Estados financieros confiables y apoyo a la Gerencia son algunos de los beneficios que genera una buena auditoría en las empresas.
El número de empresas activas en el Perú llegó a 2’332,218 durante el primer trimestre del año pasado lo cual representó un incremento de 7% en comparación con lo registrado en igual período del 2017, informó el socio líder de auditoría de BDO en Perú, Luis Pierrend.
“Para que las organizaciones funcionen correctamente y permanezcan en el tiempo, es trascendente que un auditor revise anualmente su contabilidad, con el fin de asegurar a los accionistas, proveedores, entidades financieras, inversionistas y terceros interesados, entre otros”, dijo.
Además, dijo que es fundamental que las cifras sean razonables, para tomar decisiones económicas y hacer análisis económicos y financieros confiables.
Buen gobierno
Comentó que una empresa se somete a estas revisiones por diversas necesidades, entre ellas, las que tienen que ver con las reglas del buen gobierno corporativo y de transparencia, por temas regulatorios, por requerimientos de las entidades financieras para otorgamientos de líneas de crédito y financiamiento y/o por otras necesidades particulares.
“En nuestro país las empresas obligadas a ser auditadas anualmente son las que cotizan en la Bolsa de Valores de Lima o que son reguladas por la Superintendencia del Mercado de Valores (SMV) y la Superintendencia de Banca, Seguros AFP (SBS)” dijo.
Asimismo, explicó que están obligadas aquellas compañías que tienen contratos celebrados con el estado.
En tanto, no necesariamente están obligadas, pero si por requerimiento, aquellas que tienen préstamos de instituciones financieras con cláusulas de cumplimiento, aquellas cuyo requerimiento es de sus accionistas o socios, por mandato de sus estatutos, societarios y aquellas que deben reportar a sus casas matriz en el exterior, entre otras circunstancias probables.
“Para efectuar la auditoría financiera es importante que las empresas cuenten con estados financieros completos. Los cuales incluyan los cuatro estados financieros, las políticas contables y notas explicativas, el análisis de sus cuentas, tener los registros contables al día, documentación societaria con toda aquella información que ayude validar las cifras de los estados financieros”, aseveró.
También mencionó los libros y registros de soporte administrativo y los contratos propios y con terceros, además de otros documentos y evidencias, de tal forma que se puedan cumplir con aplicar a cabalidad las Normas Internacionales de Auditoria aprobadas en el Perú”, precisó Pierrend.
Plana gerencial
Refiere que contar con la colaboración, responsabilidad y confiabilidad de la plana gerencial, es una pieza clave en este proceso.
Esto permite que el auditor se convierta en un asesor que proponga soluciones correctas y razonables para superar los problemas o deficiencias al interior de la empresa, de tal manera que el producto final, es decir, el informe de auditoría, contenga una opinión sin calificaciones sobre estados financieros preparados de acuerdo con las normas contables que rigen nuestro país (Normas Internacionales de información Financiera).
Durante la etapa de planeamiento, el auditor debe identificar las áreas de riesgo de una empresa para determinar el alcance del trabajo, la magnitud de las pruebas y evidencia que deberá adquirir.
Pierrend comenta que la finalidad de una auditoría financiera no es detectar fraudes. Sin embargo, bajo el sustento de las actuales normas, el auditor debe evaluar el riesgo de que existan debilidades en el sistema de control interno y contable que puedan conllevar a las personas a cometer fraude, lo que podrá ser identificado en la etapa de planeamiento e identificación de riesgos de la auditoría.
“Si bien muchas organizaciones consideran que la auditoría es un gasto sin utilidad para los accionistas de la empresa, no tienen en cuenta que el auditor apoyará a la gerencia, colaborando en mejorar los aspectos de control interno, financiero y tributario de la organización”, dijo.
Esto les permitirá, agregó, mejorar y detectar a tiempo aquellos aspectos del negocio que deben mejorar o reestructurarse para ser más eficientes, lograr economías y ser productivos y rentables.
ALD/Andina