Las drogas sintéticas son creadas a través de procesos químicos en laboratorios clandestino. Son extremadamente peligrosas por ser más potentes y menos predecibles que las drogas naturales. Se fabrican ilegalmente con sustancias tóxicas y muy peligrosas para la salud y cuya adicción puede ser difícil de superar, produciendo hasta la muerte.Es una problemática que afecta al mundo.
Acerca de este importante tema entrevistamos al doctor Alejandro Rebolledo, autor del libro, «Las Drogas Sintéticas: El Nuevo Enemigo», que ha generado gran revuelo desde su lanzamiento, para que nos diga ¿por qué profundizar sobre tan particular problemática?
«Durante mi carrera como abogado especializado en prevención de la delincuencia organizada, he sido testigo de la rápida evolución del mundo de las drogas. A medida que los esfuerzos se han intensificado en la lucha contra las drogas tradicionales, como la cocaína y la heroína, hemos visto un aumento alarmante en el uso y la producción de drogas sintéticas. Esto despertó mi interés en investigar más a fondo este fenómeno y comprender sus implicaciones».
Las drogas sintéticas se han convertido en un problema creciente en la sociedad actual. ¿Podría proporcionarnos una visión general de la situación actual y de las consecuencias que conlleva?
«Sin duda, afirmó el doctor Rebolledo, las drogas sintéticas representan un desafío significativo en nuestra lucha contra las drogas. Estas sustancias son fabricadas en laboratorios clandestinos con compuestos químicos diseñados para imitar los efectos de drogas ilegales, pero con estructuras químicas ligeramente modificadas para evadir las leyes existentes. Esto dificulta su detección y control por parte de las autoridades.
Además, continuó diciendo, las drogas sintéticas presentan un peligro aún mayor en comparación con las drogas tradicionales. La falta de regulación y control de calidad en su producción implica que los usuarios no saben exactamente qué están consumiendo. Estas sustancias pueden ser altamente potentes, tóxicas e impredecibles, lo que aumenta el riesgo de sobredosis, enfermedades y daños irreparables para la salud».
En su libro, «Las Drogas Sintéticas: El Nuevo Enemigo», menciona la influencia de las organizaciones criminales en la producción y distribución de drogas sintéticas. ¿Podría expandirse sobre este tema y compartir algunas de sus investigaciones más impactantes al respecto?
«Ciertamente, enfatizó, las organizaciones criminales desempeñan un papel crucial en la producción y distribución de drogas sintéticas. A través de mis investigaciones, he descubierto vínculos alarmantes entre estas organizaciones y los carteles de drogas tradicionales. Muchas veces, las mismas redes que trafican con cocaína y heroína también están involucradas en el negocio de las drogas sintéticas.
He encontrado evidencia sólida de que algunas de estas organizaciones criminales están utilizando métodos innovadores para eludir la vigilancia de las autoridades. Han establecido laboratorios móviles y rutas de contrabando altamente sofisticadas que les permiten operar de manera ágil y oculta.
Lo más impactante de mis hallazgos es que estas organizaciones no solo buscan lucrarse, sino también experimentar con nuevas sustancias químicas y fórmulas».
¿Esto significa que estamos frente a un enemigo en constante evolución, capaz de producir drogas cada vez más peligrosas’?
«Exactamente, estamos frente a un enemigo en constante evolución», señaló el récord Guinness, por haber impartido la clase magistral sobre el crimen organizado más larga de la historia, en un aula del Miami Dade College. en EE.UU. «Dichas organizaciones criminales están invirtiendo recursos significativos en la investigación y desarrollo de nuevas drogas sintéticas. Han demostrado una capacidad sorprendente para adaptarse a las regulaciones y a las tácticas de aplicación de la ley.
Pero lo que es aún más alarmante, indicó, es que estas drogas sintéticas son diseñadas para ser altamente adictivas y lucrativas. Algunas de las sustancias que he investigado son hasta 100 veces más potentes que las drogas tradicionales, lo que aumenta enormemente el riesgo para los usuarios y la sociedad en general.
Además, agregó, estas organizaciones criminales están aprovechando las nuevas tecnologías para promover y vender sus productos. A través de la internet oscura y las redes sociales, han establecido un mercado global para la venta y distribución de drogas sintéticas, lo que dificulta aún más su control».
Sin duda, esto plantea un desafío significativo para las autoridades encargadas de combatir el tráfico de drogas. ¿Qué medidas sugiere usted que se deben tomar para hacer frente a este problema?
«Es fundamental abordar el problema de las drogas sintéticas desde múltiples frentes, indicó el autor del libro «Las Drogas Sintéticas: El Nuevo Enemigo». En primer lugar, se requiere una cooperación internacional más estrecha entre las agencias encargadas de hacer cumplir la ley y los gobiernos. El intercambio de información y la coordinación de esfuerzos son clave para rastrear y desmantelar las redes de producción y distribución.
Asimismo es necesario fortalecer la legislación y los marcos regulatorios para abordar específicamente las drogas sintéticas. Estas sustancias deben ser clasificadas como ilegales de manera más rápida y eficiente, y las penas por su producción y distribución deben ser más severas».
Para concluir, el doctor Alejandro Rebolledo enfatizó que «Es muy importante invertir en programas de prevención y educación para concientizar a la población sobre los peligros de las drogas sintéticas. Los esfuerzos deben centrarse en proporcionar información actualizada y basada en evidencia, dirigida tanto a los jóvenes como a los adultos».