Al parecer, China está librando una guerra irregular muy letal contra Estados Unidos utilizando a los cárteles de la droga mexicanos para traficar con el “mortal” fentanilo, apuntando a la próxima generación estadounidense y desbancando a EE.UU. como primera superpotencia económica y militar del mundo.
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Derek Maltz, ex jefe de operaciones especiales de la Administración para el Control de Drogas (DEA), declaró a Just the News, un medio de comunicación con sede en Washington DC, que la administración Biden tiene pruebas fehacientes de cómo China suministra los ingredientes precursores del fentanilo a los cárteles y de la ubicación de los laboratorios de producción en México.
Sin embargo, la administración no ha logrado impedir que los cárteles operen a través de la frontera sur de EE.UU. para mover drogas y ganar miles de millones de dólares traficando con seres humanos para crear un nuevo flujo de efectivo para sus redes de suministro de fentanilo, según Maltz.
“En México se fabrican drogas sintéticas en laboratorios. Sabemos dónde están muchos de los laboratorios. Tenemos que ser mucho más agresivos, y tenemos que trabajar con los mexicanos y hacerles rendir cuentas para cerrar estos laboratorios”, dijo Maltz en una entrevista con Just the News.
“También debemos cerrar el flujo de productos químicos, los precursores procedentes de China. Por eso los cárteles están produciendo ahora cantidades tan grandes de estas drogas sintéticas”, continuó.
Según Maltz, los cárteles mexicanos de la droga deben ser declarados organizaciones terroristas extranjeras para dar al gobierno estadounidense más herramientas para luchar contra el tráfico de fentanilo.
Maltz sostiene que la implicación de China en el tráfico de fentanilo debe considerarse parte de su estrategia nacional más amplia para desbancar a Estados Unidos en términos de poder económico y militar.
“China ha impulsado su guerra sin restricciones. Están utilizando el fentanilo para matar a nuestra futura generación”, afirmó Maltz.
“Están utilizando a los cárteles como apoderados para destruir y desestabilizar nuestro país”, añadió. “Y está funcionando muy bien”.
La amenaza del fentanilo para Estados Unidos
La DEA describe el fentanilo como la amenaza de droga más mortífera a la que se enfrenta Estados Unidos, ya que es altamente adictivo y mortal. Según la agencia, el fentanilo es 50 veces más potente que la heroína, y sólo dos miligramos de fentanilo, la pequeña cantidad que cabe en la punta de un lápiz, se considera una dosis potencialmente mortal.
El mes pasado, la agencia anunció la incautación de 50,6 millones de pastillas falsas con fentanilo y más de 5.000 kilos de fentanilo en polvo en 2022.
El laboratorio de la DEA estima que estas incautaciones representan más de 379 millones de dosis potencialmente mortales de fentanilo en 2022, lo que supuestamente representa un aumento del 94% con respecto a 2019.
En 2021, más de 107.000 ciudadanos estadounidenses murieron por sobredosis de drogas, según la estimación de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades. Esta cifra indica aproximadamente una muerte por sobredosis en Estados Unidos cada 5 minutos.
Según los expertos, la pandemia de COVID-19 agravó los problemas, ya que los cierres y otras restricciones aislaron a los drogodependientes y dificultaron el tratamiento.
Además, un estudio de la Universidad de Stanford publicado en la revista médica Lancet advertía de que las muertes por sobredosis de opiáceos en Estados Unidos podrían alcanzar los 1,2 millones en 2029.
Maltz afirmó que China utiliza las redes sociales como herramientas de marketing cruciales para dar glamour al consumo de fentanilo por parte de la juventud estadounidense. Señaló que las píldoras con fentanilo se pueden pedir en Snapchat y las redes sociales, y luego se entregan en “la casa como si fuera una pizza”.
La DEA explica que estas píldoras están hechas para parecerse a medicamentos recetados auténticos como OxyContin®, Percocet® y Xanax®; sin embargo, solo contienen relleno y fentanilo y a menudo son mortales.
Los dos principales productores de fentanilo son los cárteles de Sinaloa y Jalisco (CJNG) en México.
Implicación china en el tráfico de drogas en EE.UU.
Maltz empezó a observar la implicación china en el tráfico de drogas dirigido a EE.UU. hace aproximadamente una década, cuando trabajaba para la DEA en México. Señaló que los primeros esfuerzos chinos se centraron en opioides sintéticos menos letales. Sin embargo, en los últimos años han evolucionado hacia un brebaje de fentanilo más mortífero.
“Ahora han entregado el trabajo sucio a los cárteles mexicanos”, afirmó Maltz.
Maltz no es el único que ha dado la voz de alarma sobre el fentanilo y el papel de China y los cárteles en la crisis de la droga en Estados Unidos.
“Hay suficiente fentanilo entrando por la frontera como para matar a todos los estadounidenses varias veces”, declaró recientemente a Just the News la congresista republicana Mary Miller, de Illinois. “Yo diría que estamos bajo un ataque químico terrorista”.
Del mismo modo, la Comisión para Combatir el Tráfico de Opiáceos Sintéticos de Estados Unidos advirtió el año pasado que la amenaza más mortífera de China para Estados Unidos en la actualidad no era su aumento de la defensa ni su agresión militar. Por el contrario, es el papel que desempeña en la cadena de suministro de fentanilo.
El copresidente de la comisión, el congresista demócrata David Trone, de Maryland, declaró a Politico el año pasado que China es principalmente el único proveedor de los precursores y preprecursores químicos que se envían desde el país a México.
“Saben que se envía a México; lo hacen intermediarios chinos que la venden directamente a los cárteles mexicanos, donde se convierte en fentanilo, que luego se mezcla con otras drogas como pastillas falsificadas”, dijo Trone. “… Está entrando en EE.UU. por cientos de millones de pastillas, y toda la cadena empieza en China”.
El gobierno de Biden ha planteado su preocupación a China, pero no ha tomado ninguna medida punitiva directa. Mientras tanto, China ha negado cualquier implicación intencionada en la crisis del fentanilo. Sin embargo, la mayoría de los funcionarios estadounidenses no creen las afirmaciones de China.