¿Cómo el crimen organizado utiliza los videojuegos de mafias japonesa e italiana? Los mafiosos han sido protagonistas de novelas y películas durante años, pero también tienen su hueco en los videojuegos para sus actividades ilícitas.
Antilavadodedinero / As.com
El poder es lo que tiene, una atracción magnética, un regusto goloso que hace revolotear a las moscas a su alrededor. Todos quieren su porción de tarta, pero el pastel solo se puede partir en unos cuantos trozos. Algunos lo devoran con fruición, dejando claro que son ellos los que mastican el dulce entre sus dientes; otros prefieren disimularlo, guardando las apariencias desde las sombras, aunque trituren su porción con el mismo ímpetu.
Sea como fuere, en los bajos fondos, el crimen organizado decide el destino de muchas personas. Esta realidad se ha reflejado en el cine, en la ficción televisiva y en las novelas. ¿Y qué ocurre con los videojuegos?
La temática de la mafia ha aparecido en el ocio digital casi desde el principio. Algunas de las producciones nacieron al calor de su versión cinematográfica, como por ejemplo, Los Intocables, un producto lanzado en 1989 para sistemas como ZX Spectrum, Amstrad CPC, Commodore 64, NES, etc.
Pocos años antes, en 1986, Igelsoft publicó Mafia en Commodore 64, un juego protagonizado por varios criminales que luchan por hacerse con el control de Chicago, ciudad dominada por la delincuencia.
Un paseo por los vericuetos de lo clásico da buena cuenta de que la temática nunca pasó de moda. La mafia ha dejado su reguero de sangre y su rastro carmesí se puede seguir hasta el videojuego actual, aunque no siempre se haya inspirado en la realidad (títulos basados en cómics introducen el crimen organizado en sus tramas). El número de videojuegos es ingente, por lo que este texto focalizará su atención en algunas sagas contemporáneas que han caracterizado distintos grupos mafiosos.
Unas características universales
Toda sociedad humana se articula en torno a unas reglas, una serie de leyes que marcan un código de conducta a seguir. Pero ya lo dice el dicho, hecha la ley, hecha la trampa. Y en ese terreno fangoso y escurridizo opera el crimen organizado, un conjunto de grupos que no conoce fronteras, pero que comparte una serie de características generales muy concretas.
En La Historia del Crimen Organizado, de Agustín Celis Sánchez, se trazan algunos de esos elementos. Entre ellos está el hecho de que estas comunidades no suelen moverse por valores ideológicos. Además,“poseen una estructura jerárquica, a la vez organizada y flexible, concebida para perdurar en el tiempo”.
Estas organizaciones acostumbran a ser restrictivas con sus miembros. “Históricamente han recurrido a las características étnicas a la hora de escoger su personal”, aunque en tiempos recientes se decantan también “por la exigencia profesional”. Todos ellos comparten que obtienen sus ganancias de actividades al margen de la ley, a veces camuflados en negocios legítimos.
“Se valen de la violencia y de la intimidación para sus fines, pero también para hacer respetar las reglas internas entre sus familiares, allegados o asociados”. Su influencia se extiende por los centros de poder como tentáculos. De este modo, establecen “vínculos perdurables con personajes de las esferas políticas, administrativas y financieras, así como en los medios de comunicación de masas y en los espectáculos públicos”.
Estas actividades se desarrollan en las sombras, donde impera “la suprema ideología de las organizaciones criminales: la acumulación de poder y riqueza sin límites”. Para ello, tejen una red paralela “al de las instituciones oficiales de los distintos estados”, a los que expolian “de modo sistemático”, puesto que intervienen la economía y asfixian “a la sociedad civil” corrompiendo a la clase política.
Dibujar los esquemas del origen del crimen organizado escapa de los propósitos de este artículo. Aún así, la mafia no es una realidad actual, pues hunde sus raíces en el pasado remoto. Paul Veyne, especialista en la Antigua Roma, define la estructura imperial como una gran mafia, ya que el sistema del clientelismo favorecía este tipo de prácticas.
En Estados Unidos, se remonta al siglo XIX, como publica el Museo del Crimen en su sitio web: “Grupos notorios como los Forty Thieves de Nueva York estaban formados por cientos de inmigrantes que se asociaban para garantizar su propia protección y sus beneficios financieros. Esta gente sentía que podían confiar los unos en los otros y concibieron el crimen organizado como un métodos de mejorar sus vidas y encontrar protección de otras bandas y agentes de policía corruptos”.
El siglo XX fue de transformación para Japón. Los tiempos de los samurái llegaron a su fin y el viejo modelo terminó definitivamente con el final de la Segunda Guerra Mundial. La yakuza, la mafia japonesa, no desapareció con la caída del imperio nipón. Sus inicios en el Período Edo (1603-1868) comprenden más de dos siglos y se funden con el sistema medieval antiguo.
La imagen que se proyecta en la ficción, sin embargo, es un poco fantasiosa. Al menos eso aseguraba el veterano yakuza Eiji Ijichi en Memorias de un Yakuza, el libro de Junichi Saga:
“En películas y novelas, los yakuza están siempre buscando una espada o una pistola, pero eso es una chorrada. Los profesionales eran diferentes aquellos días. Su trabajo, el trabajo del que dependían para vivir, consistía en lanzar el dado y proporcionar un buen rato a los clientes, lo que significa que era realmente raro que se pelearan.
Había jefes que no siempre estaban de acuerdo, por supuesto, pero si hubieran empezado a pelearse porque no se llevaba bien, la policía los habría detenido”, con el consecuente daño a su negocio. “En cierto modo, podemos decir que éramos más acogedores que las personas ordinarias”.
A continuación, seleccionamos cinco sagas o videojuegos contemporáneos que abrazan esta temática de una u otra forma:
Grand Thef Auto, sinónimo de superventas
La historia de GTA comienza antes de que Rockstar North se llamara Rockstar North. El estudio de desarrollo, por aquel entonces conocido como DMA Design Limited, ya era una desarrolladora con mucha carrera a sus espaldas. David Jones y Mike Dailly fueron los padres originales de una saga que hoy en día vende millones y millones de unidades.
Concebido como un videojuego con vista cenital, la franquicia dio un vuelco al pasar a las tres dimensiones, con la entrada triunfal de los hermanos Houser. El videojuego revolucionó la industria del videojuego gracias a la construcción de su mundo y a su enfoque sandbox, que continuaría progresando en los años venideros.
Grand Theft Auto se ha hallado siempre en el ojo del huracán. Sobre todo años atrás, cuando los videojuegos estaban menos considerados que en la época más actual, la polémica lo rodeó desde su primera entrega. Su representación de los bajos fondos, a menudo satírica, está repleta de personajes muy característicos del mundo de los gánsteres.
Además, la libertad de la que hace gala, que permite cometer toda clase de crímenes y fechorías, introduce un sinfín de actividades que no pasaron desapercibidas para las voces más escandalizadas. Esa búsqueda de la polémica fue, en cierto modo, intencionada. Ya desde la primera entrega, el equipo liderado por David Jones contrató a un PR con el objetivo de alentar un poco ese contenido rebelde.
Los resultados comerciales de GTA V no han dejado de sorprender. En la misma semana que Epic Games Store regalaba el videojuego en su tienda digital, Take-Two Interactive, empresa madre de Rockstar Games, desvelaba que su videojuego ya ha vendido 130 millones de copias.
Parte importante de ese triunfo se debe a GTA Online, un producto que sigue muy vivo y con actualizaciones regulares. ¿El futuro? De momento, en Rockstar Games no proporcionan ninguna pista. La empresa norteamericana siempre se tomó su tiempo para enseñar y lanzar sus productos.
Mafia, tres épocas distintas en los Estados Unidos
Tras la publicación de Mafia 3, un juego desarrollado por Hangar 13 y publicado por 2K Games, tanto la prensa especializada como los jugadores coincidieron en que el título estaba por detrás de sus dos entregas anteriores.
Desde su lanzamiento, en octubre de 2016 para PS4, Xbox One y PC, la saga se ha mantenido en silencio…hasta ahora. Por sorpresa, la editora ha anunciado Trilogía Mafia, un recopilatorio de los tres videojuegos principales, aunque también se pueden adquirir por separado. Mafia 2 y Mafia 3: Definitive Edition son remasterizaciones, mientras que la nueva versión de la primera entrega es un remake completo, no solo a nivel gráfico, puesto que añadirá nuevas líneas de diálogo y secuencias inéditas.
En Mafia, viajamos a los años 30 de los Estados Unidos, durante la ley seca. El protagonista vive en Lost Heaven, Illinois, un lugar donde los gánsteres prosperan y se matan entre sí. Puede que Tommy Angelo sea un taxista, pero pronto descubre las ventajas de unirse a la familia Salieri. Poco a poco, irá introduciéndose en las telarañas de este mundo criminal.
Mafia 2 avanza en el tiempo y cambia de localización, pero no de país. Nos encontramos en Empire Bay, Nueva York. El tiempo ha avanzado y entramos de lleno en la década de los 40 y los 50. Vito Scaletta combatió en la Segunda Guerra Mundial y fue condecorado como héroe de guerra.
Ahora, sin embargo, es uno de los miembros de la mafia. Se decantó por ese camino para pagar las deudas de su padre, pero su ambición lo lleva a intentar ascender en la jerarquía con la ayuda de su amigo Joe.
Lincoln Clay tiene en común con Vito su pasado como veterano de guerra, pese a que combatieron en épocas diferentes. Clay luchó en la Guerra de Vietnam durante años, pero en 1968, ya de vuelta, su intención es abandonar los caminos del crimen que había seguido en el pasado.
“La familia no son aquellos con los que has nacido, sino aquellos por los que estás dispuesto a morir”. Ese es el lema del protagonista, que pronto se verá envuelto en una nueva disputa cuando la mafia italiana ejecuta su plan y destruye a la mafia negra. Ciego de rabia, el protagonista resurge en busca de los responsables del atroz crimen.
Sleeping Dogs, en el corazón de la mafia china
Para bien o para mal, la universalidad del ser humano no se pierde con la cultura. Algunos aspectos se matizan, otros cambian en función de las leyes sociales que imperan en cada una de las sociedades. Pero donde hay ley, hay gente dispuesta a saltársela; donde hay poder, hay ansias de amasarlo.
La violencia es otra de las características que aparece de una u otra forma en las comunidades humanas. Al parecer, la mafia y la delincuencia también son un lastre que aparece en cualquier cultura. Sleeping Dogs, desarrollado por United From Games y publicado por Square Enix, está ambientado en la ciudad de Hong Kong. Este sandbox brinda al jugador un sistema de combate basado en las artes marciales, por medio de un título que salió inicialmente en PlayStation 3, Xbox 360 y PC, pero que luego fue adaptado a la nueva generación a través de su Edición Definitiva.
En las calles de neón de la antigua colonia británica, las tiendas rebosan actividad. Aún así, bajo esa fachada de colores exóticos, el dinero se mueve a velocidad relampagueante.
Las tríadas operan impunemente y sus jefes se enroscan en puntos de influencia con el objetivo de continuar con sus actividades ilegales. Wei Shen, el protagonista de Sleeping Dogs, no es un mafioso precisamente, aunque tendrá que pretender que lo es.
Se trata de un policía infiltrado cuya única meta es destruir a las tríadas desde el interior. En su condición de incógnito, deberá participar en operaciones delictivas que le permitirán ascender en el escalafón de mando. Sin embargo, tratará a toda costa de que su verdadera identidad no salga a la luz.
Disco Elysium, el triunfo del rol independiente
En Disco Elysium, no hay mafia italiana ni rusa. Tampoco opera la yakuza ni las temibles tríadas, pues estamos ante un videojuego ambientado en un mundo ficticio. Lo que no faltan son los gánsteres ni los mafiosos.
El título desarrollado por ZA/UM fue una de las grandes sorpresas de 2019, un título de rol de la vieja escuela (gráficos con vista isométrica), aunque sin un sistema de combate. Su desarrollo se basa en la narrativa y en los diálogos, un sistema que ha calado tanto en la crítica como en el público y que le ha valido los laureles en algunos premios prestigiosos de videojuegos.
La obra todavía no está disponible en español, pero la traducción oficial de Clan Dlan se publicará en los próximos meses.
Revachol es una ciudad llena de contrastes. Martinaise, el distrito de la pobreza, queda a merced del crimen y la corrupción. La revolución comunista fracasó y los efectos todavía continúan vigentes.
La Coalición, un grupo de países capitalistas, fue capaz de frenar el avance revolucionario, y desde entonces, ejerce un fuerte control sobre la economía.
El protagonista es un agente de la Milicia de Ciudadanos de Revachol, un cuerpo semiprofesional encargado de mantener el orden. La historia arranca con el policía que maneje el jugador, que deberá investigar el asesino de un hombre e introducirse en en los bajos fondos.
Yakuza, honor y dinero
SEGA plasma la mafia japonesa en una de sus sagas estrella. Desde el lanzamiento del primer Yakuza en PlayStation 2, la compañía nipona ha publicado más de seis videojuegos de la saga principal, así como algunos spin-off.
La franquicia se caracteriza por una mezcla entre el tono serio de algunos temas y el humor desbordante en otros. Es, por supuesto, una representación caricaturizada y fantástica de los bajos fondos japoneses, con una iconografía que se basa en la realidad, pero que se imbrica en su componente lúdico.
Caminar por las calles de Kamurocho (un barrio ficticio inspirado en Kabukicho) implica pelear contra todos los matones con los que te tropiezas en el camino.
La saga está protagonizada por Kazuma Kiryu, un huérfano que fue adoptado en su niñez por uno de los líderes de una familia yakuza.
Su padre nunca quiso que el joven siguiera su camino, aunque al final se introdujo en el mundo del crimen y comenzó una andadura no demasiado larga dentro de la mafia, pues por diversas circunstancias, finalmente decidió dejar atrás su pasado como mafioso.
Con todo, su ayer le persigue y entrega a entrega, el hombre, ya maduro, continúa lidiando con los matones de cada clan, al tiempo que consigue construir una familia de huérfanos. La séptima entrega, Yakuza: Like a Dragon, prescinde de su protagonista habitual para presentar a Ichiban Kasuga. Su sistema de juego también varía, ya que SEGA se ha decantado por lo combates por turnos en lugar de las luchas en tiempo real.
