a Policía y los Carabineros italianos arrestaron hoy a 31 sospechosos de pertenecer a una cúpula de la Cosa Nostra, la mafia de Sicilia, que se había dedicado a la extorsión de empresarios y comerciantes, incluso durante el confinamiento por la pandenmia, además del tráfico de drogas, informaron en un comunicado.
Antilavadodedinero / Negocios
Sobre los 31 arrestados (29 de ellos en prisión y 2 en arresto domiciliario) pesan delitos que van de pertenencia al crimen organizado, tenencia y producción de estupefacientes, posesión de armas y extorsión con el agravante del método mafioso.
Según el comunicado conjunto de las Fuerzas del orden, la operación contra esta cúpula mafiosa comenzó el pasado 20 de julio cuando ya se produjeron algunas detenciones y que permitieron llegar a los arrestos de hoy que se han producido en varias ciudades italianas como Palermo, Reggio Calabria, Alessandria y Génova.
Entre los detenidos se encuentra el jefe de Cosa Nostra, Antonio Lo Nigro, narcotraficante de 43 años en relaciones con la ‘Ndrangheta (la mafia calabresa), ya detenido en varias ocasiones, y que pretendía recuperar el poder en la zona este de Palermo.
Lo Nigro pertenece a una de las familias más importantes de Cosa Nostra. Su primo Cosimo fue el encargado de procurar los explosivos para el atentado en el que murió el juez Giovani Falcone y que luego formó parte del comando que asesinó al sacerdote Pino Puglisi.
Las investigaciones han permitido reconstruir la reorganización de algunas familias de Cosa Nostra como las de las zonas de Brancaccio, Corso dei Mille y Roccella, en Palermo, y sus actividades criminales documentando más de 50 casos de extorsión a comerciantes, «desde el pequeño vendedor ambulante ilegal hasta el operador de la gran distribución».
Según la nota de la Policía, los mafiosos obligaban a pedir autorización a la cúpula antes de poder abrir cualquier actividad o estaban obligados a contratar a personal vinculado al clan.
Como se aprecia en una de las escuchas, un constructor se vio obligado a ponerse de acuerdo con la familia mafiosa para poder comprar un terreno que se encontraba en el área de competencia del clan, así como se han verificado varios atentados contra tiendas que se negaron a pagar el llamado «pizzo», la extorsión a Cosa Nostra.
También se ha comprobado la posesión de armas, así como el tráfico de drogas en muchos de los barrios de Palermo.
En el comunicado se explica como el grupo mafioso criticaba fuertemente a un familiar cuya hija iba a participar en actividades escolares para recordar los atentados en los que murieron los jueces Giovanni Falcone y Paolo Borsellino.
También se comprobó que «en plena emergencia epidemiológica se continuó extorsionando a las pocas actividades que quedaron abiertas» así como también se robaron «veinte cajas que contenían 16.000 mascarillas FPP2 que iban destinadas al hospital de Palermo para revenderlos con fines lucrativos.