Célula de financiación del yihadismo operaba en España

La célula de financiación del terrorismo yihadista fue descubierta hasta ahora en España, y desmantelada por la Comisaría General de Información de la Policía, quienes  utilizaban los mismos métodos que cualquier grupo mafioso: un control férreo de la organización por parte del jefe; una cohesión interna muy potente basada sobre todo en lazos familiares y personas de máxima confianza, toda una estructura de apariencia legal al servicio de la actividad criminal y una disciplina máxima con el empleo de severos castigos que no solo se aplicaban sobre quien cometía el error, sino también a su familia.

Desde diciembre de 2017 Fares y sus vástagos comenzaron a estar en el foco de los agentes antiterroristas. Había un motivo claro para ello: uno de los hijos, Human, acababa de volver a España tras haber cumplido condena por participar en 2008 en un atentado perpetrado en Damasco por una katiba de Al Qaeda, donde fallecieron 17 personas, entre ellas un general que había sido liberado gracias a las gestiones de su familia, con importantes contactos en Siria.

En la investigación se detectó que esta mafia fue dirigida con mano de hierro por el padre no solo obtenía importantes cantidades de dinero que permitían a la familia disfrutar de un buen nivel de vida, sino que además había indicios de que enviaban fondos a Siria. La destinataria era una milicia de Al Qaeda, Hal’y Tahir Al Sam, del Frente Al Nusra, que aún lucha contra el régimen de Bashar al-Ashad en la provincia de Idlib. Manaf Kutayni, ya que el hermano se había autoproclamado parte de esa organización terrorista y era el destinatario último de los envíos.

Vehículos de alto costo

El jefe de la mafia residía con su familia en un chalé de Algete (Madrid), y a sus vecinos les había llamado la atención los vehículos de gran costo, en los que se desplazaban. 

No tenían apariencia salafista, y aunque unos eran más religiosos que otros ninguno llegó hacer proselitismo yihadistaa. Varios En la célula tenía un papel clave un viejo conocido de la Policía, Mohamed Galeb Kalaje, alias Abu Talha. Estaba en libertad desde agosto de 2006 tras haber cumplido nueve años de condena como tesorero de la célula de Al Qaeda en España que dirigía Imad Eddin Barakat Yarkas, Abu Dahdah. Este último fue condenado por urdir los atentados del 11-S.

Se presumen que Kalaje y Fares Kutayni se conocieron en los años 80 en Madrid. Ambos son sirios y frecuentaban los mismos ambientes, y cuando salió de la cárcel comenzó a trabajar en el entramado empresarial del segundo. La Policía lo considera el director financiero de la célula terrorista.

Millones de euros

Utilizaban facturación falsa y hacían otra cruzada entre las sociedades con el mismo objetivo: «Por las cuentas de estas sociedades han pasado millones de euros  y los saldos de las mismas eran siempre muy pequeños, próximos a cero… Ellos trabajaban con dinero en efectivo, que deja mucho menos rastro», dicen las fuentes del caso.

También usaban personas interpuestas para crear empresas, entre ellas Vicente Lamarca, testaferro de organizaciones criminales, ahora detenido en Venezuela.

Los expertos en financiación terrorista comprobaron que los correos humanos habían sido reclutados en Siria, traídos a España y regularizado su situación, muchas veces con falsos contratos de trabajo suscritos por las empresas.

Esta mafia les facilitaba la documentación y viviendas en un lugar de clase media de un pueblo del corredor del Henares.

El método

El método para traer esas personas a España fue a través de cartas de invitación que servían luego para que pidieran asilo. Luego el siguiente paso era firmar falsos contratos de trabajo, de lo que se ocupaba Human Kutayni, que abrían la puerta a la obtención de la residencia, y finalmente se empadronaban de forma ilegal en las casas de la mafia.

Sin embargo, la fachada empresarial servía para enviar mercancía, “para llevarla a Iblid es imprescindible tener la complicidad y el permiso del resto de milicias que operan en esa provincia -explican las fuentes-, al igual que si se quiere mandar un “correo humano” y cobraban un peaje.

El clan tenía los contactos sobre las mercancías, los envíos más frecuentes consistían en viejos camiones. La ruta que hacían los cargamentos incluyó fue la marítima, donde participaba una empresa de transporte de contenedores que controlaban la mafia. En la ruta de la embarcación se daba un puerto de destino ficticio, y realmente el mercante se dirigía hacia Turquía y Emiratos Árabes Unidos. Teniendo la organización y la capacidad para actuar en Siria y otros países en los que Al Qaeda que tienen intereses estratégicos como Sudán, Yemen, Somalia y Libia. .

En este desplegué participaron funcionarios de la Agencia Tributaria, agentes de la Comisaría General de Extranjería y Documentación, y siete agentes de Europol que viajaron a España en la fase final de las pesquisas para ayudar a los agentes “es la investigación antiterrorista en la que han participado más policías, pero el caso lo merecía: estamos ante la mayor y más compleja red de financianción yihadista desmantelada en España y quizá de Europa, y Europol ha dado a esta operación la máxima importancia”

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