Después de”invertir”, puedes multiplicar tu dinero por ocho veces en pocas semanas.
Suena fácil y tentador pero se trata de un modelo de estafa piramidal, dirigido fundamentalmente a mujeres, que empezó a preocupar en Colombia.
La inquietud llegó a tal punto que, este martes, la Superintendencia Financiera del país emitió un alerta con un mensaje: “¡No sea parte de un engaño! Superfinanciera advierte sobre promoción de esquemas piramidales en grupos cerrados de chats y redes sociales”.
Mensajes a través de Whatsapp o Facebook son el método utilizado para que se realicen aportes económicos(“regalos”) e inviten a otros a hacer lo mismo, según las autoridades colombianas.
BBC Mundo consultó con expertos en delitos de crimen organizado, quienes aseguran que aunque esta práctica ilegal no es nueva en el país, sí comenzó a llamar la atención por su expansión en la actualidad.
Entre mujeres
Uno de los elementos más llamativos de los “telares de la abundancia” o “mandalas de la prosperidad” es que se trata deuna oferta dirigida a mujeres.
A título de “economía solidaria”, se invita a mujeres a entregar alrededor de US$1.400 (más de $50.000) y esperar a que en las siguientes semanas “el regalo rinda frutos”, gracias a nuevos aportes de otras personas a las que invitaron.
“El gancho es ofrecer una identidad de grupo y que se hable de hermandad y confianza“, explica el experto en crimen organizado Hernando Zuleta. El investigador, quien es docente de la Universidad de Los Andes de Bogotá, señala que hubo varios casos de estafas piramidales en Colombia, pero que son pocas las que tuvieron la originalidad mostrada en el “telar de la abundancia”.
“No sé qué tan asociado esté con otras estructuras criminales, pero es muy probable que la mayoría de los participantes entienda en qué está participando“, concluye. Zuleta añade que esta clase de estructura piramidal se conoció antes en España.
No es nuevo
De acuerdo a la descripción realizada por la Superintendencia Financiera de Colombia, cada mujer que ingresa al “telar” es administradora de los regalos que recibe y no debe distribuir o compartir porcentajes de ganancia.
Después del ingreso, que implica el “regalo” de US$1.400, se gestionan más incorporaciones y eso significa más ingresos para la persona. “La inversión económica consiste en un regalo de recursos propios (ahorro o préstamo) para ser entregado con fe, amor y desprendimiento y únicamente al momento de ingresar, no solo una simple transacción financiera frívola”, es el argumento usado por los promotores del “telar de la abundancia”.
La Superintendencia Financiera interceptó documentos de promotores de esta práctica que sostienen que “es un movimiento que no es contraria a ninguna norma/ley y no atenta contra el patrimonio económico de ningún ciudadano ni va en detrimento de la economía nacional”.
“Todas las personas que son invitadas al telar, son invitadas conforme a los lineamientos con que fue creado el proyecto. A cada una de las mujeres participantes se le pone en conocimiento los compromisos que adquiere al aceptar realizar este trabajo en solidaridad femenina, la duración del proceso, la responsabilidad y el respeto por los lineamientos del telar”, señala uno de los documentos.
Las autoridades colombianas, sin embargo, alertaron a la población para que eviten formar parte de lo que califican como “un engaño” a todas luces.
Desde finales de 2016 aumentaron los casos de estafas piramidales en redes sociales como Whatsapp de forma “exponencial”, al requerir menos recursos iniciales a sus miembros, ednunciaron las autoridades colombianas.
Carlo Ponzi logró convertirse en millonario en pocos meses, gracias a un fraude piramidal. El negociante italiano llegó a EE. UU. con menos de US$10 en sus bolsillos y alcanzó una fortuna de millones de dólares.
“Llegué a EE.UU con US$2,50 y US$1.000.000 en esperanzas y esas esperanzas nunca me abandonaron”, dijo Carlo Ponzi en 1920.
Ponzi prometía a sus clientes un 50% de beneficios dentro de un plazo de 45 días, o 100% dentro de 90 días, con el simple hecho de comprar cupones postales descontinuados en otros países y redimiéndolos a su valor nominal en los Estados Unidos como una forma de arbitraje, probablemente inspirado por William F. Miller, un contador de Brooklyn que en 1899 utilizó el mismo sistema para estafar US$1.000.000.
ALD/AFP/NA