La violencia en Brasil no se detiene y alcanza niveles alarmantes a pesar de las restricciones por la pandemia. Así lo indica el informe anual del Foro Brasileño de Seguridad Pública.
Antilavadodedinero / Actualidad RT.
En 2020, más de 50.000 personas murieron de manera violenta, casi un 5 % más que el año anterior. Es decir, hubo un homicidio cada 10 minutos. La mayoría de las víctimas eran de raza negra, sexo masculino y menores de 30 años. El 78 % de estas muertes fueron provocadas con armas de fuego.
En este contexto, más de 6.400 personas perdieron su vida a manos de la Policía. Un promedio de más de 15 fallecidos por día. Cifra récord desde que empezaron los registros y que, además, expone la brutalidad de las fuerzas del orden. Por otro lado, 194 efectivos fueron asesinados el año pasado.
Mientras el número de homicidios crece en el país sudamericano, también se registra un incremento en las cifras de tenencia de armas, con más de dos millones de artefactos en manos particulares. Según los datos del sistema de registro de la Policía Federal, la cantidad de armas se duplicó en tres años. Solo en 2020 se registraron más de 186.000.
Las estadísticas muestran que una parte de la población brasileña hizo caso a su presidente, quien manifestó la idea de que el pueblo se arme. De hecho, Bolsonaro impulsó varias medidas para liberar la tenencia de armas desde que llegó al poder en 2019. Ahora, los ciudadanos pueden poseer hasta seis armas, mientras que los tiradores y cazadores pueden comprar sin autorización hasta 60 y 30 armas, respectivamente.
Por su parte, el mandatario asegura que su política armamentística tiene como fin combatir la violencia en el país.