La UIF reveló que cinco empresas han sido utilizadas por la organización criminal para blanquear dinero y financiar sus actividades ilícitas.
Antilavadodedinero / infobae.com
Por varios años, los sinaloenses se han divertido en cines, comprado en joyerías y contratado servicios de consultoría, publicidad y construcción pertenecientes al Cártel de Sinaloa.
La Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público reveló el movimiento de casi 2,000 millones de pesos desde cinco empresas en México, que han ayudado a la triangulación de recursos en beneficio de la organización criminal y sus principales operadores financieros.
La primera actividad ilícita se localizó en el estado de Jalisco, donde un operador financiero del Cártel de Sinaloa recibió a través de su esposa recursos de una empresa establecida en dicha entidad. La compañía expidió un total de 58 cheques que fueron cobrados en efectivo por 12,776,000 pesos.
Uno de los socios de esta empresa también es representante legal de al menos 13 negocios más, que se dedican a la publicidad, consultoría, asesoría y construcción, los cuales en conjunto han registrado retiros en efectivo por 497 millones de pesos.
Los siguientes movimientos fueron detectados en la capital de Sinaloa, donde a través de una empresa, dos operadores adquirieron cuatro propiedades en Culiacán por 17,352,000 pesos. Además, realizaron compras —que no corresponden con sus declaraciones de impuestos— por 14,118,000 pesos.
Ambos operadores del Cártel de Sinaloa también son socios de una joyería ligada a otra ubicada en Delaware, Estados Unidos, que trianguló recursos por 10,452,000 pesos.
El Cártel de Sinaloa también se ha hecho de una amplia red de cines en Culiacán, misma que generó 884,938,000 de pesos, de los cuales la organización recibió depósitos en efectivo por 456,421,000 de pesos.
Se detectó que el representante de la cadena de cines, constituyó a través de un familiar una empresa dedicada a la construcción con la que realizó retiros por más de 100,000,000 de pesos.
Las “vacas lecheras», como la Agencia Antidrogas de EEUU ha designado a las fuentes de ingresos que alimentan las actividades de la transnacional del crimen más poderosa, están relacionadas con Rafael Caro Quintero, uno de los líderes del Cártel de Sinaloa.
En octubre pasado, el Departamento de Justicia de Estados Unidos informó que busca confiscar bienes en México, que el «Narco de Narcos” adquirió con recursos ilícitos. Se trata de ocho propiedades, que según las autoridades estadounidenses se encuentran en Guadalajara, Jalisco.
En 2007, el gobierno de EEUU reveló la identidad de los prestanombres, encargados de administrar los negocios del Cártel de Sinaloa.
En el oficio aparece el nombre de Diana Espinoza Aguilar, alias “Altagracia Espinoza Aguilar”, actual pareja de Caro Quintero, y quien se encarga de éstas y otras compañías, incluyendo restaurantes, inmobiliarias y constructoras.
Los negocios de Ismael “El Mayo» Zambada, fundador del Cártel de Sinaloa son aún más exquisitos. Según las autoridades de EEUU, el capo está relacionado con compañías de leche, balnearios, y guarderías.
Hasta el momento más de 330 cuentas bancarias han sido congeladas a la organización del «Mayo” Zambada.