Así ‘lavan’ dinero a través de los videojuegos

La industria de los videojuegos comienza a ser uno de los sectores más lucrativos del mundo, superando ya a los grandes pilares del ocio como el cine y la televisión. El año pasado, este imperio digital movió más de 147.000 millones de euros, un 20% más que en 2019, según la consultora de deportes electrónicos Newzoo. Teniendo en cuenta que el cine venía generando más de 41.000 millones de dólares, es normal que los cibercriminales hayan visto en los videojuegos un filón para cometer sus fechorías. En concreto, lavar dinero. Por su carácter digital, los juegos online son la herramienta preferida para el blanqueamiento de capitales, por parte de delincuentes de bajo perfil y organizaciones delictivas.

Antilavadodedinero / pandasecurity

Videojuegos como Grand Theft Auto V, en su versión online, permite al jugador construir un emporio del crimen, sustentado en todo tipo de negocios ilegales (de los que pueden participar otros usuarios para ayudarle) como la venta de vehículos robados, drogas y armas ilegales, hasta el lavado de dinero. Que, a modo de sátira, se realiza en lavadoras industriales con operarios que preparan e incluso secan los billetes.

En este mismo juego, con dinero real se pueden comprar monedas virtuales, con las que conseguir mejoras o contenido, dentro del título, como vehículos, garajes, barcos, armas o ropa para el personaje. Así pues, “la posibilidad de hacer compras internas en los videojuegos, es la vía que utilizan los ciberdelincuentes para blanquear dinero. Mientras los usuarios utilizan pequeñas sumas de dinero para comprar vestimentas a sus personajes preferidos, de fondo hay todo un mercado negro”, destaca Hervé Lambert, Global Consumer Operations Manager de Panda Security.

Las reventas con descuentos pueden ser dinero blanqueado

La táctica consiste en utilizar el dinero obtenido a través de actividades ilegales (como la compra venta de droga en la deep web), de tarjetas de crédito robadas con técnicas de phishing o cuentas de PayPal sustraídas; para comprar monedas virtuales o ítems del juego. Posteriormente, estos objetos virtuales son revendidos a otro jugador, que desconoce tanto el origen de la compra como el usuario que realiza la venta, normalmente con un pequeño descuento. De esta forma se aseguran revender de forma rápida y exponerse lo menos posible.

Este dinero retornado al mundo real está ya blanqueado. Siempre y cuando la compañía a la que pertenece la moneda virtual no sea un sujeto obligado. Una condición que se otorga a distintas entidades y personas por parte del régimen de prevención del blanqueo de capitales, vigente en España. De esta forma, están obligados a remitir al Sepblac (Servicio Ejecutivo de la Comisión de Prevención del Blanqueo de Capitales e Infracciones Monetarias) operaciones sospechosas.

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