Brasil: Expiden orden de prisión de diputado brasileño condenado por juicio del siglo

El Supremo Tribunal Federal (STF) de Brasil expidió hoy la orden de prisión del diputado João Paulo Cunha, uno de los 25 condenados en el llamado “juicio del siglo”, por corruptelas denunciadas en 2005, durante el primer mandato del expresidente Lula da Silva.La orden fue expedida por el presidente de la máxima corte de justicia de Brasil, Joaquim Barbosa, según informó el servicio estatal de noticias Agencia Brasil.Barbosa ordenó el encarcelamiento de Cunha el pasado 6 de enero, después de rechazar un último recurso del diputado del gobernante Partido de los Trabajadores (PT), pero salió de vacaciones al día siguiente y dejó pendiente la firma de la orden.Según la Asesoría de Prensa del STF, el texto de la orden de prisión elaborado por la Secretaría Jurídica de la corte no estuvo listo antes del viaje de Barbosa a Europa, motivo por el que no fue firmado por el presidente de la máxima corte.Los magistrados Carmen Lucia y Ricardo Lewandowski asumieron interinamente la Presidencia del STF durante la ausencia de Barbosa, pero ninguno de los dos firmó la orden de prisión que estaba pendiente.Las condenas de los 25 políticos y empresarios hallados culpables de este sonoro proceso comenzaron a ser ejecutadas gradualmente desde el pasado 15 de noviembre, con la excepción de tres de los reos, entre ellos Cunha, que todavía tenían posibilidad de presentar apelaciones.Cunha, expresidente de la Cámara de los Diputados y quien todavía ocupa un escaño en el Legislativo por el PT, de Lula y de la actual presidenta Dilma Rousseff, cumplirá una pena inicial de seis años y cuatro meses de prisión en régimen semiabierto por corrupción pasiva, lavado de dinero y malversación.Según consideró probado la corte, cuando Lula ganó las elecciones de 2002, el PT tejió una red de corruptelas que se valió de dinero público para financiar campañas y sobornar a dirigentes de otros cuatro partidos para que dieran al Gobierno la mayoría parlamentaria que no había obtenido por medio del voto.Entre los presos por el conocido también como “mensalao” (gran mesada) destaca el entonces ministro de la Presidencia, José Dirceu, considerado como la “mano derecha” de Lula y que fue calificado por la Corte Suprema como “jefe” de la red de corrupción.Infolatam / EFEOrdenan encarcelar a diputado brasileño condenado en el juicio del siglo
Publicado el 07/01/2014El Supremo Tribunal Federal (STF) de Brasil ordenó el encarcelamiento del diputado João Paulo Cunha, uno de los 25 condenados en el llamado “juicio del siglo”, referido a corruptelas ocurridas durante el primer mandato de Luiz Inácio Lula da Silva.El arresto de Cunha lo ordenó el presidente del STF, Joaquim Barbosa, después de rechazar un último recurso del diputado del gobernante Partido de los Trabajadores (PT), según informó la corte suprema.La Policía Federal informó por medio de su cuenta de Twitter que aún no ha recibido la orden de arresto, aunque el abogado de Cunha, Alberto Toron, adelantó en declaraciones a medios locales que su cliente pretende entregarse a las autoridades.Las condenas de los 25 políticos y empresarios hallados culpables de este sonoro proceso comenzaron a ser ejecutadas gradualmente desde el pasado 15 de noviembre, con la excepción de tres de los reos, entre ellos Cunha, que todavía tenían posibilidad de presentar apelaciones.Cunha, expresidente de la Cámara de los Diputados y quien todavía ocupa un escaño en el Legislativo por el PT, de Lula y la actual presidenta, Dilma Rousseff, fue condenado a nueve años y cuatro meses de prisión por corrupción pasiva, lavado de dinero y malversación.El caso se refiere a una red de corrupción tejida por el PT después de que Lula ganó las elecciones de 2002, que le sirvió al partido para financiar campañas ilegalmente y sobornar a dirigentes de otros cuatro partidos a cambio de su apoyo al Gobierno en el Congreso.Hasta ahora, todos los reos se han presentado en forma voluntaria una vez que se dictaron las órdenes de captura, salvo el exdirector del estatal Banco do Brasil Henrique Pizzolato, condenado a doce años de cárcel, quien huyó del país y se cree que se encuentra en Italia.Infolatam / EFEExfuncionario brasileño acusado de corrupción huye hacia Italia
Publicado el 17/11/2013El exdirector de marketing del Banco de Brasil, Henrique Pizzolato, huyó del país después de que este viernes se formuló una orden de captura en su contra por uno de los mayores casos de corrupción en Brasil.Según las autoridades brasileñas, Pizzolato viajó de forma clandestina hacia Italia, país del que posee pasaporte.En una carta que fue entregada a las autoridades judiciales y que fue conocida por los medios, el exfuncionario del banco estatal explicó que la principal razón de su huida era que deseaba «tener un juicio justo» en el país europeo.Pizzolato es una de las 12 personas que recibieron orden de captura por parte de la Corte Suprema de Brasil por el caso de corrupción al interior del Partido de los Trabajadores, al que pertenecen la actual presidenta Dilma Rousseff y el exmandatario Luis Inácio «Lula» Da Silva.Estas personas estaban acusadas de liderar un esquema de sobornos a miembros del partido opositor para que apoyaran el gobierno de Lula Da Silva. El escándalo se ha conocido como el «mensalão».Las otras personas que recibieron orden de captura se entregaron a las autoridades, incluido el jefe de gabinete durante el gobierno de Da Silva, José Dirceu, y José Genoino, exdirector del Partido de los Trabajadores.BBCMundo.com A cualquiera que lea las noticias de Brasil en estos días podría parecerle que en el país hay dos expresidentes Luiz Inácio Lula da Silva, uno antagónico del otro.De un lado está el Lula popular, que tras una dura batalla contra el cáncer logró que su candidato fuese electo alcalde de Sao Paulo contra varios pronósticos y que muchos quieren que vuelva a presidir Brasil.De otro lado está el Lula cuyos exaliados acaban de ser condenados por corrupción en un juicio que para algunos puede afectar su legado como gobernante y al que ciertos rivales ahora piden a la fiscalía investigar.Claro que en política a menudo las cosas se plantean en blanco o negro y en realidad admiten muchos matices, pero según analistas este presente peculiar abre una incógnita sobre el porvenir de Lula, uno de los políticos más populares de América Latina.»Él vive un momento de impasse desde el punto de vista del futuro, sobre todo a corto plazo», dijo Marco Antonio Teixeira, un experto en ciencia política de la brasileña Fundación Getulio Vargas, en diálogo con BBC Mundo.DesenlaceTeixeira sostuvo que un factor de incertidumbre es lo que pueda pasar en el final del juicio del mensalão o «gran mensualidad» sobre la compra ilegal de votos en el Congreso durante el primer gobierno de Lula (2003-2007).El Supremo Tribunal Federal (STF) brasileño, que desde agosto lleva adelante el llamado «juicio del siglo», ya declaró culpables a decenas de acusados por diferentes delitos, varios por corrupción y asociación para delinquir.

Luiz Inácio Lula da Silva junto a José Dirceu

Entre ellos hay gente que tuvo la total confianza de Lula, como su exministro de la Presidencia, José Dirceu, el expresidente del gobernante Partido de los Trabajadores (PT), José Genoino, y el extesorero del PT, Delúblio Soares.Dirceu fue condenado el lunes a 10 años y 10 meses de prisión por la compra de apoyo político.Mientras aguardan la definición de más penas, el STF ya indicó que al hombre considerado «operador» del esquema ilegal, el empresario Marcos Valério, pueden caberle hasta 40 años de cárcel.Lula siempre negó conocer la existencia de un esquema ilegal de compra de votos y nunca fue acusado por la fiscalía, ni juzgado por el STF, ni señalado como presunto responsable por sus rivales en el pasado.Sin embargo, cinco diputados y senadores opositores le pidieron la semana pasada a la Procuraduría General investigarlo por sospechas de que el expresidente pudo estar involucrado en el «mensalão».El pedido «está en análisis del gabinete del procurador general» que debe determinar si lo acepta, pero no hay un plazo para eso, le informó a BBC Mundo el servicio de prensa de la Procuraduría.Cuestión de votosCristiano Noronha, analista político de la consultora Arko Advice, con sede en Brasilia, sostuvo que «la oposición intenta de alguna forma crear algún desequilibrio para Lula porque vio que todavía le causa problemas».Aludió en particular a la apuesta que el expresidente hizo con su candidato para las elecciones municipales en Sao Paulo, Fernando Haddad, que al principio era resistida dentro del propio PT.

Fernando Haddad y Lula

Después que médicos declararan en remisión total su cáncer de laringe en marzo, Lula, de 67 años, hizo campaña activa por Haddad y en octubre logró que su partido recuperase el control de esa ciudad, la mayor de Sudamérica, aunque perdió en otras importantes como Fortaleza o Salvador.Muchos creen que además de ratificar la vigencia de la enorme fuerza electoral de Lula, su respaldo al exministro de Educación de 49 años demostró su voluntad de renovar el PT.Teixeira dijo que todo indica que Lula trabajará además por la reelección de la presidenta Dilma Rousseff en 2014 si ésta decidiera buscarla, como él mismo ha dicho. Pero agregó que de lo contrario Lula podría postularse para volver al cargo.»Por eso existe una preocupación grande de la oposición para que el juicio del mensalão pueda alcanzar al expresidente, para debilitarlo», expresó Teixeira, y agregó que por ahora el efecto político del caso es menor a lo previsto.«Experiencias aprendidas»Exobrero y exsindicalista, Lula dejó la presidencia con 30 millones menos de pobres en Brasil y una popularidad récord.Encuestas publicadas este año antes del juicio decían que una mayoría de brasileños aún preferían su candidatura para 2014, incluso cuando Rousseff tiene amplios índices de aprobación.En medio de este panorama, Lula prevé partir esta semana en gira por África e India para reunirse con jefes de Estado, dirigentes sindicales, líderes sociales y empresarios.»No tengo derecho a quedarme en casa mientras sé que, con las experiencias aprendidas durante el combate al hambre y la miseria que tuvimos aquí en Brasil, puedo ayudar a la gente de otros países», dijo el exmandatario, según informó la asesoría del Instituto Lula a BBC Mundo.Consultada sobre si el juicio del «mensalão» puede tener algún efecto en la imagen de Lula y en el legado de su gobierno, la asesoría indicó que el expresidente «no se va a pronunciar antes del fin del juicio».La Procuraduría de la República de Brasil ordenó este fin a la policía que investigue las acusaciones de corrupción contra el expresidente Luiz Inácio Lula da Silva.No es la primera vez que un escándalo salpica al que fuera presidente de Brasil entre 2003 a 2010. De hecho, algunos de los que fueran sus más cercanos aliados políticos han sido condenados por el caso, pero sí es la primera vez que investigan directamente su participación.Tras vencer una dura batalla contra el cáncer, el político ha logrado salir con la popularidad relativamente intacta de los escándalos que acosaron a su entorno y sigue siendo influyente y muy cercano a la actual mandataria, Dilma Rousseff.BBC Mundo analiza las claves del este nuevo episodio del escándalo y sus posibles consecuencias en la credibilidad de Lula.¿Qué es el Mensalao?El caso del «Mensalao» o «gran mensualidad», en español, es como se llamó en Brasil al proceso judicial que investigó la supuesta compra ilegal de votos en el Congreso durante el primer gobierno de Lula.El escándalo estalló en 2005 cuando un congresista acusó públicamente al gobernante Partido de los Trabajadores (PT) de haber pagado desde 2003 el equivalente a US$10.000 mensuales a aliados políticos para asegurarse sus apoyos.El que está considerado como el mayor caso de corrupción de la historia reciente de Brasil estuvo a punto de provocar el colapso del gobierno de Lula. Sin embargo y, pese a las condenas de algunos miembros de su partido, el expresidente fue cómodamente reelegido en 2006.¿Quién ha caído hasta ahora?En total 25 personas, entre ellas varios altos miembros del partido de Lula, el PT, fueron condenados a largas sentencias de cárcel por su participación en el esquema de compra de votos.Entre ellos están algunos políticos que tuvieron la total confianza de Lula, como su exministro de la Presidencia, José Dirceu, quien recibió una pena de diez años y diez meses de cárcel.También han sido condenados el expresidente del PT José Genoino, y el extesorero del PT Delúblio Soares.¿Por qué piden investigar a Lula ahora?  Aunque el escándalo estalló en 2005, hasta ahora el expresidente no había sido sido acusado directamente de estar involucrado en el esquema. La Fiscalía no encontró pruebas contra él.Sin embargo, este viernes el Ministerio Público ordenó a la policía investigar las acusaciones de corrupción.La petición se produce después de que el pasado mes de septiembre Marcos Valerio, un empresario condenado a 40 años de prisión por el escándalo del Mensalao, dijese a los fiscales que el exmandatario recibió dinero de un programa ilícito que usaba fondos públicos para pagar a los partidos de la coalición a cambio de apoyo político.Concretamente, acusó a Lula y al que fuera su ministro de Finanzas entre 2003 y 2006, Antonio Palocci, de haber negociado una paga de US$7 millones en 2005 con el presidente de la compañía Portugal Telecom a través de una cuenta en Macau (China).¿Afectará a la popularidad de Lula?«El Ministerio Público encontró que había bastantes indicativos para abrir la investigación», le dijo el profesor emérito de ciencia política en la Universidad de Brasilia, David Fleischer, a BBC Mundo.

Lula con Dilma Rousseff

.No obstante, explica Fleischer, el primer paso será «verificar la veracidad» de la denuncia de Marcos Valerio.»Si fuera a fondo, eso puede disminuir bastante la imagen y el poder político de Lula, porque él escapó del Mensalao diciendo que sólo tuvo conocimiento por los diarios».Pero Fleischer también advirtió que «es posible» que la investigación no arroje resultados concretos y la imagen del expresidente no se vea afectada.»No sabemos exactamente cómo va a acabar», concluyó.¿Qué pasará ahora?La declaración del empresario Marcos Valerio, que trabajó de cerca con el PT, se produjo en septiembre, una vez que éste conocía su condena y en un intento por reducir la sentencia de 40 años de cárcel.Hasta entonces, Valerio siempre había negado que Lula tuviera conocimiento del esquema de compra de votos. Eso ha provocado que se cuestione la veracidad de la declaración.Por ello, el empresario deberá ser interrogado de nuevo por la Policía Federal.Ahora la investigación deberá seguir su curso y es probable que se extienda varios meses. Brasil: entre la fama y la polémica, un negro preside la Corte Suprema por primera vezJoão FelletBBC, BrasiliaBarbosa, primer presidente negro del tribunal, fue el juez encargado de supervisar uno de los mayores juicios por corrupción en Brasil, llamado el «juicio del siglo», que involucra a José Dirceu, quien fuera mano derecha del expresidente Luiz Inácio Lula da Silva.Barbosa, de 58 años, ha sido elogiado en los últimos días en las calles: el domingo, mientras votaba en Río de Janeiro, hubo personas que querían sacarse una foto junto a él.En el llamado «juicio del siglo», Barbosa condenó a 22 de los 25 acusados por el caso del mensalao, mensualidad, un esquema que utilizó fondos públicos desde 2002 hasta 2005 para pagarles a los partidos políticos y obtener su apoyo en el Congreso.Llegó a la tapa de revistas, fue citado por periódicos extranjeros y el diario estadounidense The New York Timesaseguró que el juez sale del juicio como una especie de «héroe político».Las posiciones de Barbosa en el proceso han sido seguidas por la mayoría de los ministros pero esto contrasta con las tensas relaciones que mantiene con algunos miembros del tribunal.Durante el juicio intercambió críticas con otros colegas y uno de ellos dijo que Barbosa no estaba «respetando la institución» y que estaba preocupado por la posibilidad de que asumiera la presidencia del organismo.Pese a ello, Barbosa, quien fue nominado para el tribunal en 2003 por Lula da Silva, terminó siendo elegido y asumirá su cargo, que ocupará durante dos años, el 22 de noviembre.Críticas y discusionesAntes del juicio, Barbosa ya había tenido otros desencuentros con miembros del tribunal y había sido objeto de comentarios despectivos de sus colegas.En 2007, una ministra fue vista por periodistas al enviar un mensaje a otro juez sobre la nominación de Barbosa para el caso delmensalao: «Este va a dar un salto social con el juicio», escribió.Un par de años después, durante una disputa en tribunales, el entonces presidente del Supremo, Gilmar Mendes, dijo que Barbosa no tenía «condiciones para darle una lección a nadie».En otro episodio, Cezar Peluso, quien dejó el Supremo a finales de agosto, dijo en una entrevista que su compañero tenía «miedo de ser categorizado como alguien que no había llegado al Supremo por sus méritos, que los tiene, sino por su color».Barbosa respondió a las críticas en otra entrevista: dijo que Peluso dejaba la «imagen de un presidente de Supremo conservador, imperial, tiránico, que no dudó en violar las reglas cuando se trataba de imponer su voluntad por la fuerza».El color de la piel de Barbosa también ha sido planteado por críticos del ministro que no pertenecen al máximo tribunal.

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