Caso Rubén Ale La Chancha: Secuestro, Lavado de Dinero y Extorsión

A días de ser absuelta por la Justicia provincial en el juicio por el secuestro y desaparición de Marita Verón, María Jesús Rivero fue detenida por causas vinculadas con el lavado de dinero, informaron fuentes judiciales.
Rivero fue detenida en la noche del domingo por una causa que investiga la Justicia Federal vinculada con el lavado de activos, en tanto se espera que en las próximas horas sigan el mismo camino otros cinco personas, entre los que estaría Rubén «La Chancha» Ale, a quien se considera cabecilla de la organización.
Ale, ex pareja de Rivero, fue acusado por Susana Trimarco, madre de Marita Verón, de ser responsable del secuestro y desaparición de su hija, aunque la Justicia local nunca lo vinculó con el caso.
Rivero, en cambio, estuvo imputada al igual que otras 12 personas en el juicio que finalizó hace un año con un polémico fallo en el que resultaron absueltas.
Sin embargo, la semana pasada la Corte Suprema de Justicia de Tucumán modificó parcialmente el falló y encontró culpables a 10 de los imputados, pero absolvió a Rivero y a su hermano Víctor.
Luego de conocer la decisión de la Corte, Trimarco se refirió a la situación de Rivero y sostuvo que «se salvó por ahora, pero de la otra causa que tiene (en la Justicia Federal) no se va a salvar».
La investigación por el lavado de activos comenzó hace varios meses y la lleva adelante la UIF (Unidad de Información Financiera), que depende del Ministerio de Economía de la Nación, y que conduce José Sbatella.
El juez Federal N° 2 de Tucumán Fernando Poviña, también ordenó una serie de allanamientos a las oficinas de las empresas vinculadas al denominado «clan Ale», tarea que lleva adelante personal de Gendarmería Nacional.
Los hechos
En una resolución de más de 270 fojas, el juez federal Fernando Poviña también dispuso el procesamiento de Oscar Roberto Dilascio, Victor Alberto Suárez, Fabián Antonio González. La «Chancha» Ale, Dilascio, Suárez y González aún no fueron detenidos porque no estaban en sus domicilios. Fuentes de la investigación dijeron que es probable que estén fuera de la provincia.
Las pistas sobre lavado de activos llevan a las mismas pruebas que fueron desestimadas por los jueces Alberto Piedrabuena, Emilio Herrera Molina y Eduardo Romero Lascan, de la Sala II de la Cámara en lo Penal de Tucumán cuando absolvieron a los 13 acusados de secuestrar a María de los Ángeles Verón y obligarla a prostituirse en los locales regenteados por Lidia Irma “Mamá Lily” Medina (fallecida en febrero de este año) y sus hijos José “Chenga” y Gonzalo Gómez, en La Rioja.
En la causa hay sospechas de que la flota de remises la Cinco Estrellas, propiedad de Rivero y Ale, habría sido usada para trasladar a las mujeres que eran captadas y obligadas a ejercer la prostitución, y para lavar dinero proveniente de la actividad ilícita. La titularidad de la empresa ahora está en mano del único hijo que tuvo la pareja, Ángel Adolfo Ale. El joven de poco más de 20 años también fue indagado, pero en su caso el juez Poviña dictó la falta de mérito.
Durante las indagatorias, que tuvieron lugar en noviembre pasado, Ale reconoció que la empresa le pertenece. Pese a que transfirió la titularidad a nombre de su actual pareja, María Florencia Cuño y de su hijo. Cuando le preguntaron por los “elementos” relacionados con la causa que investiga el secuestro de Marita -que se encontraron en la remiseria (durante las allanamientos realizados en el mes de marzo- apeló a la falta de memoria. “Dijo que no recordaba cómo habían llegado allí, y después agregó que quizás fue Rivero -su ex pareja- quien los llevó”, detallaron fuentes judiciales.
De las 13 personas involucradas en esta causa, Rivero fue la que hizo declaraciones más largas. Durante siete horas, negó todo y dijo que las cartas (secuestradas durante los allanamientos) en las que le reclama a Rubén Ale que deje de poner a nombre de terceros bienes que le corresponden a ella y al hijo que tuvieron, son producto de confusión y sentimientos de venganza. Sobre sus bienes no pudo explicar cómo siendo titular de dominio de inmuebles que “suman una valuación superior a los $ 2.000.000”, “habiendo vendido en 2012 otro inmueble valuado fiscalmente por aproximadamente $ 140.000” y siendo dueña de 15 vehículos, de enero a julio de 2009 solo declaró ingresos por .835. Y hasta diciembre de ese año apareció como deudora irrecuperable del sistema financiero.
“El esquema patrimonial expuesto por la imputada corroboraría por parte de la misma o bien la omisión de ingresos gravados (evasión) o la financiación por medio de ingresos derivados de actividades ilícitas (lavado de activos)”, dijo a Infojus Noticias Luciano Botteri Domecq, representantes de la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) que junto a la Unidad de Información Financiera (UIF), actúa como querellante en la causa.El fiscal, que acusó a la organización liderada por Rubén Ale, explicó los motivos de la detención de Jesús Rivero y de las otras personas vinculadas al ex presidente de San Martín. Caso Verón.
En el marco de la causa por lavado de Dinero que ordenó la Justicia Federal, el fiscal de la Procuraduría de Criminalidad Económica y Lavado de Activos (Procelac), Carlos Gonella, que acusó a la organización liderada por Rubén Ale, explicó los motivos de la detención contra las personas cercanas al ex presidente de San Martín. Al tiempo que dejó en claro que nada tiene que ver con el caso Verón.

La detención de María Jesús Rivero por lavado de activos se produjo días después de que la Corte Suprema de Justicia de Tucumán la absolviera por el secuestro y desaparición de Marita Verón.

En tanto que su ex marido Rubén «La Chancha» Ale está prófugo. La Justicia Federal ordenó otras detenciones y allanamientos.En diálogo con LV12, el funcionario judicial explicó que se encontraron en la investigación una serie de hechos, que comprometen entre otros a Angel «La Chancha» Ale, su ex esposa, María Jesús Rivero, a Roberto Dilascio, y otras personas más como partícipes de esta asociación.Sin embargo aclaró que el Juez no encontró méritos y por eso lo dejó fuera de la investigación al hijo de Ale y Rivero, conocido como alias el «Monito» Ale.De acuerdo a lo que detalló Gonella, «se descubrió que los imputados cometían los delitos de explotación sexual de seres humanos, narcotráfico, poseían una gran cantidad de armas de fuego, algunas de ellas no numeración limada, también indicios de libramiento de cheques para estafar a organismos públicos y privados, o sea que una serie de ilicitos destinados a cometer delitos.Las ganancias de estas acciones se establecían en supuestas operaciones de carácter lícitos a través de la compra de autos de alta gama, de los cuales se compraron unos150 automoviles, más de 40 inmuebles, hasta se pidió la clausura de cajas de seguridad, entre los cuales hay maniobras que se produjeron en el momento en que los acusados se desempeñaban a cargo de la administración del club de Fútbol San Martín», indicó.Según Gonella dijo que aproximadamente el monto del embargo que se ha solicitado es de alrededor de 10 millones de pesos, lo que es una de las mayores causas que lleva adelante esta fiscalía.En una resolución de más de 270 fojas, el juez federal Fernando Poviña dispuso el procesamiento con prisión preventiva para ambos, por “lavado de activos” agravado” por haberlo cometido “en banda” y por mediar “asociación ilícita”.Estos activos habrían sido generados a través de una red dedicada a la trata de personas con fines de explotación sexual.Las pistas sobre lavado de activos llevan a las mismas pruebas que fueron desestimadas por los jueces Alberto Piedrabuena, Emilio Herrera Molina y Eduardo Romero Lascan, de la Sala II de la Cámara en lo Penal de Tucumán cuando absolvieron a los 13 acusados de secuestrar a María de los Ángeles Verón y obligarla a prostituirse en los locales regenteados por Lidia Irma “Mamá Lily” Medina (fallecida en febrero de este año) y sus hijos José “Chenga” y Gonzalo Gómez, en La Rioja.La semana pasada esa sentencia fue revocada parcialmente por los integrantes del máximo tribunal tucumano.Rivero continuaba exenta de responsabilidades penales, por falta de pruebas para demostrar que habría ordenado el secuestro de la hija de Susana Trimarco.En la causa hay sospechas de que la flota de remises la Cinco Estrellas, propiedad de Rivero y Ale, habría sido usada para trasladar a las mujeres que eran captadas y obligadas a ejercer la prostitución, y para lavar dinero proveniente de la actividad ilícita.La titularidad de la empresa ahora está en mano del único hijo que tuvo la pareja, Ángel Adolfo Ale. El joven de poco más de 20 años también fue indagado, pero en su caso el juez Poviña dictó la falta de mérito.Durante las indagatorias, que tuvieron lugar en noviembre pasado, Ale reconoció que la empresa le pertenece. Pese a que transfirió la titularidad a nombre de su actual pareja, María Florencia Cuño y de su hijo.Cuando le preguntaron por los “elementos” relacionados con la causa que investiga el secuestro de Marita -que se encontraron en la remiseria (durante las allanamientos realizados en el mes de marzo- apeló a la falta de memoria. “Dijo que no recordaba cómo habían llegado allí, y después agregó que quizás fue Rivero -su ex pareja- quien los llevó”, detallaron fuentes judiciales.De las 13 personas involucradas en esta causa, Rivero fue la que hizo declaraciones más largas. Durante siete horas, negó todo y dijo que las cartas (secuestradas durante los allanamientos) en las que le reclama a Rubén Ale que deje de poner a nombre de terceros bienes que le corresponden a ella y al hijo que tuvieron, son producto de confusión y sentimientos de venganza.Sobre sus bienes no pudo explicar cómo siendo titular de dominio de inmuebles que “suman una valuación superior a los $ 2.000.000”, “habiendo vendido en 2012 otro inmueble valuado fiscalmente por aproximadamente $ 140.000” y siendo dueña de 15 vehículos, de enero a julio de 2009 solo declaró ingresos por .835.Y hasta diciembre de ese año apareció como deudora irrecuperable del sistema financiero.“El esquema patrimonial expuesto por la imputada corroboraría por parte de la misma o bien la omisión de ingresos gravados (evasión) o la financiación por medio de ingresos derivados de actividades ilícitas (lavado de activos)”, dijo a Infojus NoticiasLuciano Botteri Domecq, representantes de la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) que junto a la Unidad de Información Financiera (UIF), actúa como querellante en la causa.Quiénes son los otros procesados- Oscar Roberto Dilascio: en la causa por lavado, además de María Jesús Rivero y su exesposo Alé, el juez Poviña dispuso el procesamiento con prisión preventiva para la actual pareja la mujer.En el requerimientos de indagatorias el fiscal Carlos Gonella de la Procuraduría de Criminalidad Económica y Lavado de Activos (Procelac) y Carlos Brito titular de la Fiscalía Federal 1 de Tucumán, dejaron asentado que el concubino de Rivero compartió sociedad con Ale en la “Gerenciadora Deportiva del NOA”, constituida en octubre de 2002, para administrar el Club San Martín, del que Rivero fue vicepresidenta durante la gestión que los tuvo al frente del club.En las cartas que Rivero escribió a La Chancha, y que fueron secuestradas durante los allanamientos realizados en marzo en el marco de esta investigación, Rivero le reclama que “… el robo de los colectivos y los 11 jugadores que eran de la gerenciadora que en definitiva era tuya porque el boludo de Roberto era un prestanombre. Ganancias=tuyas y Fabián. Pérdidas=Roberto y yo (…) yo no compré colectivo con la plata de la gerenciadora y los vendía para mí…”.-Fabián Antonio González y Víctor Alberto “Pelao” Suárez: sobre ellos también pesa una orden de detención, para dar cumplimiento al procesamiento con prisión preventiva. Ambos fueron señalados por los investigadores como testaferros de la “Chancha” Alé. Durante el mandato de Rubén Alé como presidente del Club Atlético San Martín, González y Víctor Suárez ocuparon los cargos de vocal titular y Vicepresidente 2º, respectivamente.

En la causa, el “Pelao” Suárez reconoció que desarrolla actividades comerciales sin declarar, y aunque dijo que ganaba 100 mil pesos con una despensa y dos taxis (de cuya titularidad tiene el 10%), admitió haber trabajado en la remiseria Cinco Estrellas. También dijo que prestó cheques de $ 3.550.874 para el pago de jugadores del Club San Martín (si bien justificó el egreso, no pudo hacerlo con el origen del dinero).-Julia Esther Picone: pareja de González, también fue procesada por el juez Poviña pero no pesa sobre ella una medida de prisión preventiva.-Adolfo Ángel “Mono» Alé: hermano de la “Chancha”, también fue procesado por el delito de lavado de activos.Pero Poviña no dictó para él la medida de prisión preventiva. Junto a su actual mujer, Andrea Acosta, integra la empresa “Points Limits S.R.L.”, dedicada a los juegos de azar en cinco locales habilitados en La Cocha, Alberdi, Aguilares, Concepción y la capital tucumana.“El crecimiento durante los últimos tres años fue muy significativo y no porque tengan más locales, ni hayan incrementado la cantidad de máquinas o el cuadro tarifario”, dijo Botteri Domecq a Infojus Noticias. En su declaración reconoció que para evitar posibles embargos en otras causas, puso bienes y armas a nombre de dos de sus exparejas y madres de sus hijos, Ana Ruíz y Marta López.-Valeria Bestan: estuvo en pareja con la Chancha durante 15 años, por lo menos hasta 2011 cuando él fue detenido. También quedó involucrada y procesada en la causa por lavado, sospechada de ser el testaferro del clan.Ante el juez Poviña, Bestan no pudo justificar el origen de nueve vehículos, entre ellos una camioneta Mercedes Benz de alta gama valuada en 56.000 dólares y dijo que no sabía que era titular de otros dos autos registrados a su nombre.Además reconoció e intentó justificar sus ingresos con la concesión que le dio Ale de una tienda de ropa deportiva en el club San Martín.-El “Monito” Alé, Daniela Natalia Milhein y su expareja, Andrés Alejando González: para todos ellos el juez dictó la falta de mérito.En el juicio por el secuestro de Marita Verón, Milhein fue condenada por ocultar a la joven. Para el 2014 está previsto que ella y González afronten el juicio por secuestrar y obligar a prostituirse a Fátima M., una adolescente fue víctima de la red de trata que operaba en Tucumán y que declaró haber visto a Marita, en la casa que Milhein tiene en Yerba Buena, en la capital provincial.LV12online.comAntes de conocerse la sentencia que absolvió a los 13 acusados por la desaparición de “Marita” Verón, su madre, Susana Trimarco, recibió una carta anónima de un funcionario del Poder Judicial que aseguraba que Rubén “La Chancha” Alé había sobornado a los jueces. Hasta tenía una cifra: 2 millones de pesos a cada uno.Tras conocerse el fallo, Trimarco no tuvo tapujos a la hora de criticarlo. “Fue un acto de corrupción, una estafa”, sentenció.
Todos conocen a Alé en Tucumán por sus vínculos con la política y el fútbol. Pero por lo bajo se habla de prostitución, drogas, tráfico de armas, usurpación de tierras y una interminable lista de delitos. ¿Cómo llegó este ex barrabrava de San Martín a manejar una flota de 600 remises, tender puentes con el poder político y terminar vinculado a la desaparición de Marita Verón?
La historia de Alé comienza en los 80, cuando lideraba “La banda de los Alé” junto a su hermano Ángel, más conocido como Mono. Se habían impuesto frente a otro grupo denominado Los Gardelitos en la interna por la conducción de la barra brava de San Martín de Tucumán.
Ambos tenían antecedentes con la Justicia. La propia “Chancha” había estado cuatro años preso por un intento de homicidio. Y junto a su hermano “zafaron” de varias causas, incluido el asesinato de dos miembros de Los Gardelitos.
Según Cosecha Roja, en los 90 comenzó a vincularse a la política hasta convertirse en ahijado político del vicegobernador menemista Fernando Juri. Pasó de custodio de Carlos Menem en sus visitas a Tucumán a candidato a legislador de la capital tucumana y de la provincia. “Su flota de remises, puesta al servicio del poder político, funcionaba como una enorme red de control territorial”, advierte la red de periodistas judiciales de Latinoamérica.
La crisis del 2001 golpeó todos los órdenes, incluido el fútbol. Con grandes promesas, Alé logró hacerse cargo del plantel de San Martín, a través de la empresa Gerenciadora del NOA. El éxito fue absoluto: en pocos años el club pasó de jugar un campeonato regional a estar en Primera. Y así las cosas, en 2008 llegó a la presidencia del club. Por vía democrática.
En Tucumán son muchos los que aseguran que el cargo le vino al pelo para manejar sus negocios ilegales. Y la barra brava le sirvió como fuerza de choque.
Caso Salinas

En su última entrevista antes de su suicidio, el empresario Alfredo Yabrán aseguraba a Página/12 que “el poder es tener impunidad”. La misma que denunció Trimarco. Alé siempre fue una de las fichas preferidas de sus imputaciones. «Maneja la droga y la prostitución en el noroeste del país. También tiene negocios en Córdoba y Buenos Aires. Tiene testaferros con los que blaquea el dinero», dijo. Y sus vínculos con el Poder Judicial siempre fueron un off de record del que todos hablan por lo bajo en Tucumán. 
A comienzos de los 90, el abogado Jorge Lobo Aragón estaba amenazado de muerte. Como secretario de la Corte Suprema provincial, tenía a cargo el Caso Salinas, un homicidio por el que estaban acusados los hermanos Alé y su padre. “Les dicté la prisión preventiva desde un hotel afuera de San Miguel, rodeado de policías”, recordó a Cosecha Roja.
Los hermanos pasaron dos años tras las rejas y su padre consiguió la prisión domiciliaria por sus presuntos problemas de salud. Hasta que llegó el juicio oral. “Les encontraron un automóvil lleno de granadas, ametralladoras, una Itaca. Tenían un arsenal en el auto del padre. Estaba absolutamente demostrado que eran autores del ilícito”, contó Lobo Aragón. Pero no los condenaron. “Por miedo, los jueces tienen pánico”, aclara el abogado.
Pese a su investidura, Lobo Aragón recibió varias amenazas de bomba. Su estudio fue tiroteado tres veces. Todo eso desde que requirió la elevación a juicio de cinco causas contra los hermanos Alé, que por ahora están cajoneadas.
Caso Verón
Con los años, los Alé consolidaron sus negocios (legales) en Tucumán. Urgente 24 aseguran que son dueños de casas de juego, campos, el boliche bailable Five Stars y varias empresas de transporte, entre ellas, la remisería 5 Estrellas. Una vecina de Marita afirmó que en uno de sus 600 autos habrían secuestrado a Marita Verón hace 10 años y 8 meses.
«La Chancha» fue pareja de al menos una imputada por la desaparición de Marita, María Jesús Rivero. También se dice que salió con Daniela Milhein, también acusada y absuelta, aunque esta declaró en el juicio que Alé «la obligó a ejercer la prostitución». E insistió: «No fui su mujer. Él me hacía trabajar».
La Nación cuenta que un día Daniel Verón, el padre de Marita, fue citado por el propio Alé. Estaba furioso por las denuncias de Trimarco. El mensaje fue claro: le recomendó que le pegue un cachetazo para que deje de vincularlo al secuestro de su hija. Pero ella nunca calló. Jamás. Al parecer, en Tucumán, es la única que no le tiene miedo. 
infobae.com

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