Un ciberataque amenaza con secar la distribución de combustible en parte de los Estados Unidos. Este viernes, la principal red de oleoductos del país, Colonial Pipeline, anunció la desconexión de su sistema y la paralización de todas sus operaciones después de ser víctimas de un grave delito informático.
Antilavadodedinero / elperiodico
Un grupo desconocido de piratas informáticos habría lanzado un ataque ‘ransomware’ contra la compañía, una infiltración para bloquear el acceso a sus ordenadores y pedir dinero a cambio de liberarlos. Colonial gestiona una red de oleoductos de 8.850 kilómetros por donde fluye hasta un 45% del combustible que después se transporta a las grandes ciudades del sur y del este del país, lo que la convierte en una infraestructura indispensable.
Este secuestro informático es uno de los mayores hechos públicos en EEUU. El ‘New York Times’ informó que era poco probable que la paralización del servicio de la compañía afectase a los consumidores, pues la mayor parte del combustible que transporta va a parar a los tanques de almacenamiento.
Preocupación nacional por su impacto
Colonial Pipeline aseguró haber contratado una “empresa líder en ciberseguridad” para investigar lo ocurrido y restablecer su servicio. El Gobierno de EEUU se ha implicado en el ataque y sus agencias de ciberseguridad están intentando resolver el problema.
Aunque no se ha desvelado su autoría, varios expertos apuntan a que detrás del ataque podría estar ‘DarkSide’, un grupo de ciberdelincuentes basado en el este de Europa. También se desconoce la cifra que exigen para el rescate y cuánto tiempo estarán cerrados los oleoductos.
Ese último punto es clave. Colonial Pipeline transporta al día hasta 2,5 millones de barriles de gasolina, diésel y combustible de aviación desde el Golfo de México al este estadounidense. Varios legisladores han mostrado su preocupación porque este ataque contra el sistema informático que gestiona la red de oleoductos cause variaciones en el precio del combustible. Aunque de momento el valor de la gasolina y el diésel ha crecido un 1% en los mercados de futuros, se teme que si la interrupción se alarga varios días el impacto sea mayor.
La pandemia del covid-19 ha acelerado la digitalización de múltiples sectores económicos, lo que ha abierto la puerta a nuevas vulnerabilidades. Los delincuentes informáticos han aprovechado la falta de conocimiento de los usuarios y las fallas en ciberseguridad de las empresas para robar sus datos y exigir a cambio grandes cantidades de dinero. Con infraestructuras clave a gran escala como los oleoductos afectados, los ciberataques pueden poner en jaque a un país.