Los delincuentes han aumentado las modalidades de fraude para enganchar a más víctimas y obtener un beneficio económico de manera ilegal: desde montadeudas, llamadas de extorsión, falsos premios, engaños, venta de productos apócrifos, suplantación de identidad, hasta pirámides financieras.
El análisis El fraude en México: daños patrimoniales y trabajo legislativo para enfrentarlo, del Instituto Belisario Domínguez del Senado de la República, indica que entre enero y mayo de 2023 se denunciaron 45 mil 308 fraudes a escala nacional. El mes con mayor incidencia fue marzo con 9 mil 944 casos, mientras que, en contraparte, en febrero hubo 8 mil 486 denuncias, señala el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP)
Las entidades federativas que más casos de fraude han reportado durante ese periodo son: Ciudad de México (9 mil 651 casos); Estado de México (6 mil 2); Jalisco (4 mil 77); Chihuahua (2 mil 276); Nuevo León (2 mil 176) y Guanajuato (2 mil 120). En contraste, los estados con menor número de estos delitos son: Nayarit (146 casos); Chiapas (104); Quintana Roo (77); Yucatán (51), y Tlaxcala (14).
Respecto a los totales por año, el estudio cita datos del SESNSP que indican un incremento entre 2020 (73 mil 583 casos) a 2022 (103 mil 940). Asimismo, de enero de 2015 a mayo de 2023 se denunciaron 642 mil 433 casos de fraude a escala nacional.
“El delito de fraude es un problema que afecta a la población del país, en distintas modalidades e intensidades. Incluso, con hechos que han rebasado fronteras en perjuicio de las víctimas”, advierte el análisis del Belisario Domíguez.
Elaborado por el doctor en economía Juan Pablo Aguirre Quezada, agrega que la Encuesta Nacional de Victimización y Percepción sobre Seguridad Pública (ENVIPE) 2022, realizada por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), destacó que se cometen alrededor de 15 mil delitos de fraude diarios, y de extorsión, 13 mil; “lo cual es un ejemplo de la alta incidencia que puede existir de este delito, con la característica de la cifra negra (ilícitos que no se denuncian), y el impacto negativo en la sociedad mexicana”.
El Código Penal Federal en su artículo 386 define el fraude como: “comete el delito de fraude el que engañando a uno o aprovechándose del error en que éste se halla se hace ilícitamente de alguna cosa o alcanza un lucro indebido”. Este ilícito se desarrolla en diferentes modalidades, todas con afectaciones patrimoniales para las víctimas.
La Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef) ha alertado en 2023 de diferentes fraudes que buscan afectar patrimonialmente a los cuentahabientes de instituciones bancarias o comerciales.
Fraudes cibernéticos
Uno de los fraudes más comunes en México, por parte de la delincuencia, es el de tipo cibernético, en el cual la institución identifica correo basura, también conocido como SPAM, se trata de un mensaje enviado a varios destinatarios que usualmente no lo solicitaron, con fines publicitarios o comerciales”, apunta Aguirre Quezada.
Smishing: el envío de mensajes SMS a teléfono móvil con la finalidad de visitar una página web fraudulenta. Esto “con el fin de obtener tu información bancaria, para realizar transacciones en tu nombre”.
Phishing: también conocido como suplantación de identidad, en este tipo de fraude el objetivo es que, al hacerse pasar por una institución financiera, con un mensaje indicándote un error en su cuenta bancaria, y al ingresar sus datos, obtienen información confidencial del usuario”
Pharming: consiste en redirigirte a una página de internet falsa mediante ventanas emergentes, para robar información. Aunado a lo anterior, la iniciativa privada también ha hecho llamados a la población a estar alertas ante posibles fraudes.
De acuerdo con la firma SAP Concur, los delitos financieros más comunes son: fraude por gastos inflados o ficticios, malversación de fondos, conflicto de interés, no reportar los libros contables el ingreso por ventas (skimming), fraude por rol de pagos. Desviaciones: fraude en los balances financieros, fraude de desembolso corrupción, sobornos y evasión de impuestos.
En tanto, el Banco de México ha alertado de la existencia de comunicaciones fraudulentas, en la que los delincuentes buscan hacer más creíble su estafa, y engañar e inducir al error a terceros, incluso suelen utilizar total o parcialmente y sin autorización, el nombre de alguno de sus funcionarios o empleados, o bien la denominación de puestos o el nombre de otras personas que indebidamente asocian a la institución.
Si bien este es un ejemplo de intentos de fraude utilizando indebidamente los logos de este organismo, otras fuentes como bancos e incluso el Servicio de Administración Tributaria (SAT) han alertado de correos fraudulentos.
Las conductas tipificadas como fraude han ocasionado daños patrimoniales a personas y empresas a escala nacional, lo cual ha generado diferentes respuestas tanto de instituciones de la administración pública, como de empresas u organizaciones de la sociedad civil. En ese sentido, la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC) de la Ciudad de México ha emitido alertas.
Por su parte, la firma KPMG estima que “el quebranto de fraude para las compañías se ubica en 1 millón 400 mil pesos por evento, cifra que representa 1 por ciento del promedio total de ventas anuales; sin embargo, debemos considerar que 8 por ciento de las empresas no pudieron cuantificar la pérdida”.
El análisis El fraude en México: daños patrimoniales y trabajo legislativo para enfrentarlo señala que “existe una vulnerabilidad ante las posibilidades de ser víctimas de este delito, por factores tales como abuso de confianza o controles internos a fin de prevenir, reducir el impacto o erradicar el riesgo”.
Las estafas y fraudes rebasan fronteras ocasionando pérdidas a sociedades de distintos países. El Reporte Global de Riesgos (Global Risks Report 2023, GRR) publicado por World Economic Forum señala como un grave peligro el destino de los datos robados. Por tanto, los malos manejos de la información personal por parte de terceras personas, así como las deficiencias en la protección de contraseñas, son elementos utilizados por las bandas delictivas para realizar estafas de forma internacional y electrónica.
Las multas históricamente severas por pérdida de datos también son ayudar a cambiar la evaluación de costo-beneficio en torno a la inversión en medidas de ciberseguridad, pero quedan interrogantes en torno a los derechos individuales a la acción, daño e indemnización en los casos de incumplimiento, advierte el GRR.
Por su parte, el Inegi realiza la Encuesta Nacional de Inclusión Financiera (ENIF), cuyo levantamiento de 2021, en específico la sección 11: confianza y protección de personas usuarias de servicios financieros dio a conocer que “alrededor de 15 por ciento de la población que ha tenido al menos un producto financiero reportó haber sufrido alguna clase de problema con un producto financiero”.
Es decir, pese a los mecanismos de protección del ahorro que tienen las instituciones bancarias, uno de cada siete usuarios manifestó ser víctima de fraudes en sus cuentas. Otro dato que brinda la ENIF 2021 es que 7 por ciento de los usuarios padeció los efectos de la clonación de tarjetas, y 6 por ciento robo de identidad, como principales características de fraude a cuentahabientes. Por lo que las mejoras en ciberseguridad y competencias financieras son algunas sugerencias de experto para evitar ser víctimas de fraudes o estafas.
La realización de fraudes en México tiene relación con las necesidades de consumo de la población, así como el aprovechamiento de las tecnologías de la información y comunicaciones para cometerlos.
Ejemplo de esto es la recomendación emitida por el Consejo Ciudadano para la Seguridad y Justicia de la Ciudad de México acerca de los montaviajes, al referir que este tipo de conductas delictivas aumentó 54 por ciento en los primeros siete meses de 2022 en comparación con el mismo lapso de 2021.
El organismo informó que las peticiones de ayuda pasaron de 37 en los primeros siete meses de 2021 a 57 en 2022, y las principales incidencias fueron en 76 por ciento por problemas con planes vacacionales, 10 por ciento por boletos de avión, promociones y reservas de hoteles con 3.4 por ciento cada una y el resto correspondió a servicios diferentes a los contratados, planes vacacionales y tiempos compartidos.
Destaca que 92 por ciento de los intentos de fraude se consumaron. Mientras que el restante 8 por ciento no se concretó, cifras que refieren la gran proliferación de estos ilícitos en la sociedad, sin importar factores como género, edad, situación económica, entre otras variables.
Estos avances tecnológicos no sólo son aprovechados por los presuntos delincuentes, sino para el público en general, empresas, organizaciones sociales, dependencias de gobierno o universidades para contrarrestar los efectos de los fraudes y estafas.
Algunas firmas de tecnología han desarrollado acciones de inteligencia artificial para evitar los fraudes, al considerar que existen importantes desafíos para resolver. Por ejemplo, 72 por ciento de los líderes empresariales citan el fraude como una preocupación creciente en los últimos 12 meses; y 44 mil millones de dólares de pérdidas mundiales debidas al fraude en 2022; 25 por ciento de las transacciones por comercio electrónico declinadas fueron falsos positivos.
“Por tanto, los fraudes serán un tema para considerar en las acciones de seguridad pública y delitos patrimoniales para los siguientes años; pese a las medidas de prevención que puedan desarrollarse por parte de la sociedad y gobierno”, afirma el análisis de Aguirre Quezada.
Incluso, para enfrentar el fraude, algunos gobiernos de los estados de la república han creado fiscalías especializadas para investigar estos delitos. Ejemplo de ello es la Fiscalía de Investigación Estratégica de Delitos Financieros de la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México.
Dicho organismo tiene la facultad de conocer “los delitos de fraude y abuso de confianza cuando el monto sea superior a quince mil veces el salario mínimo vigente en la capital, y delitos cometidos contra las instituciones financieras”. Lo que observa ciertas limitaciones legales para las investigaciones por dichas conductas delictivas.
Los diferentes tipos de fraude han afectado incluso a organismos internacionales de los cuales México es País Parte. En ese sentido, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) ha alertado de estafas realizadas por personas que usan de forma ilegal los logos o firmas de funcionarios, a fin de obtener dinero o datos personales con los que puedan continuar realizando sus actividades delictivas.
En ese sentido, la ONU alerta de que “cualquier transferencia de fondos o datos personales facilitados a los autores de una comunicación fraudulenta podría dar lugar a pérdidas financieras o la usurpación de la identidad”, además de realizar una serie de recomendaciones a fin de evitar que los usuarios puedan caer en dichas trampas.
En tanto, al interior del país diferentes corporaciones de seguridad pública reciben reportes y realizan investigaciones y alertas ciudadanas para contrarrestar los efectos nocivos de los fraudes y estafas.