Cómo el crimen organizado utiliza drones para sembrar el terror

En los últimos años el crimen organizado en Latinoamérica adoptó una nueva táctica: el uso de drones o UAV (Vehículos Aéreos no Tripulados), como armas para ejercer un nuevo nivel de poder y control para atacar a las autoridades, a las bandas rivales y a la ciudadanía que no cumpla con sus demandas criminales. Esta amenaza representa un desafío para las fuerzas del orden.

Las organizaciones delictivas modifican drones comerciales para realizar ataques aéreos, equipándolos con explosivos activables por control remoto, informa en Internet el diario mexicano La Silla Rota. Estos drones de tipo comercial son adaptados con granadas y otros explosivos para perpetrar ataques, detalla en línea la revista argentina Pucará Defensa

Los UAV no solo son utilizados en atentados directos, sino también para transportar sustancias ilícitas y para realizar espionaje a las fuerzas de seguridad. Desde 2018 se observa que varios cárteles utilizan drones comerciales, precisa Pucará. Un reporte del diario colombiano El Confidencial, señala que tanto los cárteles mexicanos como las disidencias de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) emplean estos UAV.

“Es sumamente aterrador observar cómo estas nuevas tecnologías pueden ser empleadas por organizaciones criminales como armas (…), otorgándoles una potencia considerable”, dijo Yadira Gálvez, experta en temas de seguridad y académica de la Universidad Nacional Autónoma de México, en una entrevista con Diálogo el 5 de mayo.

Según Gálvez, esta dinámica implica una evolución en el modus operandi de las organizaciones criminales, donde evitan enfrentamientos directos con otros grupos delictivos o con las autoridades. “Esto minimiza el riesgo para sus colaboradores, pero aumenta la violencia y el daño para todas las partes involucradas, incluida la población civil”.

Operadores Droneros

En este contexto, el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) integró un grupo delictivo llamado Operadores Droneros para atacar a bandas rivales, pero no son los únicos delincuentes en México que emplea esta táctica. El Cártel de Sinaloa también utiliza drones desde 2021 para ataques aéreos en el norte del país, detalla La Silla Rota.

“Aunque los Operadores Droneros son todavía un grupo nuevo dentro del CJNG, no significa que sean inofensivos; tienen suficiente poder para centrar nuestra atención en ellos”, dijo al portal estadounidense The Daily Beast un funcionario de inteligencia del Ejército Mexicano, que solicitó el anonimato. Este grupo sólo opera por ahora en los estados de Michoacán y Jalisco.

El CJNG comenzó también a utilizar drones para arrojar explosivos químicos, lo que es un enorme riesgo para la salud de los habitantes, reportó el Observatorio de Seguridad Humana de Apatzingán, en Michoacán, luego de que más de 100 miembros del CJNG atacaran varios pueblos de la región lanzando bombas químicas.

“El empleo de diversas herramientas de ingeniería muestra cómo los grupos delictivos aprovechan los avances tecnológicos para potenciar sus operaciones y capacidades”, señaló Gálvez. “Este aprovechamiento se da especialmente cuando disponen de recursos económicos y desarrollan habilidades técnicas específicas”.

De acuerdo con el titular de la Secretaría de la Defensa Nacional de México el General Luis Crescencio Sandoval, Michoacán es donde más son utilizados drones y minas terrestres en contra del Ejército. Ante ello, adelantó que la dependencia busca la adquisición de tecnología para prever estos crímenes, señaló el diario mexicano Tabasco Hoy.

“Los ataques nos llevan a tomar medidas y a valorar qué acciones nos ayudarían a proteger más a nuestro personal. Es decir, adquirir tecnología para contrarrestar la acción de los drones y la ubicación rápida de los artefactos explosivos”, expresó el Gral. Sandoval. Un reporte de Telemundo, indica que las autoridades desmantelan diariamente en Michoacán hasta ocho drones con explosivos.

Según Pucará, los cárteles adquieren drones de la empresa china DJI, que ofrece video en 4K y autonomía de hasta 20 kilómetros. El modelo más común es el Mavic, con diferentes capacidades de vuelo, resolución y estabilidad.

“La facilidad con la que estas organizaciones adquieren estos artefactos complica el seguimiento de su origen y cómo enfrentar sus capacidades”, señaló Gálvez. “En México, la carencia de regulación del espacio aéreo para drones nos deja rezagados, con solo un lineamiento existente. Además, el caso de las disidencias de las FARC también ejemplifica el uso de estos drones”.

Colombia

El 26 de abril, las Fuerzas Militares de Colombia incautaron 197 explosivos ocultos en contenedores subterráneos en el sur del departamento del Cauca, que estaban destinados a ser utilizados por las disidencias de las FARC en ataques con drones en la misma región, informó el diario Cambio Colombia.

Cada una de las bombas contenía pentolita, un explosivo de alta potencia, cordón detonante y un sistema de sujeción para fijarlos a los drones. Además, se encontraron balines y metralla diseñados para aumentar su poder destructivo.

La plataforma argentina Infobae reportó el 20 de marzo que en una reunión de altos mandos militares, el General Helder Fernán Giraldo Bonilla, comandante de las Fuerzas Militares de Colombia, informó que gracias a inteligencia militar descubrieron a las disidencias de las FARC utilizando los UAV.

El Gral. Giraldo enfatizó “la necesidad de implementar sistemas de detección y alerta temprana, establecer zonas de exclusión aérea en áreas críticas y estratégicas, y desarrollar tácticas defensivas para neutralizar estos dispositivos”, informó Infobae. Subrayó que las autoridades no buscan alarmar a la población, a pesar de confirmar el entrenamiento con drones de las disidencias de las FARC.

Cooperación estratégica

Estas organizaciones criminales aumentan su capacidad para causar daño al Estado y a la sociedad. La utilización de armamento de alto poder por parte de estos grupos no solo intensifica las repercusiones, sino que también introduce una nueva dimensión de violencia criminal cuando sus acciones impactan directamente a las comunidades afectadas, señaló Gálvez.

En este contexto, surge la necesidad de reevaluar la clasificación de las organizaciones criminales en Latinoamérica. “Su adopción de tácticas de terror para causar daños directos a las comunidades, plantea un desafío fundamental que requiere atención regional. Lo vimos en Ecuador, con la designación de los grupos criminales como entidades terroristas”, detalló.

Para combatir el uso de drones de la delincuencia organizada es esencial mejorar las capacidades de las fuerzas de seguridad en todas las zonas, comentó Gálvez. “Se requiere una cooperación estratégica para fortalecer tanto a las fuerzas de seguridad como militares, incluyendo la provisión de equipos y capacitación. Es clave establecer sinergias con socios estratégicos como los Estados Unidos y la Unión Europea, así como recuperar el control territorial por parte de los Estados”, finalizó.

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