El juicio al opositor y antiguo aspirante a la Presidencia bielorrusa, Víctor Babariko, arrancó este miércoles en Minsk entre fuertes medidas de seguridad y marcado hermetismo, que no permitió el acceso a la sala del juzgado de medios independientes bielorrusos.
Antilavadodedinero / swissinfo
«Esperamos que el proceso permita a todos los que lo siguen comprobar que realmente no hay pruebas de la culpabilidad (de Babariko), no hay ‘corpus delicti’ y la acusación es infundada», dijo Dmitri Laevski, uno de los abogados del exbanquero, considerado como el principal adversario del presidente bielorruso, Alexandr Lukashenko.
Babariko, de 57 años, se encuentra en prisión desde junio pasado acusado por las autoridades de evasión tributaria y lavado de dinero.
Según el portal Tut.by, los periodistas de medios no oficiales no pudieron entrar en la sala del juicio y el público tuvo que entregar a los guardias de seguridad sus teléfonos y otros soportes digitales.
Con todo, solo un pequeño número de familiares y seguidores de Babariko están presentes en el tribunal, y más de un centenar de personas aguardan el resultado de la vista junto a su entrada de la sede judicial, precisa el medio.
El centro de derechos humanos Vesná denunció ante el Consejo de Derechos Humanos de la ONU que se discriminó a los medios independientes en el proceso de acreditación al juicio, lo que, según los activistas, viola el principio de transparencia judicial.
Al comienzo de la vista, la defensa de Babariko pidió sustituir su prisión preventiva por arresto domiciliario mientras dure el juicio, solicitud que fue denegada por el juez del caso.
De acuerdo con el tribunal, el acusado podría fugarse de la Justicia u obstruir sus labores si es puesto bajo arresto domiciliario.
Según el fiscal general bielorruso, Andréi Shved, la investigación del caso de Babariko se llevó a cabo de forma «imparcial y objetiva» y la acusación cuenta con suficientes pruebas para demostrar la culpabilidad del exbanquero.
Las autoridades consideran que Babariko, cuando fue presidente del Belgazprombank, cargo que abandonó en mayo de 2020, era el jefe de un grupo delictivo creado con el fin de transferir ilegalmente capital al exterior.
Junto con el exbanquero, durante el proceso que comenzó este miércoles serán juzgados otras siete personas