Citaron a declarar a ex funcionarios sospechosos de vender autos incautados

El magistrado titular del Juzgado Federal Nº 2 de Corrientes, Juan Carlos Va­llejos, convocó a declarar a diez imputados involucra­dos en una causa judicial en la que se investiga la su­puesta entrega irregular de vehículos secuestrados por la Justicia Federal.

Antilavadodedinero / nortecorrientes

Entre los sospechosos se hallan el ex magistrado fe­deral Carlos Vicente Soto Dávila y su ex secretario pe­nal Pablo Molina, además de un administrativo que aún está en funciones y que, se sospecha, intervino en estas maniobras ilegales.

El juez Vallejos los citó a las audiencias previstas entre el 4 y el 11 de mayo, en el contexto de la causa 5.262/2016, por “falsifica­ción ideológica, cohecho y estafa procesal” surgidas de una denuncia del Ministerio Público Fiscal a partir de po­sibles anomalías procesales y administrativas en la libe­ración de automotores se­cuestrados y que tienen un alto valor en el mercado.

La hipotesis del Ministe­rio Público Fiscal es que un grupo de abogados supues­tamente intervenía en pro­cedimientos para la entrega de rodados incautados a ter­ceros. Quienes recibían es­tos automotores supuesta­mente pagaban una suma de dinero y a cambio recibían el vehículo con un permiso de circulación y de utiliza­ción. 

La investigación comen­zó en 2016, cuando el fiscal federal Flavio Ferrini descu­brió que se había librado la entrega de un rodado tras una audiencia a la que no había sido citado.

Entonces advirtió tam­bién que en el mismo proce­so habían citado a un hom­bre que había entregado un auto en una concesionaria para venderlo, pero cuando se lo consultó nuevamente, éste dijo que nunca había sido citado a declarar y que desconocía la situación.

Ante esto, el fiscal general federal de Corrientes, Carlos Schaefer, y el fiscal Flavio Ferrini solicitaron investigar a Soto Dávila, a su secretario Pablo Molina y al empleado Zacarías Issolio, a los aboga­dos Noelia Carolina Agne­llo, Duylio Horacio Barboza Galeano y a Víctor Manuel Fernández, quienes intervi­nieron en la maniobra.

Lo que se busca establecer es si -de forma organizada y mancomunada- realizaron maniobras de simulación o ardidosas para recuperar un vehículo Mercedes Benz 997-C250 que se encontra­ba secuestrado en el marco de la investigación seguida a Roberto Rodríguez, quien fuera procesado por lavado de activos provenientes del narcotráfico, para lo cual utilizaba la concesionaria RRVIP para blanquear el di­nero ilícito.

En junio de 2016, Fernán­dez sostuvo haber adquirido el referido vehículo de bue­na fe, por lo que inició -a tra­vés de sus abogados Agnello y Barboza Galeano- un inci­dente de entrega de bienes registrables en la secretaría a cargo de Molina, con la in­tervención del sumariante Issolio, con el fin de recupe­rarlo.

Entonces, la Fiscalía le solicitó al juez Soto Dávila que citase a declarar al ex dueño del vehículo, Fernan­do Gauto, y a Fernández, el comprador. Pero la abogada Agnello se presentó nueva­mente y pidió una serie de audiencias, las cuales fue­ron fijadas sin dar interven­ción al Ministerio Público Fiscal.

Según el expediente, Gau­to y Fernández antes de ser notificados comparecieron “espontáneamente” en el Juzgado.

Como los fiscales no es­tuvieron presentes en esas audiencias, los fiscales ini­ciaron una serie de medidas investigativas, que incluye­ron peritajes grafológicos y una rogatoria a la titular de la Fiscalía Federal de Eldora­do (Misiones), donde reside Gauto.

Tras ello, la fiscal misione­ra Lilian Delgado entrevistó a Gauto, quien negó haber declarado ante la Justicia correntina, como también desconoció la firma que fi­guraba en su declaración.

También los fiscales Schaefer y Ferrini pidieron informes a la Administra­ción Federal de Ingresos Públicos (Afip) respecto a la capacidad adquisitiva de Fernández, quien figura como monotributista, sién­dole imposible justificar la adquisición de un Mercedes Benz como el que pedía que le restituyeran.

Con base en las pruebas recolectadas, los fiscales concluyeron que los impu­tados idearon y ejecutaron un plan con el objetivo de poder recuperar un bien que forma parte del patrimonio del imputado y procesado Rodríguez, un hombre que tenía una concesionaria de automóviles de alta gama en Posadas, que era utilizada para lavar dinero y que fue investigado por Pablo Mo­lina, titular de la Secretaría Penal 2 del Juzgado Nº 1 de Corrientes.

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