50 periodistas resultaron asesinados en 2020, según el balance anual de Reporteros Sin Fronteras (RSF), publicado en el que alerta que prácticamente siete de cada diez muertes se produjeron en países que no están en guerra.
Antilavadodedinero / Canal1
Aunque el número de periodistas muertos «se mantiene estable» en comparación con los 53 de 2019, cada vez hay «más (periodistas) que son asesinados en países donde hay paz», asegura esta ONG, que realiza su recuento del 1 de enero al 15 de diciembre.
De los 50 periodistas asesinados, 34 perdieron la vida en un país que no está inmerso en un conflicto bélico, lo que representa el 68 % de las víctimas.
El porcentaje de periodistas muertos en países en guerra no ha dejado de disminuir desde 2016, tras haber pasado del 58 % al 32 % en los últimos cuatros años en países como Siria, Yemen u otras «zonas afectadas por conflictos de intensidad baja o media», como Afganistán o Irak.
México es el país donde asesinaron a más reporteros, con ocho muertos, seguido por India (cuatro), Pakistán (cuatro), Filipinas (tres) y Honduras (tres).
Entre los periodistas que perdieron la vida en 2020, al 84 % los abatieron de manera deliberada, mientras que en 2019 fueron el 63 %.
«Algunos murieron en condiciones particularmente bárbaras», lamenta RSF.
Fue el caso del periodista mexicano Julio Valdivia Rodríguez, del diario El Mundo de Veracruz, al que encontraron decapitado en el sureste de México, o de su compatriota Víctor Fernando Álvarez Chávez, cuyo cuerpo cortaron en pedazos en la ciudad de Acapulco (centro-oeste).
En India, el periodista Rakesh Singh «Nirbhik» fue «quemado vivo tras haber sido rociado con gel hidroalcohólico, muy inflamable, y el periodista Isravel Moses, corresponsal de la cadena de televisión de Tamil Nadu, fue asesinado con un machete, denuncia RSF.
Irán también condenó a muerte y colgó al administrador del canal de Telegram Amadnews, Ruhollah Zam.
Cerca de veinte periodistas de investigación perdieron la vida por su trabajo este año. Diez de ellos estaban investigando casos de corrupción local, cuatro trabajaban sobre la mafia y el crimen organizado y tres sobre temas relacionados con el medioambiente.
RSF también informa de la muerte de siete periodistas mientras cubrían manifestaciones en Irak, Nigeria y Colombia, un «hecho novedoso», destaca la ONG.
En la primera parte de su balance anual, publicado a mediados de diciembre, RSF ya había lamentado que 387 periodistas fueron encarcelados, «una cifra históricamente elevada».
La Federación Internacional de Periodismo contabilizó 2.658 periodistas muertos desde 1990.