Aliany Concepción Abreu, creó un método para prevenir el consumo de drogas y habla de cómo en sus años de estudiante de la UASD, hace más de 20 años, «el fentanilo lo conocimos en las clases de farmacología. Ahora veo las noticias y me resulta imposible pensar que en nuestro país según informan diferentes fuentes fiables, se está fabricando el fentanilo».
¿Qué es el fentanilo? Es un fuerte opioide similar a la morfina, pero 100 veces más potente.
Según National Institute of Drug Abuse «Es un fármaco recetado que a veces también se usa de forma ilegal. Al igual que la morfina, por lo general se receta a pacientes con dolores intensos, especialmente después de una operación quirúrgica. A veces también se usa para tratar a pacientes que sufren de dolor crónico y presentan tolerancia física a otros opioides. La tolerancia ocurre cuando se necesita consumir cada vez mayor cantidad de una droga o consumirla con mayor frecuencia para lograr el efecto deseado.»
Cuando surge una nueva situación en salud pública, el primer paso es reconocer la situación para poder asumir el problema y proteger a la población, creando medidas preventivas de una nueva forma de consumo.
Pero claro, cuando no se tiene responsabilidad o consciencia estatal pasan estas cosas, es decir, lo que está pasando ahora mismo en República Dominicana, negar la realidad de algo urgente porque a día de hoy en agenda existe algo más importante, la reelección y las elecciones a la vuelta de la esquina.
Pobre del pueblo, que estando anestesiado con el tema político se expone a nuevas drogas, que los fabricantes aprovechan para hacer potenciar sus ingresos a costa del pueblo, por tener un Estado que no vela por el bienestar de la ciudadanía generando políticas preventivas en las adicciones.
¿Qué tenemos que hacer? ¿Qué podemos pensar? Pues que a lo mejor existe un interés más allá, porque dar de lado a un problema que debería estar en la agenda presidencial y no estar, me resulta desacertado.
Cuando estemos todos y todas enganchados, a lo mejor reaccionamos, pero embriagados y ya será tarde. Solo nos quedarán las lamentaciones. Solo espero que tomemos esto en cuenta a la hora de ejercer nuestro derecho al voto, en las próximas elecciones, haciendo un voto consciente, lejos de las anestesias típicas utilizadas en las típicas campañas políticas.