Julian Assange fundador de WikiLeaks, reveló este martes que quedó liberado tras declararse “culpable de haber hecho periodismo”, en su primera declaración pública desde su salida en junio de una prisión en Reino Unido.
“No soy libre hoy porque el sistema funcionó, sino porque, tras años de encarcelamiento, me declaré culpable de haber hecho periodismo”, subrayó Assange.
Sus palabras fueron una comisión del Consejo de Europa en Estrasburgo, Francia, que analiza las condiciones y el impacto de su detención.
Assange viajó desde Australia mismo que es su país natal, hasta Estrasburgo, para un simbólico discurso en el que recordó sus años en la celda de una cárcel de máxima seguridad.
Es importante recordar que allí permaneció recluido cinco años, sumados a los otros siete que pasó refugiado en la Embajada de Ecuador en la capital británica.
Su liberación ocurrió en virtud de un acuerdo con la justicia de Estados Unidos. Se declaró culpable de obtener y divulgar información sobre defensa nacional, entre ellos relatos de ejecuciones extrajudiciales e informaciones sobre aliados.
“Me declaré culpable de buscar información de una fuente y me declaré culpable de informar al público de la naturaleza de esa información. No me declaré culpable de ningún otro cargo”, precisó el australiano.
Asimismo, ofreció detalles de sus años en prisión resaltando lo que le afectó el encierro y lo que sufrieron otros compañeros con los que estuvo recluido.
“La transición de años de confinamiento en una prisión de máxima seguridad antes de aparecer aquí ante los representantes de 46 países y 700 millones de personas han sido un cambio profundo y surrealista. La experiencia de aislamiento durante años en una pequeña celda es difícil de transmitir. Elimina el sentido de si mismo, dejando solo la esencia bruta de la existencia. Aun no estoy totalmente preparado para hablar de lo que he soportado, de la lucha incesante por mantenerme vivo tanto física como mentalmente, ni puedo hablar todavía de las muertes por ahorcamiento, asesinato y negligencia médica de mis compañeros de prisión”.
A su vez, Julian Assange advirtió sobre la “oscura encrucijada” que atraviesa la libertad de expresión en todo el mundo, con un periodismo de investigación “amenazado” por leyes. Por tal situación, espera que su testimonio sirva ahora al menos para “exponer la debilidad de las actuales salvaguardas” para la libertad de prensa, para sacar a la luz otros casos que puedan ser “menos visibles” pero afecten a personas “igualmente vulnerables”.
“La idea es simple: los periodistas no deberían ser perseguidos por hacer su trabajo”, aseguró.
