En el último año, la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) reporta un aumento del 635% en las incautaciones de fentanilo en la frontera norte, pero las autoridades sanitarias también registran un aumento en la demanda de atención médica por consumo de este opioide sintético en un 636%, especialmente en los pueblos fronterizos con los Estados Unidos.
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De acuerdo con una solicitud de información, la Sedena informa a EL UNIVERSAL que en los tres años de la actual administración se ha asegurado una tonelada de 555,62 kilogramos de fentanilo, siendo: en 2019, 136,09 kilogramos; en 2020, 418,8 kilogramos y en 2021, 73 mil kilogramos, un aumento entre 2019 y 2021 de 864,64 kilogramos, es decir, un 635 % más.
Los expertos señalan que el hecho de que solo se incautaron unos pocos kilos es irrelevante, ya que un kilo de fentanilo se puede dividir en millones de pastillas para generar adicción, además de que México no cuenta con la tecnología para identificar quién ha consumido. fentanilo porque a menudo se mezcla con otras drogas, como la heroína o la metanfetamina.
En 2021, las mayores incautaciones de este opioide fueron en Ensenada, Mexicali, Tecate y Tijuana, Baja California, que documentaron 303.22 kilogramos. En Culiacán, Sinaloa, se registraron 200.61 kilos de fentanilo, y en Caborca, Cajeme, General Plutarco Elías Calles, Hermosillo, Magdalena, Nogales, Opodepe y San Luis Río Colorado, Sonora, 496.90 kilos.
La demanda de tratamiento por drogas también va en aumento, pues reportes indican que en 2019, 25 personas requirieron atención médica.
En 2020 se atendieron 72 personas y en 2021 se atendieron 184 pacientes. Los datos indican que entre 2019 y 2021 el aumento en la demanda de atención fue de 159 personas, o 636%, refiere la Comisión Nacional contra las Adicciones.
En 2021, Sonora atendió a 91 personas; Baja California, 61; Sinaloa, 18; chihuahua, cuatro; México, dos; Jalisco, dos; Morelos, dos; Quintana Roo, Coahuila, Guanajuato e Hidalgo, uno cada uno.
InSight Crime, con información de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de EE. UU., dice que las incautaciones en la frontera entre EE. UU. y México en 2019 totalizaron 2195 kilos; en 2020, 6.360 kilos, y en 2021, 5.998 kilos, con un total de 14 toneladas 553 kilos.
En 2021, el informe dice que se documentaron incautaciones en San Diego y El Centro, California, con 2.910 kilogramos, y en los condados de Yuma y Tucson en Arizona, con 1.195 kilogramos. En El Paso, Big Bend, Laredo y el Valle del Río Grande, Texas, la incautación fue de mil 893 kilogramos.
Victoria Dittmar, investigadora de InSight Crime, dice que en su mayoría incautan píldoras que no necesariamente solo contienen fentanilo, ya que pueden incluir otras sustancias.
Señala que los productores no tienen suficientes conocimientos avanzados de química para dar la cantidad correcta, pero se sabe que se han incautado millones de pastillas de la droga.
Señala que al final la incautación no es algo relevante porque se necesita muy poco fentanilo para poder vender y generar adicción e, incluso, la muerte de los usuarios.
“Por ejemplo, un kilo de fentanilo se puede dividir en millones de tabletas; entonces, de todo lo que confiscan (…) al final hay mucho más que se mueve, y a diferencia de otras drogas, como la cocaína y la heroína, que antes se movían en toneladas, se puede mover incluso escondida en una persona”, explica el investigador.
Detalla que en la frontera hablan mucho de esconderla en la ropa o pegarla en el cuerpo, pues son pastillas que pueden pasar desapercibidas para alguien que no tiene conocimiento del tema.
Dittmar señala que en México no contamos con la tecnología para identificar quién ha consumido fentanilo porque muchas veces se mezcla con otras drogas como la heroína o la metanfetamina. El investigador señala que los usuarios generalmente no saben lo que están consumiendo.
“Así que la estrategia de buscar estas pastillas… es muy fácil esconderlas en pequeñas cantidades y puede que no tenga tanto impacto como desde una perspectiva de salud pública, que las personas puedan identificar si las pastillas contienen fentanilo y si sobredosis. que pueden recibir atención”, dice.
Andrés Sumano, especialista de El Colegio de la Frontera Norte, señala que el hecho de que el fentanilo esté circulando en México provocará más decomisos y que hay presión de Estados Unidos.
Explica que las principales organizaciones criminales que se dedican a este delito son el Cártel Jalisco Nueva Generación, que fue el primero en involucrarse en esta droga, y el Cártel de Sinaloa, que tiene una importante infraestructura en el sector.
También experto en política pública, seguridad y violencia, dice que desde la India llegan precursores a puertos mexicanos en el Pacífico, de donde van a laboratorios clandestinos, donde se cocina fentanilo con otras drogas.
Posteriormente, la sustancia se pasa de contrabando a la frontera de EE. UU. y la mayor parte del fentanilo cruza la frontera de Baja California-California, particularmente en el área de Tijuana-San Diego, así como a través de la frontera de Arizona-Sonora.
