Silvio Berlusconi (86 años en septiembre), un empresario experto como pocos en marketing, es el político que mejor ha sabido vender sus promesas electorales, aunque luego la gran mayoría quedaron en el olvido.
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Ahora ‘Il Cavaliere’ ha sido el primero en iniciar su campaña electoral con anuncios muy concretos, a base de ‘golpes’ a mil euros. Comenzó la semana prometiendo un salario mínimo a 1.000 euros al mes, y la cierra prometiendo «pensiones de mil euros a las abuelas y a las madres».
Italia es uno de los países europeos que no tiene fijado salario mínimo, porque para proteger los salarios de los trabajadores existen convenios colectivos nacionales que se acuerdan y firman entre los sindicatos y empresarios, actualizándose cada tres años.
El debate sobre el salario mínimo se ha intensificado en las últimas semanas, por lo que Berlusconi ha querido marcar la pauta. Berluscono apareció el jueves, en hora de máxima audiencia en la noche, en Rete4, uno de los tres canales italianos de su imperio Mediaset, prometiendo, además de los 1.000 euros prácticamente a todo el mundo, el «dentista gratuito para todos los ancianos».
Incontenible, Il Cavaliere se mostró confiado en que arrollará en las urnas: «Cuento con alcanzar el 20 por 100 de los votos (las encuestas le dan en torno al 10%). Realizaremos una campaña electoral en la que intentaremos transmitir a los italianos todas las razones que tendrían para darnos su voto».
Memoria corta
En sus campañas electorales, más que describir un programa o agenda de Gobierno, Silvio Berlusconi se muestra casi como un presentador-vendedor de televisión, ofreciendo productos concretos y de impacto para todos.
Cuenta con la ventaja de que los italianos tienen la memoria corta y se olvidan de sus interminables promesas de campañas anteriores. Por ejemplo, Berlusconi anunció en noviembre del 2017 el aumento de las pensiones mínimas a 1.000, incluidas también las amas de casa. «Ningún anciano quedará excluido de este mínimo -aseguro Il Cavaliere- y lo digo pensando también en nuestras madres, que deben tener la oportunidad de gozar de una vejez digna».
La gran promesa de Berlusconi, cuando se lanzó a la arena política (ganó sus primeras elecciones en 1994), fue que realizaría una «revolución liberal».
Il Cavaliere, que hoy es uno de los hombres más ricos de Italia, con un patrimonio de casi 7.000 millones de euros, según la revista Forbes, estuvo diez años como primer ministro, presidiendo tres gobiernos diferentes, y lleva casi 30 años en el primer plano de la política italiana.
Todavía Italia está esperando esa revolución liberal de Berlusconi y reformas que el país necesita desde hace décadas.