La Gambia del dictador Yahya Jammeh se convirtió en un paraíso de bancos sin capital que sirven para cometer fraudes internacionales y que afectan a estafas cometidas también en España.
Antilavadodedinero / ElConfidencial
Uno crea un banco con nombres atractivos como Suisse Bank, Marvin Bank o Atlantic Investment Bank, logra que la Sociedad para las Comunicaciones Interbancarias y Financieras Mundiales le conceda un código SWIFT, lo que otorga un visado de confianza y legitimidad, y entonces tiene vía libre para avalar negocios, realizar transacciones económicas y comercializar productos financieros en cualquier lugar del mundo.
El problema es que esas tres entidades citadas y otras 150 más, no son sino bancos ‘fake’ creados en Gambia en años recientes y que han servido como instrumentos financieros para cometer fraudes y estafas en muy diversos países del mundo, incluido España. El dictador Yahya Jammeh, que gobernó Gambia durante 23 años hasta 2017, facilitó la creación de una zona económica libre (Business Enterprise Zone, BEZ) cerca del aeropuerto de Banjul para que se establecieran allí sociedades fantasma. El bufete londinense de creación de empresas Formations House convenció al presidente gambiano para que firmara un contrato y pusiera en marcha ese miniparaíso fiscal.
Ocurrió a partir de 2013 en un país de menos de dos millones de habitantes y una superficie inferior a la de Murcia. Los intermediarios de Formations House habían prometido a Jammeh que esa zona económica ‘offshore’ generaría 360.000 puestos de trabajo y proporcionaría 546 millones dólares anuales en ingresos para el Estado gambiano al convertirse en el “lugar más fácil del mundo para iniciar un negocio”. Hasta Mossack Fonseca, la firma de abogados protagonista de los Papeles de Panamá, inauguró en 2014 una delegación en Banjul ante las expectativas de un nuevo El Dorado.
En ese contexto, los citados Atlantic Investment Bank Ltd y Marvin Bank Ltd fueron usados para cometer estafas e intentos de fraude en España. Ambas entidades fueron registradas en Gambia. El primer banco, inscrito en 2013, sirvió como aval para intentar comprar el aeropuerto de Ciudad Real, el club de fútbol de segunda división Mirandés o vender un proyecto de una macroplanta de reciclaje en Miranda de Ebro que iba a crear 3.300 empleos. Por su lado, Marvin Bank, fundado en 2015, fue utilizado por tres ciudadanos extranjeros domiciliados en Mallorca para montar un chiringuito financiero fraudulento que fue abortado por el Banco de España y la CNMV.
Una filtración de más de un millón de documentos internos de Formations House da detalles de esos timos e intentos de estafa. Los archivos fueron obtenidos por la plataforma de ‘hackers’ Distributed Denial of Secrets y compartida con medios de 18 países liderados por Organized Crime and Corruption Reporting Project (OCCRP), entre ellos, ‘Süddeutsche Zeitung’ de Alemania, ‘The Times’ de Reino Unido o ‘La Stampa’ de Italia; El Confidencial en España.
La investigación subsiguiente de los reporteros llamada #29leaks desvela cómo esos bancos gambianos, que en el papel tenían un capital social de varios millones de dólares, en realidad fueron registrados para servir a timadores internacionales y grupos criminales organizados en lugares tan dispares como Suecia, Suiza, Eslovenia, Irán o India. Los bancos y su legalidad internacional se conseguían a cambio del pago de unos pocos miles de libras esterlinas a Formations House, pero no contaban con un capital real que avalara sus actividades de inversión.
Miranda de Ebro y su ‘omertà’
Miranda de Ebro, de 35.000 habitantes, se convirtió en una tierra de promisión entre 2012 y 2014. En ese periodo, tres pequeños empresarios vendieron proyectos que pretendían situar en un lugar destacado de la geografía española a esa ciudad burgalesa colindante con el País Vasco. Vicente España, Luis Ángel Durá y Gregorio Ramírez prometieron hacer de Miranda ‘la ciudad del reciclaje’ de nuestro país, ni más ni menos, adquirir el club de fútbol de segunda división CD Mirandés y promocionar al equipo local de voleibol femenino para que ganara la liga nacional.
Pero los sueños, sueños son. Algo olía a podrido en aquellos proyectos, todos ellos resultaron frustrados o fracasados a la postre. Casi nadie en Miranda de Ebro quiere recordar y hablar de esos años oscuros. Los responsables políticos que anduvieron involucrados en las negociaciones con el trío de emprendedores también guardan silencio y no se prestaron a hablar con El Confidencial. En Miranda gobierna el PSOE desde 2003. Fernando Campo fue su alcalde entre 2003 y 2015, al que le siguió desde 2015 la también socialista Aitana Hernando, quien era concejal de Urbanismo en la época en que la ‘ciudad del reciclaje’ se vislumbraba como una panacea para la economía de la zona.
En septiembre de 2012, el trío de empresarios, nacidos todos en la primera mitad de los sesenta, inscribió en el Registro Mercantil la sociedad Vieco Serfide SA en el mismo domicilio social en que estaba inscrita Vieco Miranda SL de Vicente España, un despacho de asesoría contable y fiscal. Pocos meses más tarde, en mayo de 2013, crearon Vieco Serfide Capital Limited en la localidad inglesa de Essex. Esas dos empresas Vieco Serfide de España y Reino Unido tienen participaciones en Vieco-Serfide Venture Capital Limited y Vieco Serfide International Trade and Development Bancorp Limited, también creadas en Essex en las mismas fechas.
La filtración #29leaks incluye nueve transferencias desde Vieco Serfide SA a Formations House que suman un total de 106.800 libras esterlinas para crear la compañías correspondientes británicas.[Transferencia de 20.000 libras de Vieco Serfide a Formations House]
Según muestran diversos ‘emails’ de la filtración, la persona que se encarga de hacer de enlace entre los empresarios españoles y el bufete londinense es Ruy Manuel Silva, un portugués nacido en Mozambique en 1957, de acuerdo con su pasaporte al que ha tenido acceso este diario. Silva ha estado involucrado en diferentes fraudes internacionales y ha creado decenas de sociedades en todo el mundo con Formations House. Los correos electrónicos evidencian cómo Ruy Silva ostenta el control de Vieco Serfide y todas sus empresas relacionadas con la ayuda de su sobrino Joao Rui Cortico.
Antes de que Ruy Silva llegara a estar relacionado con macroproyectos en Miranda, su esposa Silvana Neves ya había fundado en Pontevedra Ibérica Business Investment Management SL en 2009 con Gregorio Ramírez, una sociedad dedicada a la contabilidad y asesoría fiscal. Ella ejerció como presidenta y él como consejero delegado hasta que se disolvió a finales de 2013.
Todo ese entramado societario en torno a las diferentes Vieco Serfide que se urdió entre el eje Essex y Miranda tiene una tercera pata geográfica en Gambia, donde Ruy Silva registró en 2013 cinco sociedades con un primer nombre ‘Atlantic’ y diferentes apellidos. Una de ellas fue el banco ‘fake’ Atlantic Investment Bank Limited, hecho que serviría para explicar también los acontecimientos ocurridos en Miranda de Ebro y Ciudad Real en esos años.
El primer proyecto con el que la trama internacional y los empresarios españoles quisieron lucrarse ilícitamente fue la construcción de una macroplanta de reciclaje en Miranda de Ebro que iba a contar con una inversión inicial de 400 millones de euros y tenía planificado crear 3.300 empleos, según sus promotores. La iniciativa estaba avalada por Safaro International Group, un ‘holding’ de compañías con sede en Reino Unido y presidido por Ruy Silva, y por bancos ficticios sin capital social.
Los tres empresarios de Miranda de Ebro «tuvieron unos años en los que parecía que iban a comprar incluso la catedral de Burgos»
Entre septiembre de 2012 y 2013, hubo conversaciones entre Vieco-Serfide, el Ayuntamiento de Miranda y la Entidad Pública Empresarial de Suelo (Sepes) para erigir el ambicioso proyecto de la ‘ciudad del reciclaje’. Con la entidad estatal Sepes negociaron una compra ventajosa de más de dos millones de metros cuadrados en un polígono de la ciudad burgalesa. Las estafas que pretendieron llevar a cabo en ese proceso negociador no resultaron porque ni Sepes ni el Ayuntamiento picaron el anzuelo. Al proyecto se le dio carpetazo a finales de 2013 tras haber vendido sueños de prosperidad económica a la población de Miranda. Un proyecto que llegó a ser presentado por el alcalde en sede consistorial.
“Nunca tuvimos claro aquel proyecto y hubo muchas situaciones tensas, pero nosotros estábamos tranquilos porque no había implicación económica del Ayuntamiento”, sostiene el que fuera concejal de Turismo, Comercio y Promoción Económica del consistorio de Miranda en esos años y hoy primer teniente de alcalde, Miguel Ángel Adrián.
Por su lado, Ginés Clemente, presidente de la Federación de Asociaciones Empresariales de Burgos en aquella época señala a El Confidencial que nunca apoyó el proyecto de la ‘ciudad del reciclaje’ porque “tenía los pies de barro”. “Goyo Ramírez y Vicente España tuvieron unos años en los que parecía que iban a comprar incluso la catedral de Burgos. Vendían muy bien la moto y aquello resultó finalmente un fiasco”, añade Clemente.
A comienzos del verano de 2013, el CD Mirandés, que había logrado su ascenso a la segunda división en 2012, se veía obligado por ley a convertirse en sociedad anónima deportiva (SAD). No había inversores y no había dinero para cubrir los más de dos millones de euros que hacían falta hasta que apareció Vicente España con una propuesta para adquirir el 60% de las acciones. El empresario avalaba la inversión con depósitos de un banco gambiano. Unos días antes de finalizar el plazo para que el Mirandés aportara el dinero para continuar en la segunda división, España retiró su apuesta.
Casi la totalidad de la aportación económica la puso el empresario de la funeraria local y el actual presidente del club, Alfredo de Miguel. En un comunicado emitido por el Mirandés el 15 de agosto de 2013 se lee lo siguiente: “La plantilla se siente traicionada por D. Vicente España, que jugó con las ilusiones, sentimientos e incluso el futuro del club, jugadores, empleados, afición, y en general, de toda la ciudad de Miranda de Ebro”.
Alfredo de Miguel y otros miembros de la junta directiva declinaron atender a este diario. “No quieren hablar porque es un tema tabú y no quieren remover la mierda de un episodio triste. El único hecho destacable es que la persona que puso el dinero para salvar al club en 2013 fue el presidente”, se limitó a decir un portavoz del Mirandés.
Sin apenas solución de continuidad, Vicente España acometió otro proyecto: se convirtió en el mayor patrocinador del Club Voley Miranda, un equipo de voleibol femenino que en la temporada 2014-2015 se disponía a jugar por primera vez la Superliga, equivalente a la primera división. Avaló la inversión con sus empresas Atlantic Transcontinental Holdings de Panamá y Atlantic Holding de Gambia, ambas ligadas una vez más a Atlantic Investment Bank Limited, la entidad financiera con capital social ficticio e inscrita por Ruy Silva en Gambia. El club pasó a llamarse Atlantic Holding CV Miranda.
Según fuentes relacionadas con la formación en voleibol en Miranda, un deporte muy enraizado históricamente entre los jóvenes de esa ciudad, todo el proceso de la llegada de esa inversión estuvo rodeada de “actos muy pomposos patrocinados por los máximos responsables del ayuntamiento”.
Pero los problemas económicos llegaron ya en la pretemporada incluso antes de comenzar la competición. Ni los empleados ni las jugadoras cobraban sus salarios en tiempo y forma. El club se vio obligado a abandonar la competición a comienzos de 2015 sin finalizar el calendario de la Superliga. Ello provocó su desaparición.
Una fuente conocedora de este asunto turbio, que prefiere ocultar su identidad, asegura que “la idea del proyecto del voleibol desde el inicio era repartirse el dinero entre Vicente España y otras personas del club porque sabían que no era viable económicamente jugando en la Superliga”. Esa persona sostiene que el empresario y sus colaboradores “establecieron una quimera que comprometiera a otros patrocinadores públicos y privados” con el fin de distraer parte de ese dinero “a sus bolsillos”.
La ley del silencio imperante en Miranda sobre esos tres proyectos malogrados que aún avergüenzan a la ciudad ha sido decisiva para que este diario no haya podido contactar con los tres empresarios. Por su parte, los abogados de Ruy Silva de un bufete de Londres se comprometieron a contestar a un cuestionario enviado por El Confidencial, pero nunca llegó la respuesta.
La fallida estafa en el aeropuerto manchego
La sombra de los bancos y empresas constituidas en Reino Unido y Gambia no se agotó en Miranda de Ebro. Llegó hasta al primer aeropuerto privado de España, el de Ciudad Real. La infraestructura había suspendido pagos a finales de 2010 para entrar en concurso de acreedores. Los representantes de la administración concursal iniciaron un proceso de subasta en 2013. Varios de los inversores que se postularon para su adquisición resultaron polémicos por estar relacionados con condenas por soborno, narcotráfico o estafa, o por representar a empresas fantasma.
Como consecuencia de esos hechos, varias ofertas presentadas fueron rechazadas por la administración concursal hasta que finalmente fue adjudicada la subasta a la compañía Ciudad Real International Airport por 56 millones de euros. Una de las ofertas retiradas fue la de Vieco Serfide, promovida por Vicente España y Luis Ángel Durá. Se presentó en enero de 2014 por un valor de 120 millones de euros.[Primera página de la oferta de Vieco Serfice por el aeropuerto de Ciudad Real]
¿Qué banco usaron ambos empresarios para presentar una garantía bancaria que respaldase su oferta? Efectivamente, de nuevo, avalaban su nueva inversión con cheques ficticios de Atlantic Investment Bank Limited de Gambia.
Desde 2013, ambos emprendedores ya habían estado planeando realizar algún tipo de fraude con respecto a la adquisición del llamado en su día Aeropuerto Don Quijote. Lo prueba una sentencia de octubre de 2018 dictada por la Audiencia Provincial de Navarra a la que ha tenido acceso este diario.
El relato de los hechos probados refiere que los propietarios de Vieco Serfide abrieron dos cuentas en Caja Rural de Navarra, una en dólares y otra en euros, en abril de 2013. Adelantaron a un economista del departamento internacional de esa caja de ahorros que el objeto de esas cuentas era “recibir una importante cantidad de dinero, pues iban a intermediar en la compra del aeropuerto de Ciudad Real”.
En febrero de 2014, tras haber presentado la oferta para adquirir el aeropuerto, llegó a Caja Rural en Vitoria un cheque de 20 millones de euros remitido por una cuenta de Luis Ángel Durá en Atlantic Investment Bank Limited. Al día siguiente, según el fallo, Durá presentó en Caja Rural de Navarra un documento, supuestamente emitido por Deutsche Bank, con el que solicitaba un adelanto de 100.000 euros sobre la cantidad de los 20 millones.
Caja Rural detectó el intento de fraude y demandó a los empresarios. Fueron juzgados por delitos constitutivos de falsedad en documento mercantil y estafa. Vicente España y Luis Ángel Durá fueron absueltos, no porque fueran inocentes, sino porque los magistrados resolvieron que los medios usados por los empresarios para timar 100.000 euros “fueron tan inidóneos, inverosímiles, fáciles de detectar y, en definitiva atravesaron el umbral de lo que la jurisprudencia define como ‘engaño burdo’, lo cual excluye su conducta del delito de estafa”.
Un chiringuito financiero con base en Mallorca
En julio de 2015, Formations House registró en Gambia la entidad financiera Marvin Bank a cambio de tan solo 4.613 euros. Según los documentos y los ‘emails’ filtrados de esa empresa londinense, el accionista único es la sociedad Wetcom Limited de Hong Kong, pero su beneficiario real es el italiano Vicenzo Carpanzano. Otras tres personas ocupan o ocuparon cargos de administradores de ese banco que se inscribió con un capital social ficticio de 5.000.000 de dólares. Son el sueco Roger Hedin y los alemanes Mario Emmrich y Anja Ott. Los cuatro tienen su domicilio en la isla de Mallorca.
Roger Hedin, en conversación telefónica, reconoció la existencia de Marvin Bank. “No quiero discutir sobre el capital social del banco”, apuntó.
El registro en Gambia del banco indica que la oficina de administración del banco es Marvin Management SL, una mercantil inscrita en Palma y cuyos propietarios era Carpanzano y Emmrich.[Certificado de titularidad de Marvin Bank de Gambia]
Fueron sus administradores hasta el 30 de julio de 2018, momento en el que el Banco de España multó a Marvin Management SL con 1,1 millones de euros por la comisión de dos infracciones muy graves relacionadas con servicios de pago financieros. Tanto Carpanzano como Emmrich fueron sancionados con 100.000 euros cada uno e inhabilitación de cinco años para ejercer cargos de administración en cualquier entidad de crédito o del sector de las finanzas. Habían montado un chiringuito para comercializar productos financieros fraudulentos.
Consultado el Banco de España, su portavoz no aportó detalles del fraude cometido por los dueños de Marvin Management. Ni Hedin, ni Emmrich, ni Carpanzano respondieron a las preguntas remitidas por El Confidencial, aunque leyeron los mensajes enviados por ‘email’, WhatsApp y Signal.
En diversos blogs y chats escritos por supuestas víctimas de estafas, los tres residentes en Mallorca son señalados como artífices de timos y fraudes organizados. Un jubilado acusa al sueco Hedin, habitual de los campos de golf de mallorquines, de robarle 108.000 euros. Varias referencias más en internet nombran a Hedin y Carpanzano como autores de estafas que operan mediante diferentes productos financieros como tarjetas de crédito.
Aquí el usuario de un chat les vincula a un timo con tarjetas de crédito y con esquemas de estafa piramidal a través de otro banco ‘fake’ como Unibank Group Corporate Network Ltd.
“He trabajado como consultor y he ayudado a iniciar negocios, nada más”, dijo Hedin al teléfono. Se negó a conversar sobre otras cuestiones.
*Mattias Carlsson de ‘Finance Uncovered’ (R. Unido) colaboró en la redacción de este artículo.
Una fábrica de sociedades fraudulentas
Desde su centro de operaciones en un edificio noble de cinco pisos de Londres, ubicado en la calle Harley 29 (#29leaks se refiere a esta circunstancia), Formations House urdió una trama de creación de más de 80.000 empresas únicamente en el Reino Unido, según su base de datos de clientes. Las inscritas en jurisdicciones ‘offshore’ son muchas más.
Según su página web, a uno le ayudan a ser propietario de una nueva sociedad a partir de solo 20 libras esterlinas (23 euros) más IVA. El trámite dura menos de tres horas. Formations House también vende compañías ya inscritas desde 99 libras (117 euros) más IVA. Estas sociedades existentes en el papel que tienen en su nombre la palabra ‘bank’ son las más caras: Biz Bank LTD o City of London Bank Ltd valen 75.000 libras.
El fundador de Formations House fue el pakistaní Nadeem Khan, fallecido en 2015 justo antes de afrontar un juicio por estar involucrado en un desfalco y blanqueo de capitales de más de 100 millones de euros. Le sucedió al frente del negocio familiar su hijastra Charlotte Pawar, quien ahora detenta el control absoluto de la compañía. Pawar no contestó a la mayoría de las casi 100 preguntas que le enviaron los periodistas. En la mayoría de sus respuestas se limitó a escribir lo siguiente: “Toda la información en la que ustedes basan sus conjeturas procede de documentos robados y no verificados. Hemos recibido varios intentos de extorsión por este asunto”.
La investigación #29leaks ha descubierto que la firma londinense opera con ciudadanos pakistaníes residentes en ciudades como Karachi o Lahore que se ocultan bajo nombres ficticios anglosajones y alemanes, como ‘Oliver Hartmann’, para tratar con inversores que compran la marca de esos bancos gambianos. Sus delegaciones de Pakistán formalizaban documentos con el sello oficial del Estado gambiano, por ejemplo, pero en realidad todo era una ficción.
Formations House y sus filiales negociaron con gobiernos de países como Macedonia o Gambia para crear paraísos fiscales donde inscribir sociedades ‘offshore’ cuyos propietarios han dedicado sus esfuerzos a actividades ilícitas como el crimen organizado en Italia o Suecia (registró un empresa para Thomas Müller, el líder de los Angeles del Infierno, una banda con numerosos antecedentes penales) , el tráfico ilegal de coches en países como Croacia o Eslovenia, el blanqueo de capitales en Reino Unido o la estafa en Malasia o India.
La investigación #29leaks
Los más de un millón de documentos de la firma de creación de sociedades Formations House fueron obtenidos por Distributed Denial of Secrets (DDoS), un colectivo dedicado a conseguir información secreta de interés público, y compartidos con los periodistas. DDoS hará accesibles al público general todos los archivos el 9 de diciembre. La mayoría de los 131 GB de datos corresponde a correos electrónicos intercambiados entre empleados de Formations House y sus clientes. También hay mucha documentación mercantil en los anexos de esos emails.
Los 22 medios que han colaborado en la investigación periodística #29leaks has sido liderados por Organized Crime and Corruption Reporting Project (OCCRP). Son: ‘Süddeutsche Zeitung’ (Alemania), ‘Dagens Nyheter’ (Suecia), ‘The Times’ y ‘Finance Uncovered’ (Reino Unido), ‘24heures’ y Tamedia Newspapers (Suiza), IRPI y ‘La Stampa’ (Italia), ‘Oštro’ (Eslovenia), ‘direkt36’ (Hungría), KRIK (Serbia), CIN (Bosnia), IRL (Macedonia), ‘Bivol.bg’ (Bulgaria), ‘Arístegui Noticias’ (México), CBC (Canadá), NBC Universal y ‘McClatchy’ (EEUU), ‘South China Morning Post’ (Hong Kong), Crikey INQ (Australia), ‘The News’ (Pakistán), ‘The Economic Times’ (India) y El Confidencial.
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