Capturan en Puerto Rico a 41 líderes del narcotráfico y del tráfico de armas

Agentes federales de Puerto Rico, arrestaron hoy a 41 personas acusadas de narcotráfico y violaciones a la ley de armas y que pertenecen a la banda liderada por Carlos Manuel Cotto Cruz, mejor conocido como “Wasa”, detenido y procesado en mayo de 2021 por los mismos delitos.

Antilavadodedinero / Periodicoelsol

“El año pasado detuvimos a Carlos Manuel Cotto Cruz, líder de esta violenta organización. Seguimos trabajando sin descanso y hoy hemos desmantelado las actividades de narcotráfico de esta ganga”, dijo W. Stephen Muldrow, el fiscal federal para el distrito de Puerto Rico.

El 17 de mayo, un gran jurado federal presentará una acusación en la que se imputan cargos a 41 miembros de la pandilla.

La investigación del caso estuvo a cargo del Buró Federal de Investigaciones (FBI) y la Policía de Puerto Rico, con la colaboración del otras agencias federales.

“Durante el operativo de hoy, arrestamos a varios líderes del narcotráfico en Puerto Rico. Sabemos que esto no significa que nuestro trabajo haya terminado, y quiero dejar en claro que no nos detendremos”, dijo Joseph González, agente especial del FBI en San Juan.

La acusación alega que desde el 2016 hasta la fecha, la organización de narcotraficantes distribuyó heroína, “crack”, cocaína, marihuana, Percocet, Xanax y Suboxone a menos de mil pies de los residenciales Vista Hermosa, Villa España y Luis Llorens Torres y otras áreas cercanas.

El objetivo de la conspiración era operar una organización de tráfico de drogas para distribuir sustancias controladas en muchas áreas de San Juan, y enviar narcóticos a Estados Unidos continentales, para obtener un beneficio financiero significativo.

Durante el curso de la investigación, los miembros de la conspiración recibieron cargamentos de narcóticos en las costas de Puerto Rico desde barcos que habían viajado desde Venezuela y República Dominicana. Los miembros de la organización transportaron y distribuyeron cientos de  kilos de cocaína desde Puerto Rico hacia Estados Unidos.

Como parte de la conspiración, los delincuentes utilizaban apartamentos abandonados en los proyectos de vivienda pública para preparar la droga para su distribución en los puntos de venta.

También alquilaban diferentes propiedades o lugares utilizando aplicaciones de alquiler de viviendas como AirBnb, para utilizarlos como lugares de escondite para almacenar kilogramos de heroína, cocaína, crack, marihuana, dólares, armas de fuego y municiones con la finalidad de evitar la detección de las fuerzas del orden.

Los acusados ocuparon diferentes papeles en la organización: líderes o proveedores, ejecutores, corredores, vendedores, vigilantes y facilitadores. Los miembros de la banda utilizaban la fuerza, la violencia y la intimidación para mantener el control de las zonas en las que operaban.

Celebraban además reuniones para discutir las operaciones de la organización de tráfico de drogas y para planificar actos violentos contra los miembros de su propia banda o de alguna banda rival.

Un total de 26 acusados se enfrentan a un cargo de posesión de armas de fuego en apoyo de un delito de tráfico de drogas:

Carlos Manuel Cotto Cruz, alias “Wasa”, “Zion”, “Loco”, “Alto Rango” o “Ministro”, Héctor Luis Santiago Medina, alias “Gordo Casco” o “El Incorregible”, Luis Daniel García Hernández, alias “Luisda” o “El Enano”, Jermaine Calderón Echevarría, alias “Pupi”, Víctor Isaac Del Valle Rivera, José Luis Castro Vázquez, alias “Manotas”, Fabián Nieves Rosales, alias “Chino”, Karem Lynette Varcárcel Cruz, alias “La Prieta” y Pedro Alejandro Ocasio-Hernández, alias “Chino”.

También Giovanni Andrés Reyes Cruz, alias “Koala”, “Ken” o “El Animal”, Luis Manuel Vega Quiles, alias “Luisma” o “Sangre”, Gabriel Casanova Yales, alias “Gaby Luchy”, Fernando Ian Canino Ortiz, alias “Ian”, Carlos J. Santos Díaz, alias “Mambiche”, Luis Miguel Muñoz López, alias “Chino” o “Chino Grillo”, Luis Alberto Cintrón Collazo, alias “Pacho” o “El Negro” y Pablo de la Cruz Arias, alias “Pablo El Diablo”.

Además de Pedro Víctor Nieves Hernández, alias “Pedrito”, Mario Alexander Rivera, Carlos A. Benítez Rolón, alias “Charlie” o “Charlie El Negro”, Jesús David Maldonado Morales, alias “Chuíto”, Arsenio Laborde Figueroa, Juan Francisco Torres-Huertas, alias “Cano”, “Canito” o “Jonathan”, Julio Ángel Galarza Rosado, Alex Darnel Rodríguez Huertas, alias “Darnel” y Lino Acosta López.

Los otros acusados son: Luis Manuel Ortiz Romero, alias “Yiyo”, Luis Nike Santiago Medina, Juan Ruiz Díaz, alias “Pra Pra”, Rubén Figueroa Rodríguez, alias “Rubén, El Gordo”, Yan Carlos De Jesús Ortiz alias “Cepi” o “El Escudo”, Omar Quiles Arce, alias “Tibu”, Kevin Jomar Maldonado Rosa, Kristian Damián Martínez Cruz.

Además de Ángel Rafael Torres Reyes, alias “Mickey Wood”, Orlando José Rodríguez Lara, alias “Trippy”, Kibanielle Ichael Colón Muñiz, alias “Kiba”, Chris Anthony Jiménez Ortiz, Kenny J. Rodríguez Rodríguez, alias “Kencho” o “Kenny Kencho”, Keyshla Michelle Rodríguez Acevedo y Kelvin Joel Torres Flores.

Los acusados Héctor Luis Santiago Medina y Keyshla Michelle Rodríguez Acevedo se enfrentan a un cargo de conspiración para cometer blanqueo de capitales. Según los documentos judiciales, el objetivo de la conspiración era realizar transacciones financieras con el producto del narcotráfico para ocultar y disfrazar la naturaleza, la ubicación, el origen, la propiedad y el control del producto.

Por ejemplo, utilizaban el producto de la venta de los estupefacientes para comprar vehículos. A veces presentaban documentos financieros falsos y hacían declaraciones falsas a las instituciones financieras para recibir préstamos para la compra de automóviles y pagaban los préstamos con la venta de los estupefacientes.

También registraban los vehículos a nombre de sus cómplices, pero los vehículos eran utilizados por otros individuos de la organización.

Si son declarados culpables de los cargos de drogas, los acusados se enfrentan a una pena mínima de 10 años y hasta la cadena perpetua. Si son declarados culpables de los cargos de drogas y de armas de fuego, los acusados se enfrentan a una sentencia mínima de 15 años y hasta cadena perpetua.

Todos los acusados se enfrentan a una acusación de confiscación de narcóticos de 58,151,800 dólares.

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