BBVA se enfrenta a una investigación de la justicia argentina por un presunto caso de blanqueo de capitales. La Unidad de Información Financiera del país suramericano ha iniciado un proceso contra la filial del grupo español -que hasta hace unas semanas operaba bajo la marca Francés- por un posible incumplimiento de ciertas disposiciones regulatorias contra el lavado de dinero y la financiación del terrorismo.
Según ha informado BBVA al supervisor bursátil estadounidense (SEC, por sus siglas en inglés), en el procedimiento abierto por el organismo dependiente del Gobierno argentino también han sido imputados por la causa los miembros de la consejo de administración en la fecha de los acontecimientos, una práctica que es habitual en estos casos. Los hechos no han sido desvelados.
El banco señala que tomará todas las decidiones necesarias para defender sus intereses y considera que, en principio, un resultado negativo de la investigación tendrá un efecto adverso poco importante o prácticamente inmaterial en sus operaciones.
El conocimiento de este proceso se produce dos meses y medio después de que el consejo de administración de la filial argentina aceptara la renuncia de su presidente Jorge Carlos Bledel, que llevaba al frente de la misma desde el año 2002. La salida, según explicó en marzo el banco se debió a cuestiones «personales» y estaba ya prevista en la agenda. El pasado diciembre el grupo español aprovechó la revolución de su cúpula con la marcha de Francisco González tras más de dos decenios para nominar a Ricardo Moreno como responsable de la franquicia argentina.
Moreno, hasta la fecha, era el director de el área de Ingeniería del grupo, una pieza esencial del proceso de transformación digital al gestionar las distintas plataformas tecnológicas. Con esta designación, el ejecutivo ha vuelto a su país de origen, donde entre 2010 y 2015 escaló posiciones en la estructura. Desde el banco desvinculan la salida de Bledel con la investigación por blanqueo.
Coyuntura con riesgos
Las investigaciones por blanqueo se producen además en un momento en que la división argentina se encuentra inmersa en un cambio de marca, al haber retirado su apellido Francés, una denominación que tenía desde sus orígenes, con lo riesgos que conlleva por el arraigo social.
Además, el procedimiento abierto por el organismo que controla el blanqueo de capitales tiene lugar en un momento de especial crisis del país, que está afectando a los negocios del banco. El año pasado BBVA tuvo que llevar a cabo una provisiones extraordinarias de 266 millones de euros por la hiperinflación en el país suramericano. La filial, con este deterioro y el impacto del tipo de cambio, contribuyó a los resultados del grupo español con unas pérdidas de 29 millones de euros, frente a las ganancias de 219 millones de 2017.
No es la primera vez que la división argentina se enfrenta a causas por lavado de dinero. En 2010, el antiguo Banco Francés recibió dos multas consecutivas por no impedir operaciones fraudulentas de sus clientes. La primera sanción fue de casi 10 millones de euros, mientras que la segunda, de 2 millones.
Indemnizaciones por las comisiones
Por otra parte, la filial argentina de BBVA ha sido condenada recientemente por el Juzgado Nacional de lo Comercial número 6 de Buenos Aires a reintegrar el 50% de las comisiones de mantenimiento de las cuentas de ahorro de sus clientes no vinculados con otros productos entre abril de 2003 y 2016. El banco ha habilitado los canales para realizar los reembolsos de estas indemnizaciones por práctica de abuso a los consumidores, tanto para los usuarios que aún son clientes de la franquicia como para los que ya no lo son.
ALD/EE