Cómo Colombia atiende el narcotráfico y la reducción de la violencia

Colombia “puede tener una mejor política que atienda a todos los insumos, que atienda la producción, que atienda el tráfico y sobre todo, que atienda, esto es lo más importante, las rentas derivadas del narcotráfico y la reducción de la violencia. Y para eso se necesita una nueva política para mejorar la lucha contra el crimen organizado, y no luchar contra los campesinos de cultivos de uso ilícito».

Antilavadodedinero / Elnuevosiglo

Una reducción del 7% en la extensión de sembrados de coca reportó el miércoles pasado el Sistema Integrado de Monitoreo de Cultivos Ilícitos (Simci), de Naciones Unidas, el cual señaló que al cierre de 2020 fueron 143.000 hectáreas, mientras que en 2019 se contabilizaron 154.000. Esto fue celebrado por el Gobierno pues ya son tres años con disminución.

Sin embargo el informe señala también que en 2020 aumentó el potencial de producción de clorhidrato de cocaína, alcanzando las 1.228 toneladas.

Por su parte, el presidente Duque dijo sobre los resultados que reveló el Simci que “el mensaje de la ONU es muy importante: muestra el valioso esfuerzo institucional y la labor heroica y titánica de los miembros de la Fuerza Pública, de los erradicadores y de otros programas”.

Al respecto, tres expertos en el tema consultados coincidieron en que la actual política antidrogas de Colombia está fuera de foco, porque si se quiere quebrar el espinazo a los narcotraficantes hay que golpearlos en sus finanzas, con la interdicción a grandes cargamentos y en sus laboratorios, y no gastar tantos esfuerzos en la erradicación. 

Jorge Restrepo, director del Cerac (Centro de Recursos para el Análisis del Conflicto), dijo que «la política ha sido efectiva en esa medida de reducir los cultivos de uso ilícito, en particular los de coca, pero es un objetivo mal planteado, es un objetivo cuantitativo sobre un insumo, el menos valioso, el menos rentable para los traficantes. Es el insumo más barato, el insumo más abundante. De manera que creo que es un triunfo pírrico». 

En cuanto al incremento de la producción de cocaína que mostró el reciente informe Simci, Restrepo dijo que «hay una abundancia de oferta de cocaína en Colombia, y el consumo además no solo sigue creciendo en los centros de consumo del exterior, lo cual implica que el tráfico ha aumentado, sino que también la epidemia ha facilitado la distribución, y eso ha hecho que nunca antes toda la cadena del tráfico de narcóticos esté funcionando tan bien como ahora«. 

Agregó que «la política antidrogas está completamente mal planteada, tanto a nivel global como en Colombia y Estados Unidos. Es una política que se centra en metas cuantitativas de insumos y en frenar el tráfico, es una política que genera por definición un aumento extraordinario en las rentas ilegales cuando es exitosa. Entre más haya interdicción del tráfico pues más aumento de precios va a haber, lo cual hace más rentable el tráfico de drogas».

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