La policía de la Ciudad de México desmanteló una banda que operaba en 12 centros de llamadas en diferentes puntos de la capital. El grupo, con una estructura empresarial coordinada desde Asia, ofrecía préstamos a través de Apps de teléfonos móviles para después extorsionar a los presuntos deudores que no pagaban sus deudas.
Antilavadodedinero / Univision
En julio pasado, Alberto Macías recibió un mensaje que le ofrecía una tarjeta de crédito a cambio de descargar una aplicación en su teléfono. Como cientos de personas en México que fueron enganchadas, el hombre aceptó la oferta y descargó la App sin saber que una red internacional dedicada al fraude y la extorsión estaba detrás de ella.
Macías —nombre falso que se utiliza para proteger su identidad— indicó a Univision Noticias que recibió el mensaje que le ofrecía la tarjeta con crédito de 20,000 pesos mexicanos ($990) prácticamente sin requisitos en un momento económico complicado.
El trabajador, de 43 años que vive en la Ciudad de México, descargó la aplicación ‘SueñoCredy’ dando acceso a sus contactos, agenda, ubicación y fotografías de su teléfono móvil.
Enseguida, para continuar el trámite, el sistema le solicitó subir una imagen de su INE, la credencial electoral que en México funciona como cartilla de identidad nacional y que contiene prácticamente toda la información personal de un ciudadano, además de llenar un formulario.
Al concluir, el sistema le indicó a Macías que se encontraba en una fila de espera para que el crédito le fuera aprobado y transferido.
Mensajes intimidantes
Días más tarde, sin haber recibido aún el dinero, el hombre fue a un cajero automático para retirar efectivo de su cuenta de banco; sin embargo, no pudo realizar el retiro. Al preguntar en la sucursal cuál era la razón le dijeron que, a través de su aplicación móvil y en dos lugares, estaban intentando ingresar a su cuenta.
Una semana más tarde, sin todavía haber recibido un centavo, Macías recibió la primera amenaza para que pagara la deuda que había contraído con ‘SueñoCredy’.
“Me empezaron a mandar imágenes en las que decían que yo era violador. Que era un asesino de niños. Que les debía dinero”, comentó. “A mí nunca me depositaron dinero y me comenzaron a extorsionar”.
Las intimidaciones no se limitaron al propio Macías, sus presuntos acredores comenzaron a enviar imágenes y audios a sus contactos amenazando con agredirlos si Macías no pagaba su deuda. Además, arrancaron una campaña de difamación en redes sociales donde era acusado de violar y matar niños.
