El presidente de El Salvador, Nayib Bukele, acusado por sus estrechos vínculos con un caso de corrupción y lavado de dinero, mientras fue alcalde de Nuevo Cuscatlán, en ese momento recibió más de cinco millones y medio de dólares por parte de una empresa salvadoreña investigada actualmente por la Fiscalía General.
Según la Revista Factum, cuenta con detalle cómo Bukele recibió 1.974.200 dólares millones de dólares por parte de la empresa Inversiones Valiosas de El Salvador (Inverval, S.A. de C.V.), investigada por lavado de dinero.
“Los desembolsos constan en documentos incautados por la Fiscalía General como parte de una investigación por posible lavado de dinero que involucra a 23 empresas relacionadas con el consorcio Alba Petróleos de El Salvador; Inverval que desembolsó otros 3.474.894 dólares y se los entregó ahora como Presidente.
Además, el origen del dinero que recibió Bukele viene de Alba Petróleos de El Salvador, el consorcio financiado con fondos estatales venezolanosque también es objeto de investigaciones por posible lavado de dinero en Estados Unidos, Venezuela, y en El Salvador, durante la administración de Rafael Ramírez.
El dinero que Alba Petróleos repartió a Bukele y sus colaboradores es solo una de las formas como el actual presidente y miembros de su círculo íntimo se relacionaron con la red de empresas en la órbita de Alba que, según las investigaciones iniciadas en Washington, Caracas y San Salvador, fue una fachada para el lavado de dinero durante toda esta década”.
Los fiscales encontraron documentos firmados por Bukele, uno que data 27 de junio de 2013 por 320.000 dólares y otro fechado el 19 de diciembre del mismo año por 94.000 dólares. En ambos, se comprometía a pagar el dinero a Inverval en cuotas mensuales que depositaría en la cuenta número 10000034001293 del Banco Promérica.
Parte de esa documentación está en manos de agencias estadounidenses, que tienen expedientes abiertos relacionados a Alba Petróleos, según aseguraron en Washington dos agentes federales bajo condición de anonimato.
El Ciudadano