La alta comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, advirtió este jueves 23 de septiembre sobre el riesgo de una escalada de la guerra civil en Birmania, donde la oposición a la junta pidió a la población que tome las armas.
Antilavado de dinero / DW.
«Frente a la represión masiva de los derechos fundamentales, un movimiento de resistencia armada está creciendo», declaró Bachelet ante el Consejo de Derechos Humanos en Ginebra.
Asimismo, alertó que recientemente Duwa Lashi, presidente interino del llamado «Gobierno de Unidad Nacional», formado por antiguos diputados clandestinos opuestos al golpe de Estado militar, «hizo un llamado a un levantamiento armado contra los militares en todo el país».
Tras enumerar la multiplicación de los enfrentamientos armados entre opositores y militares, que tomaron el poder en febrero, la responsable estimó que «estas tendencias inquietantes sugieren que es posible una guerra civil de más envergadura».
«Deben cesar inmediatamente los ataques aéreos y la artillería en zonas residenciales y cualquier otra forma de operación militar que vacíe centros de salud, lugares de culto, escuelas y otras estructuras protegidas», exigió la expresidenta chilena.
Según Bachelet, «1.100 personas fueron asesinadas por las fuerzas de seguridad desde el golpe». También estima que unos 8.000 individuos, incluidos niños, fueron arrestados desde el 1 de febrero, de los cuales 4.700 siguen detenidos.
El 1 de febrero, el ejército birmano derrocó el gobierno civil de Aung San Suu Kyi, cuyo partido había ganado con creces las elecciones, lo que puso fin a un paréntesis democrático de 10 años.