Aumentan los escánadalos del exministro español, José Luis Ábalos 

Rubén Villalba Carnerero, el comandante de la Guardia Civil de la ‘trama Koldo’, introdujo los tentáculos de la red corrupta que salpica al exministro José Luis Ábalos hasta las entrañas del instituto armado: los servicios antiterroristas con base en el cuartel general del instituto armado en Madrid.

Los casi 500 anexos del informe de la Unidad Central Operativa (UCO) del propio cuerpo sobre las actividades de este mando, revelan que Villalba empleó hasta nueve subordinados de esos servicios de información para blanquear el dinero que recibía de la trama a través de la denominada técnica del ‘pitufeo’ o ‘smurfing’, que consiste en el ingreso de pequeñas cantidades en cuentas para tratar de que los movimientos no sean detectados.

Los nueve agentes de este departamento de élite, que trabajan en la sede de la Dirección General de la Guardia Civil en la capital española, fueron interrogados en septiembre y a principios de este octubre por la UCO en condición de testigos.

sus declaraciones destapan que el comandante Villalba convirtió a los funcionarios a su mando en la Unidad Central Especial (UCE) no solo en una inmensa máquina de lavado de dinero ilegal, sino también en una suerte de ‘apéndice’ de la ‘trama Koldo’ en la Guardia Civil, que, entre otras funciones, hacían de recaderos trayendo y llevando cantidades en negro al entonces mano derecha de Ábalos, Koldo García, o para el conseguidor de la red, Víctor de Aldama, amén de funcionar como chóferes de todos ellos, proveedores de teléfonos seguros o de ‘topos’ para indagar en las bases de datos si los cabecillas del grupo estaban siendo investigados por unidades ajenas al instituto armado.

Los nueve agentes interrogados, según relatan ellos mismos en sus comparecencias, fueron instrumentalizados por Villalba durante al menos cuatro años para sus chanchullos, básicamente entre enero de 2020 y enero de 2024.

Aunque la UCO asegura que la primera prueba de la relación del mando con De Aldama es septiembre de 2019, lo cierto es que esos informes revelan que Villalba empezó a tener unos ingresos extraordinarios (efectivos y transferencias) en sus cuentas y en la de su mujer desde 2017.

El comandante Villalba Carnerero fue detenido el pasado marzo al poco de ser nombrado agregado de la Embajada de España en Venezuela. Durante los años que se extendió la trama, el mando policial estaba destinado en la Jefatura de Información, dedicada, sobre todo, a investigaciones antiterroristas.

Fue de esos compañeros de los que echó mano, según consta en el último informe, para poder inscribir a Aldama en el registro de colaboradores del Instituto Armado. Rubén y Víctor entablaron relación a finales de 2019. Sin embargo, como subraya la UCO, “no es hasta verano de 2021 cuando Aldama podría haber sido grabado en la base de datos policial a solicitud de Rubén”.

Fragmento del informe de la UCO.

Fragmento del informe de la UCO. EL ESPAÑOL

En uno de los mensajes hallados en el teléfono intervenido a este mando de la Benemérita se evidencia cómo exige a uno de sus colegas de Información que le haga el favor de incluir al empresario como si fuera un confidente del Cuerpo más.

Al tratarse sus interlocutores de agentes dedicados a la lucha antiterrorista, la UCO, en su último informe sobre el caso Koldo, omite sus nombres por motivos de seguridad. “Oye, Agente 13, el colaborador que yo te pasé para que le dieras de alta, Víctor Gonzalo… ¿Ese, al final, qué? No me has dicho… No me has comentado nada”, preguntó Rubén.

La trama pagó 88.119 euros a un comandante de la Guardia Civil a cambio de “protección a Koldo y Aldama”

El sistema de colaboradores de la Jefatura de Información origina mensajes automáticos que le saltan como alertas al agente que grabó al confidente en cuestión en la base policial. Estos avisos se activan, por ejemplo, cuando otra unidad policial empieza a investigar a dicha persona. 

Así ocurrió con Aldama. El comandante investigado en el caso Koldo lograba que uno de sus compañeros le inscribiese para anticiparse y así conocer los pasos que estaban dando sus compañeros de la UCO de la Guardia Civil, tal y como relataba Rubén Villalba en otra conversación con otros miembros de la trama.

“Yo creo que cada vez que le dan de alta en una nueva operación salta la coincidencia“, señaló el comandante en un chat de WhatsApp. La primera vez que tuvo constancia de esa coincidencia fue, como él mismo señala, en el año 2022. “El jefe habló con el coronel de la UCO en su día y le dijeron que siguiéramos adelante. Yo ya no trato con él, más allá de que el jefe dijo de invitarle ayer a la comida”.

Nadie alertó a la UCO

De la alerta que avisaba de que Aldama estaba siendo investigado se percató uno de los jefes en Información del comandante arrestado, al que la UCO se refiere en el informe como Agente 1.

—Yo, cuando empezamos a mosquearnos, cuando empezamos a saltar, en junio del 2023, ahora repasando todo… en junio del 2023… es cuando empezamos a tener algún tipo de duda, porque en el sistema nuestro salta que Víctor [de Aldama] tiene investigaciones abiertas— dice el Agente 1.

—Sí, sí— le responde Rubén Villalba. —Yo lo sabía desde hace más de tiempo—.

—Pero, claro, cuando ya nos dicen que es evidente que están haciendo una investigación… Si a nosotros en julio nos dicen: ‘Hostia, macho, tened cuidado, hostias, que para eso te estoy avisando… A la UCO: ‘Oye, mira, que estás investigando a un tío con el que yo tengo relación’. La UCO, la verdad que no, tampoco entiendo por qué no nos dice: ‘Hostia, pues tened cuidado’. 

Fragmento del informe de la UCO.

Fragmento del informe de la UCO. EL ESPAÑOL

En esta parte del informe, los investigadores de la UCO destacan una conversación entre Rubén Villalba, el Agente 1 e incluso otro agente más (el Agente 2), conocedor de que se estaba produciendo un chivatazo sobre las pesquisas que la UCO estaba llevando a cabo.

—Lo que sí es interesante es saber si alguien ha hecho una consulta, porque si hacen una auditoría y nosotros…— dice el Agente 2.

—Aparentemente, no hay ninguna auditoría que nos… A mí, por ejemplo, cuando me dijeron que UCO están mirando, porque alguien les ha pasado… Además, yo creo que Koldo un día lo cuenta: ‘He salido de casa y me he enfrentado contra un coche, que tal, no sé qué…’ Lo grave hubiese sido que hubiésemos hecho un chequeo y le hubiésemos dicho a Koldo, eso sí es grave. 

—Eso hay que intentar cerrarlo, salvo que alguien haya mentido como un…

—Nosotros sí lo que hacemos, lo que tenemos dado de alta puntualmente si les hemos hecho siempre un chequeo. 

La UCO reseña en su informe que ninguno de estos agentes de la Jefatura de Información les advirtió de esta circunstancia. Ni de esas alertas ni de que los implicados sabían que había alguien tras sus pasos. “Conforme a lo expuesto anteriormente, cabe reseñar que, a pesar de haberse producido estas alertas en el sistema referido, la Unidad de Rubén no interesó esta circunstancia a esta Unidad instructora”, lamenta la Unidad Central Operativa.

Barridos 

La UCO señala que Aldama se valió “de la colaboración activa de Rubén” para las actividades del entramado del caso Koldo, en el que se investiga el supuesto cobro de comisiones a través de contratos públicos para el suministro de mascarillas.

Dentro de la supuesta red criminal, Villalba tenía la misión de asegurar “la protección y continuidad” de la trama. Tanto de forma interna (“salvaguardando sus comunicaciones y su seguridad personal”) como externa, “protegiendo los actos de corrupción propios de la operativa delictiva de esta organización”.

Entre las actividades que el comandante de la Guardia Civil detenido realizó para Aldama destacan diversos barridos para encontrar dispositivos de vigilancia, tipo balizas, cámaras, micrófonos u otro tipo de elementos utilizados habitualmente por los investigadores de la Policía Judicial. Los efectuó junto a otros agentes de la Jefatura de Información.

Uno de esos barridos se produjo en julio de 2021. Sin poder determinar la fecha exacta, la UCO señala que realizó “medidas de contravigilancia en la oficina de Aldama”. También, en su coche.

Koldo y el director de la Guardia Civil

Por su parte, Koldo García Izaguirre, mano derecha de quien era ministro de Transportes cuando se firmaron los contratos, José Luis Ábalos, parecía tener conocimiento por su cuenta de las investigaciones que se cernían sobre él.

Según Rubén Villalba, Koldo le dijo que era la UCO la unidad que se encontraba realizando las pesquisas acerca de los contratos adjudicados por Transportes a la compañía Soluciones de Gestión SL, considerada el epicentro de la trama. Y, de acuerdo con el nuevo informe de la UCO, García aseguró al comandante que fue “el anterior director general de la Guardia Civil quien le informó sobre la investigación en curso”.

Sobre este particular, el dosier añade que Koldo, en otras ocasiones, ha incurrido en afirmaciones falsas ante terceros sobre sus relaciones “para darse cierta importancia”. Y que “hasta la fecha esta instrucción no ha hallado indicios que corroboren este extremo”

msn

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