ricos a reducir sus impuestos hasta la compra y venta de divisas.

Otra vista de la isla de Epstein.

ALD/ElPaís

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